Forma un “dream team”

Por Jonathan Mendoza
Psicólogo Deportivo
info@disfrutatudeporte.com

 

En una época en la que el individualismo es una constante, es curioso ver cómo nos llama mucho la atención que de vez en cuando surjan ejemplos de personas que trabajan en equipo con éxito. Dichos ejemplos son comentados con admiración, quizás por su singularidad, quizás porque desafían la idea actual del triunfo individual como paradigma de éxito, sólo tenemos que observar los elogios que se dedican a la selección española de baloncesto o últimamente a Atlético de Madrid. Incluso, en deportes individuales como el tenis se escucha a Rafa Nadal dar siempre las gracias a su equipo.
Es posible que el mundo del deporte sea una “reserva natural” para el trabajo en equipo, uno de los pocos sectores donde ese espíritu se conserva como algo normal, cotidiano y como requisito necesario para el triunfo. Ningún deportista puede alcanzar cotas de éxito destacables si no forma equipo con su entrenador, con sus compañeros de juego, con los profesionales de apoyo (fisioterapeuta, medico, psicólogo…) pero… ¿por qué trabajar en equipo?, ¿Cómo se construye un verdadero equipo?
En el siguiente artículo intentaré desentrañar alguna de las claves que pueden ayudaros a ‘construir’ equipos de éxito. Y digo construir porque los verdaderos equipos requieren mucho trabajo y esfuerzo, no surgen por la mera coexistencia de un grupo de personas; podemos ver multitud de ejemplos de clubes que han acumulado grandes jugadores en sus filas y que, sin embargo, no llegaron a ser y triunfar como equipo.
Una de las principales causas de fracaso de este tipo de proyectos es que no dieron importancia o no ejecutaron bien alguno de los pasos de formación necesarios, imaginaros que queremos “cocinar un equipo”, ¿Qué ingredientes son imprescindibles?
Una meta. Planteamiento y desarrollo del objetivo del equipo. El líder o entrenador junto con su grupo debe encontrar respuesta a las preguntas ¿Cuál es el objetivo del equipo?, ¿Dónde queremos llegar? y una vez lo sepa ha de conseguir implicar a sus deportistas en ello de forma que compartan una meta. En este punto es importante analizar cuáles son los valores que se desprenden de ese objetivo (esfuerzo, éxito, compañerismo…) y en función de ellos comenzar a educar a los deportistas, buscando generar un verdadero compromiso.
Selección de los miembros y responsable: Imagina que un equipo de futbol estuviera compuesto por once delanteros o por once porteros, probablemente serían muy fuertes en algún aspecto del juego, pero estarían bastante limitados en otros. Cuando se forma un equipo hay que tener en cuenta que buscamos cierta versatilidad en cuanto a habilidades y conocimientos, no clones, lo único que deben ser iguales es en su compromiso con el equipo. La diversidad nos proporcionara soluciones, herramientas y recursos para trabajar situaciones complejas y cambiantes. Por supuesto, esto requiere un adecuado proceso de gestión y liderazgo, lo que nos lleva a nuestros siguientes ingredientes…
Las claves del éxito de un equipo
Uno de las acciones del deporte en la que el trabajo en equipo queda más al descubierto y puede ser observado en su máxima expresión de forma pública y desde cualquier ángulo está en la Fórmula 1 ¿A quién no le llama la atención ver la entrada a boxes de esos bólidos y comprobar cómo les llenaban el depósito de gasolina y cómo les cambian las 4 ruedas en tan solo unos pocos segundos?
Cada mecánico tiene su función, todas puestas al servicio de un objetivo común, con un sistema de comunicación gestual entrenado y con señales perfectamente definidas, se coordinan de forma que todos saben en qué momento realizar su labor, ¿os imagináis que el encargado de sacar la rueda inicia su trabajo antes de que lo haga el que le quita los tornillos? ¿O que el responsable de dar la salida al coche le da la señal sin que los cuatro mecánicos que ponen la rueda hayan finalizado su trabajo y alzado la mano?
¿Qué características son las que convierten ese trabajo en un “ejemplo perfecto” de trabajo en equipo?
La Coordinación. Entenderse con otro es más difícil que coordinarse con uno mismo. La organización y coordinación para trabajar en equipo no surge de forma espontánea, es necesario crear un sistema de horarios, funciones, responsabilidades, etc., para lograr que cada uno sepa en qué momento actuar y de qué forma. Esto, durante el periodo de formación del equipo supone una carga de trabajo mayor para el líder o gestor del grupo ya que ha de transmitir al resto cuál es el funcionamiento deseado. Es en este punto cuando algunos entrenadores o deportistas se dan cuenta de que el trabajo en equipo no es “gratis”, que hay que cultivarlo para que de sus frutos y es fácil caer en el desánimo.
El trabajo en equipo tiene muchas dificultades, es muy costoso al principio ya que exige un aprendizaje y una inversión inicial en tiempo y energía. Además, pueden surgir otras complicaciones como son:
Pérdida de reconocimiento. A personas que están acostumbradas a recibir elogios y felicitaciones por su desempeño individual les será difícil pasar a trabajar en equipo ya que pueden pensar… ¿Para qué necesito al equipo si ya me va bien a mí sólo? Es importante aquí inculcarle la idea de que como individuo puede alcanzar cierta destreza pero sólo con un equipo se llega a la cima, sólo con un equipo puede enfrentarse a las tareas más complejas, a los retos de mayor dificultad, los cuales exigen diferentes habilidades, conocimientos y energía, herramientas que sólo un equipo proporciona.
Los equipos pasan por etapas, una fase de inicio y acoplamiento, una etapa de madurez y una época de decaimiento. En la primera es normal e incluso positivo que se produzcan conflictos y desavenencias propias de un grupo que está buscando una forma de funcionamiento óptima. El grupo se está formando y encontrando su identidad, es muy importante en ella fijar unos objetivos, y casi más importante aún, comprometer a todos los integrantes del grupo con ellos.
Confianza. Los miembros del equipo deben confiar los unos en los otros, esta confianza no debe ser sólo de miembro a miembro, que por supuesto debe existir, sino de miembro a grupo, la persona debe sentir que todos le respaldan porque con ello conseguiremos que se sienta parte de algo, darle pertenencia creará un efecto llamado cohesión grupal que es el pegamento que mantiene unido al equipo.
Comunicación. ¿Cómo se transmite la información en mi equipo? Hay que distinguir la comunicación horizontal, entre los deportistas, de la vertical, del entrenador a los jugadores y viceversa. Esto es muy útil a la hora de gestionar tanto el tipo de información como la forma en que se transmite.
“La comunicación crea realidades comunes” Esta frase es una máxima del trabajo en equipo, pues para crear una realidad compartida por todos, los conceptos deben significar lo mismo para todos, por lo que es muy importante clarificar qué es y qué representan para cada deportista y para el entrenador los valores y la meta que se han elegido como comunes.
Complementariedad… (artículo entero en la revista)


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