Entrevista al Maestro José Manuel Reyes Pérez

Por Aitor Arnas

 

Maestro Internacional, cinturón negro 6ª dan de la World Hapkido Federation (WHF), director regional para toda Europa occidental y actual presidente de la Federación Española de Hapkido (FEH).
Hombre de carácter amable y extrovertido, volcado siempre en su profesión, nos brinda un poco de su tiempo para acercarnos un poco más a este bello Arte Marcial que es el Hapkido y de su papel como director Regional de la WHF para Europa Occidental y presidente de la Federación Española de Hapkido. Una Federación que, conforme transcurre el tiempo, adquiere una mayor transcendencia nacional e internacional y que está adquiriendo un número cada vez mayor de licencias.

 

¿Qué es el Hapkido para usted?
Es un auténtico Arte Marcial. Se podría definir como un camino interior a seguir en la búsqueda de uno mismo y en donde no sólo el cuerpo se trabaja sino también la mente y el espíritu, buscando de esta forma el equilibrio. Es mi forma de sentir, de pensar. Es mi vida.

 

¿Cuáles y cómo fueron sus inicios?
Recuerdo que salíamos de las clases con un gran cansancio físico. Acabábamos realmente extenuados. Trabajábamos muy duro y realizábamos mucho físico. Además el maestro nos exigía correr largas distancias cada día. Era muy duro, sin embargo disfrutaba tanto que sólo deseaba que llegara el día siguiente para comenzar una nueva clase. En este sentido me considero afortunado porque transcurrido el tiempo es algo que continúa entusiasmándome, aunque ya como maestro.
Bien es cierto que todo ese esfuerzo no era algo novedoso para mi, puesto que ya llevaba tiempo practicando con dedicación el Taekwon-do desde el año 75 de la mano del Gran Maestro Lee Sung Ho, al cual también le debo mis inicios en el Hapkido. Desde aquí le envío un fuerte abrazo.
También quiero recordar a alguien con quien continuo aprendiendo el arte de la espada y de la vida en general, el Gran Maestro Lee Doung Kyu, y por supuesto recordar al Gran Master Kwang Sik Myung, que en paz descanse, al que le debo mis conocimientos y lo que soy en Hapkido.

 

¿Qué recuerdos tiene de aquellos entrenamientos?
Antes de contestar a tu pregunta, me gustaría a ser posible que en vez de utilizar la palabra “entrenamiento”, se utilizara la de “práctica”, ya que el Hapkido no es un deporte, sino un arte marcial, y por lo tanto y recordando aquello que decía el Gran Maestro Myung, utilizamos un lenguaje Marcial y no deportivo. Si te parece, continuaremos después sobre este mismo asunto.
Volviendo al hilo de tu pregunta, lo primero que se me viene a la mente es el dolor. El Hapkido es un arte marcial caracterizado por ser muy duro y es en los momentos en los que uno se inicia, cuando más posiblemente se sufre. Uno de los motivos principales de esto se debe a que practicábamos muchas caídas. Especialmente recuerdo los momentos de las luxaciones, su dolor y práctica. En los inicios es de suma importancia la paciencia, algo que por cierto hoy día pocos tienen y eso explica que sólo consigan sus fines y metas los pacientes y constantes.

 

¿Por qué considera el Hapkido un arte marcial y no un deporte?
El Hapkido es un verdadero arte marcial y no un deporte. Es Arte y Ciencia, con sus propios principios y valores fundamentales como el respeto, la humildad, la lealtad, el amor a la patria o a los padres. Estos valores son fundamentales para la práctica de este arte marcial. Con la utilización de determinados puntos de presión, en Hapkido, se puede llegar a producir la muerte, por tanto comprenderás la gran importancia que tiene a quién se lo enseñes. Un artista marcial practica, un deportista entrena. De un verdadero arte no se puede pretender hacer un deporte con sus reglas y su normativa, puesto que eso en si mismo, constriñe y merma el propio arte marcial, y en el caso del Hapkido todavía más, ya que es el arte de defensa personal por excelencia.

 

¿Qué diferencias y similitudes encuentra el Hapkido actual y el que usted conoció en sus inicios?
Lo primero a destacar es que el Hapkido se encuentra en plena y continua evolución, desarrollándose con la práctica y la enseñanza. Como maestro trato de adaptarlo a los nuevos tiempos ya que las agresiones han cambiado conforme ha transcurrido el tiempo.
Por otra parte la mentalidad de los alumnos también ha cambiado. Es por ello por lo que me gusta investigar cómo adaptar las técnicas a las situaciones de agresión actuales. Esto me hace también mejorar día a día como maestro. Hay que señalar, y esto es importante, que a pesar de la continua evolución que va experimentando el Hapkido conforme pasa el tiempo, éste mantiene sus propios fundamentos y principios básicos.

 

 

¿A qué principios se refiere?
Al agua, la armonía y el círculo.
El primero significa que el agua puede adaptarse, modelar, limar o incluso destruir la roca. Es decir, que lo que en un principio podría considerarse como un poder pequeño, puede enfrentarse a un gran poder. Esto por consiguiente significa que una persona mas pequeña o más débil que otra, no requiere de la fuerza para vencer, ya que el Hapkido, además de otras muchas técnicas, utiliza también puntos de presión a través de los cuales se puede dañar con mucha facilidad. En sus comienzos el Hapkido era enseñado únicamente a miembros de la nobleza, la familia real y los monjes, que eran físicamente mas débiles que los miembros del campo. Era un arte marcial secreto y enseñaba cómo enfrentarse con éxito a uno o varios adversarios.
El segundo hace referencia a que el cuerpo humano tiene dos corrientes de energía: la interna y la externa. Esta última es sencilla de ver: Cómo de fuerte golpeas, cuánto de rápido corres, cuánto puedes saltar, etc. Todo eso está limitado, podemos comprobarlo en la mayoría de deportes y lo vemos en los Juegos Olímpicos en donde las marcas se diferencian muy poco unas de otras. Sin embargo la energía interna no posee límites. Científicos han quedado fascinados al ver como una mujer ha sido capaz de levantar el peso de un coche al ver a su hijo debajo. Papel importante en esto que decimos lo tiene la respiración. Es por ello por lo que en cada clase practicamos ejercicios de respiración.
La filosofía coreana afirma que el universo es inmenso y que el cuerpo humano es pequeño, pero el hombre contiene lo mismo, unificándose con él. Al igual que existe la luna y el sol, el cuerpo humano también tiene dos partes que son llamados en coreano el Um y el Yang. El año tiene cuatro estaciones, el hombre tiene cuatro extremidades. Las líneas de acupuntura son doce, como los meses del año, y los puntos de presión son 365, como los días del año. Los puntos de presión pueden utilizarse de dos maneras: se puede dar la vida o quitarla con ellos. En Hapkido existen varias formas de presionar; si presionas de determinada forma puedes curar, si lo que quieres es hacer daño, un Hapkidoca o Hapkidoin puede insensibilizar, dañar o incluso matar.
El tercer principio es el círculo y habla de la unión. Cuando un hombre y una mujer se unen para tener una familia, también hacen crecer a su comunidad, al mundo y aseguran la especie. Cada uno de nosotros forma parte de un gran todo en el que debemos intentar hacer prevalecer la armonía y la paz… (artículo entero en la revista).


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