El Gran Maestro Fu Sheng Yuan nos ha dejado

UNA GRAN PÉRDIDA PARA EL TAIJI

.

Por José Gago Garrido

www.escueladinamic.com

.

El 27 de marzo fue un día muy triste para el mundo del Taijiquan, el Gran Maestro Fu Sheng Yuan, 5ª generación de la familia Yang, fallecía en Shanghái, a causa de un fallo cardíaco.

.

Su pérdida es irreparable y con él se va parte de la historia reciente de China y del Wushu.

.

.

Querido Maestro Fu Sheng Yuan

.

Conocí al maestro Fu Sheng Yuan en el año 2000, en un curso que organizamos en La Coruña. Desde que vi por primera vez sus movimientos de Yang Taijiquan y, sobre todo, percibí su calidad humana, comprendí que había encontrado a un auténtico Maestro, y decidí que él sería mi maestro en adelante.

En ese mismo curso realizamos la ceremonia tradicional para ser su discípulo y me comprometí para aprender a fondo y colaborar con él en la difusión del Autentico Yang Taiji en el mundo, comenzando entonces una amistad y compañerismo que se mantuvo sin interrupción los últimos 18 años.

En diversas ocasiones viajamos juntos por Europa y Asia, varias veces por año, acompañándole en muchos cursos, aprendiendo todo lo que podía. Al terminar las clases charlábamos en la cafetería o en la habitación del hotel hasta altas horas de la madrugada.

Nunca tenía prisa por dormir o descansar, para él la convivencia, estar disfrutando de la compañía de sus discípulos y alumnos, era tan importante como los cursos.

Era uno más del grupo, con sencillez y cercanía estaba con todos y se reía como un niño de las tonterías que decíamos o hacíamos, disfrutaba como un padre viendo jugar a sus hijos.

En los cursos siempre tenía una sonrisa cuando se acercaba para corregirnos; aunque a veces se ponía muy serio cuando veía que manteníamos los errores que nos había corregido el año anterior, pues su memoria también era extraordinaria: podía recordar lo que le había enseñado y corregido a cada alumno en los años anteriores, parecía imposible, pero la verdad es que se acordaba.

Me enseñó mucho del Auténtico Yang Taiji, pero también compartió conmigo muchas experiencias y lecciones de la vida.

Me enseñó que el respeto, la perseverancia, la diligencia y la sinceridad son necesarias para alcanzar las metas que uno se proponga; que la felicidad está en las cosas pequeñas, en disfrutar los momentos buenos con los amigos o la familia y aceptar con naturalidad las circunstancias de la vida, porque, como en el Taiji, el Yin y el Yang se transforman continuamente, así también en la vida las cosas buenas y malas se alternan sin cesar.

Nunca tenía prisa, cuando estábamos charlando (hasta bien entrada la madrugada, como ya he explicado) decía que nos veíamos pocas veces al año y el tiempo que estábamos juntos había que aprovecharlo y disfrutar de esos momentos, que ya dormiríamos después, un día entero si hacía falta. Nos enseñó a apreciar y disfrutar los buenos momentos y a no desaprovecharlos, a no dejarlos pasar sin más.

En los inviernos de China, él descansaba en Australia durante unos meses. Mi gran deseo era convivir con él un tiempo en Perth. Se lo comenté y dijo que lo iba a organizar, pero en los últimos años su actividad fue incesante y apenas tuvo descanso. Cada año recibía premios de la Federación China, como el de Maestro de Taijiquan más destacado de los 30 últimos años, entre otros, y su popularidad no dejaba de crecer. Continuamente estaba viajando por China, Asia, Australia, etc., y finalmente mi deseo no se pudo realizar.

.

.

Siguiendo a mí maestro

.

El mes de abril seguí a mi Maestro Fu Sheng Yuan por última vez, desde Shanghái a Yongnian, su ciudad natal.

En esta ocasión, desgraciadamente, no fue para entrenar Yang Taiji, si no, con la comitiva fúnebre, para depositar sus restos embalsamados en Yongnian, al lado de su padre, el legendario Maestro Fu Zhong Wen.

Fue un acto lleno de simbolismo y con una ceremonia digna de un emperador.

.

.

Fue un niño emigrante

.

Fu Sheng Yuan dejó su ciudad natal, Yongnian, a la edad de 10 años y se marchó a Shanghái para reunirse con su padre, Fu Zhong Wen, con el propósito de comenzar su formación, como el heredero del conocimiento de uno de los más grandes estilos del Wushu, el Yang Taijiquan.

En 1936, las últimas palabras de Yang Cheng Fu, a su sobrino, Fu Zhong Wen, fueron que enseñara el arte del Taijiquan de la familia Yang al mundo, pero Fu Zhong Wen no tuvo muchas oportunidades para viajar al extranjero.

Fu Zhong Wen fue un hombre de leyenda, alguien que había aprendido con Yang Cheng Fu, durante más de 23 años, recibiendo de él los relatos históricos de la familia Yang, sus enseñanzas, y el encargo de difundir el Yang Taiji por el mundo.

.

.

Un maestro singular e irrepetible

.

Fu Sheng Yuan aprendió Yang Taijiquan, con su padre, Zhong Wen, y con sus hermanos, también discípulos de Yang Cheng Fu, y con otros discípulos como Chui Yi Shi y Niu Chun Ming, entre otros, como se ve en la foto en Shanghái 1952. Los maestros con los que entrenó y la experiencia que acumuló son irrepetibles.

Acompañaba a su padre en los cursos que impartía por toda China, exhibiciones, campeonatos, etc., alcanzando un dominio increíble de este arte, pero siempre era humilde y respetuoso con todos…


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás