Atama waza

Por Sensei Pedro Hidalgo
4º Dan Karate Kyokushin
1º Dan Okinawa Kobudo
1º Dan Jujutsu
Experto Avanzado Shintaikan Yubibojutsu
www.seimardojo.com
seimardojo@seimardojo.com

 

Las técnicas de golpeo con la cabeza (Atama uchi), aunque forman parte del repertorio técnico del Karate Kyokushin, actualmente se practican con muy poca frecuencia. Sosai Masutatsu Oyama, en su obra “Vital Karate”, indica que su uso era más habitual en las Artes Marciales practicadas en el Norte de China, Mongolia, Corea y Rusia. Aunque su práctica ha quedado en el olvido, podemos encontrarlas en algunas demostraciones de Tameshiwari.
Si bien la ejecución repetida y continuada de estas técnicas puede resultar perjudicial para el practicante, son devastadoras en el combate cuerpo a cuerpo, siendo un efectivo y contundente recurso de último extremo ante situaciones límite de autodefensa. También ha sido un recurso utilizado asiduamente en las películas de acción: entre otros muchos personajes, fácilmente recordaríamos al teniente Rigs (Mel Gibson) en la película “Arma Letal” reduciendo malhechores a base de cabezazos.
Son técnicas eminentemente defensivas, incluso podríamos afirmar que de supervivencia, y se pueden utilizar en todos los ángulos, siempre en muy corta distancia. Normalmente el objetivo del golpeo será el nivel alto del agresor, enfocando hacia la cara del agresor, aunque en casos excepcionales si la distancia lo permite también se puede dirigir el ataque al nivel medio. En cualquier caso para que el Atama uchi sea efectivo debe dirigirse a puntos poco protegidos.
Antes de analizar las técnicas relacionadas, repasaremos brevemente la morfología del cráneo: formado por 22 huesos divididos en dos zonas (la bóveda craneal y esqueleto de la cara), se encarga de proteger al cerebro y los órganos principales de los sentidos (ojos, oídos y nariz). La bóveda craneal está compuesta por ocho huesos y se encajan en unas articulaciones fijas llamadas suturas. Destacaremos el hueso frontal que sirve de base del cráneo y se localiza entre los dos huesos parietales y parte de los huesos temporales. Por detrás está el hueso occipital que es la unión entre la cabeza y la columna.
Como indicamos anteriormente, es muy importante dirigir el ataque hacia zonas poco protegidas, para ello es crucial que el ángulo de golpeo sea correcto evitando autolesionarnos, además para evitarnos roturas de dientes y lesiones en la boca es recomendable mantener la mandíbula contraída en el momento del impacto. A continuación enumeraremos las principales técnicas:

 

Mae atama (ataque al frente con la cabeza). El impacto se realiza con la frente (hueso frontal) inclinando la cabeza hacia delante. Para dotar de mayor efectividad a la técnica se puede avanzar un pie, cambiando el peso hacia éste en el momento del contacto. El atemi va dirigido a la parte superior de la nariz, evitando golpear la boca del agresor, ya que su dentadura podría causarnos una herida. Esta técnica será efectiva en caso de una presa por delante con los brazos por encima de los nuestros.

 

Yoko atama (golpe lateral con la cabeza localizando al agresor a nuestro lado). El impacto se realiza con el hueso parietal inclinando la cabeza lateralmente, igual que en caso anterior el atemi va dirigido a la parte superior de la nariz.

 

Ushiro atama (golpe de cabeza hacia atrás con el agresor a nuestra espalda). El impacto se realiza con el hueso occipital inclinando la cabeza hacia la cara del agresor. Esta técnica es muy útil en caso de presas por la espalda con los dos brazos por encima de los nuestros.

 

Chudan atama. Esta técnica es excepcional respecto a las anteriores, ya que se trata de una embestida con la cabeza a modo de ariete que puede ir dirigido al estómago del adversario o al punto Kodenko, situado en la espalda del adversario. Tal como advierte el Maestro Pau-Ramon en su libro “Jintai Kyusho. Los puntos vulnerables del cuerpo humano”, Chudan atama sobre el estómago es una técnica muy arriesgada, ya que el adversario puede reaccionar violentamente y golpear con la rodilla sobre la cara. En el caso de ataque a Kodenko, la técnica se complementaría con un barrido de las piernas, agarrándolas a nivel de los tobillos por detrás… (artículo entero en la revista).


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