Cuerpo humano (1)

Por Girona-Miguel

Fisioterapeuta. Instructor de Hung-Kuen

 

Desde hace un cierto tiempo, han aparecido en el mundo de las AA.MM. una serie de estilos, escuelas o instructores que tratan de demostrar una cierta personalidad en su forma de hacer basada en una interpretación diferente, original o nueva (por no conocida antes) de estilos antiguos o tradicionales, aprovechando para su argumentación características propias del cuerpo humano conocidas gracias a estudios modernos. Es decir, teniendo una base incuestionable… por científica.
Tratar de estos temas me resulta normalmente difícil: uno tiene amigos y conocidos en distintos estilos de artes marciales y a veces, al poner pegas a según qué, puede parecer un ataque a esas personas. Considero no obstante que, para los que estén interesados en el avance y progreso de su habilidad, la teorización correcta del cómo y porqué de las técnicas es una ayuda y no un ataque. Así que aporto en un par de artículos conocimientos de base, creo que irrefutables (matizables, claro) y expresados en un lenguaje llano y lo más simple y entendible posible (no todo el mundo que lea esto será un experto en anatomía, fisiología y/o biomecánica humana. Por lo que espero que mis colegas y el resto de la comunidad científica sepan disculparme el lenguaje y las expresiones un tanto inexactas… y nada profesionales).

 

-Anatomía: el cuerpo humano está constituido por un soporte, una percha: el esqueleto. Cualquier movimiento que un humano hace se logra a través del músculo, esto es a través de una contracción muscular. La aplicación de esa contracción para lograr movimiento (ya sea el propio o el de un objeto externo) se llama fuerza. Todos los movimientos que realiza un ser humano implican fuerza.

 

-Fisiología: un cuerpo humano, mientras está vivo, está en renovación constante. A nivel del esqueleto, la renovación del hueso requiere calcio, vitamina d, toma de sol (en un país como España es suficiente el que te da por la calle, incluso en invierno) y tracción sobre el hueso. La degeneración del hueso conocida como osteoporosis y a la que prácticamente todos llegaremos con la edad, necesita de ejercicio (tracción en el hueso) para poder fijar el aporte de calcio y ese ejercicio debe ser de cierta intensidad. La acción del ejercicio con una cierta intensidad es claramente superior (mantenimiento de la forma física/juventud corporal/salud) a la de no importa qué ejercicio “relajado” y “sin esfuerzo muscular”… (artículo entero en la revista).


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