Hu yaozhen y el trabajo interior (Neigong)

Por Jordi Vilà

taichifigueres@yahoo.es

www.facebook.com/centre.wudang

 

Hu Yaozhen (1897-1973) fue uno de los más grandes maestros de Qigong del siglo XX. Su profundo conocimiento del trabajo energético en el cuerpo humano le llevaron a diferenciar de modo claro el Qigong “para la salud” y el Neigong (trabajo interior), que él consideraba más apto para generar cambios profundos, tanto en el plano físico como en el mental y emocional. Presentamos, por primera vez para los lectores hispanoparlantes, una traducción de algunos de sus consejos para la práctica correcta.

 

Hu Yaozhen nació en el año 1897 en Yuci, provincia de Shanxi. Su interés por los ejercicios de salud, artes marciales y filosofía tradicional lo llevaron a estudiar con diecisiete maestros distintos, de los que obtuvo un gran conocimiento del Daoísmo, Budismo, Confucianismo, boxeo chino (especialmente Xingyiquan y Zi Lu Taiji) y de la medicina tradicional china.

En el año 1943, este maestro le recomendó a Hu Yaozhen que fuese a estudiar con el monje daoísta Peng Tingjun, con quien profundizó en técnicas de trabajo interior daoísta, boxeo de las seis coordinaciones de cuerpo y mente (xinyi liuhe quan) y el juego de los cinco animales de Hua Tuo (wuqin xi)[3]. También estudió el arte del bagua quan (el boxeo de los ocho trigramas), de manos del maestro Mu Xiuyi.

Otro de los mentores de Hu Yaozhen fue el daoísta Zhang Qinlin (1887-1969), seguidor de la orden daoísta de la Montaña de Oro.

Además de su dominio de las artes marciales, la medicina y la filosofía, Hu alcanzó un nivel excepcional en el arte del Qigong, que él entendía como una rama de los estudios de meditación y alquimia daoísta. Fue uno de los primeros expertos sometidos a experimentos científicos, ya que irradiaba tanta energía, que distintos medidores electromagnéticos podían captarla de forma física.

Hu Yaozhen y Liu Guizhen, otro maestro de Qigong y miembro del Partido Comunista, acuñaron el término Qigong, que llegaría a ser mundialmente conocido

Hacia 1959, Hu Yaozhen informó que había empezado a estudiar el Qigong con palo corto de manos del heredero del arte, el maestro Zhao Zhongdao, quien a la sazón contaba con ciento quince años de edad.

Acusado de contrarrevolucionario, vegetariano, homosexual y enemigo del pueblo durante la Revolución Cultural, fue desposeído de todos sus bienes por la Guardia Roja. Sufrió escarnio público, siendo insultado y humillado. Esto dañó irreversiblemente su salud, y sin nada que comer, cayó enfermo, sin posibilidad de acceder a ninguna medicina, por lo que finalmente, falleció.

Hu Yaozhen tuvo unos doscientos discípulos.

Su objetivo queda reflejado en sus propias palabras: “A lo largo de los años, me he dado cuenta de hasta qué punto mi entrenamiento en artes marciales y cultivo interior me ha ayudado en mi práctica médica (…). No es cuestión de preguntar qué faceta del cultivo de la quietud (jing gong), las artes marciales o la medicina me ha sido de más utilidad, porque todos me han ayudado mucho”.

 

 

CONSEJOS DE HU YAOZHEN PARA LA PRÁCTICA DEL QIGONG

(traducidos de los textos originales chinos)

 

DIFERENCIA PRINCIPAL ENTRE QIGONG “PARA LA SALUD” Y NEIGONG (TRABAJO INTERIOR)

Podemos decir, a grandes rasgos, que la energía movilizada en el Qigong se divide en dos categorías: en primer lugar tenemos el aliento que respiramos por nariz y boca, y que denominamos “energía posterior al Cielo” (hou tian qi). En segundo, la energía que hemos recibido mientras estábamos en el interior de nuestra madre, llamada “energía anterior al Cielo”. La energía que trabajamos en este ejercicio interior es la “anterior al Cielo” (xian tian qi), y por lo tanto, no se hará necesario poner ningún tipo de atención al aliento inspirado y espirado por la nariz y la boca.

 

SOBRE LA RESPIRACIÓN

Cuando ejercitemos esta “energía anterior al Cielo”, tendremos una sensación de “respiración” en las aberturas energéticas (qiao) en la que nos estemos concentrando en ese momento. Por otro lado, cuando hayamos alcanzado un cierto nivel, es posible que nuestro cuerpo se mueva de forma espontánea.

Hay que dejar total libertad a la respiración por la nariz y la boca. “No se debe intervenir” más de lo necesario ni hay que concentrarse en exceso. Solamente habrá que centrar la intención en las esferas energéticas (qiao). Los qiao o puntos vitales (xue) sobre los que hay que concentrarse son el dantian medio (en el ombligo), jiaji (en la 12ª vértebra dorsal) y mingmen (punto opuesto al ombligo). Normalmente, cuando nos referimos al dantian, estamos hablando del dantian medio.

En cuanto a la respiración nasobucal, si bien no tenemos que prestarle la menor atención (solamente necesitaremos respirar de manera normal), ésta será diferente de la respiración cotidiana y tendrá beneficios sobre nuestra salud. Pero para alcanzar una verdadera respiración natural y evitar el riesgo de cometer ningún error, no deberemos pensar en ella.

 

LA MIRADA INTERIOR (NEI SHI)

Tal y como explicaban nuestros antepasados, el dantian superior se sitúa entre los ojos y corresponde a la mente pensante (xin); el dantian medio está en el ombligo y corresponde a la intención (yi). Durante la práctica, los ojos estarán medio cerrados, contemplando con la intención el dantian medio.

A esta acción se la denomina “mirada interior” (nei shi) o “visión espiritual” (shen shi). Siguiendo esta mirada interior, podremos llegar a unir la mente con la intención (xin-yi); la intención con la energía (yi-qi) y la energía con la fuerza física (qi-li), movilizando de este modo nuestra energía anterior al Cielo.

Mirada interior es un término al que acudiremos a menudo. El significado del mismo es el siguiente:

Lleva tu mirada hacia el interior, hasta el dantian medio en el ombligo: escúchalo e imagínalo. No prestes atención a la respiración por nariz y boca. Conduce tu respiración nasobucal hasta el dantian medio, Cierra los ojos ligeramente, y concentra tu atención en el dantian medio.

Cuando tu mente esté concentrada, inspira la energía del dantian medio hacia el mingmen. Sigue inspirando hasta que sientas la unión de la energía de ambas partes. Cuando no puedas seguir inspirando, espera hasta que el dantian medio espire la energía hacia adelante con naturalidad. Seguidamente, vuelve a inspirar la energía hacia atrás.

De esta manera, el dantian medio alternará inspiración y espiración: esta es la respiración del dantian (dantian huxi). Hará falta que sigas espontáneamente la respiración del dantian, y sobre todo, que no te concentres en el gesto de hinchar y deshinchar el vientre, y tampoco en la coordinación con la respiración de nariz y boca.

Si no puedes hacer respirar al dantian medio, no deberás obligarlo a respirar mediante la intención, ni dirigirlo haciendo servir la respiración nasobucal. En vez de eso, lo único que deberás hacer será observarlo…


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás