Réquiem por el Judo español

Por Montse Coque

 

Los Juegos Olímpicos de Londres han concluido y el Judo español, por tercera vez consecutiva, regresaba sin obtener medalla. Un diploma ha sido el único ‘botín’ obtenido. Así regresaban a España los seis integrantes del equipo olímpico de Judo que viajaba a la capital británica: Oiana Blanco en -48 Kg., Ana Carrascosa en -52 Kg., Cecilia Blanco en -70 Kg., Conchi Bellorín en -57 Kg. y Kiyoshi Uematsu en -73 Kg., que caían en las rondas preliminares; en -66 Kg. Sugoi Uriarte llegaba a luchar por medalla pero los colores de los banderines le hacían acreedor de un amargo quinto puesto valedor del Diploma Olímpico.

 

La decisión arbitral que arrebataba el bronce a Uriarte no ha sido el único sinsabor que ha vivido el Judo español en estos juegos, con entrenadores que ni siquiera han podido entrar al Pabellón ExCel para ver a su competidor, caso de Esteban Arrillaga con Oiana Blanco que se mostraba desgarrado: “llevamos 4 años trabajando para este día, con todo un trabajo meticuloso y milimétrico de planificación, financiándonos viajes y pases de entrenador que oscilan entre los 100 y 300 euros dependiendo del torneo, se habían comprometido desde la Federación Española a facilitarnos la presencia y cuando ha llegado el momento soñado por todos, nadie se ha hecho cargo y ni siquiera contestaban al teléfono, así no merece la pena trabajar”.
Apelar decisiones arbitrales de esta índole es posible y se ha visto cómo la potente delegación de Japón, en la categoría de -66 Kg. la efectuaba y se llegaba a comprobar video para luego cambiar al supuesto perdedor que llegaba a disfrutar de unas semifinales. Para la delegación española sería harto complejo llegar a entablar este conflicto con la máxima autoridad arbitral compatibilizando el cargo de presidente de la Federación Española.

 

Muy necesaria se hacía la medalla olímpica para alcanzar la notoriedad de este deporte y buena cuenta de esta urgencia tampoco servía el balón de oxigeno de última hora con la apuesta de pretérito realizada con Isabel Fernández para batir records absurdos de participación en juegos; la alicantina, que pese a dejarse la piel en el tatami no lograba el billete para Londres y era un obstáculo para añadir presión a su compañera Conchi Bellorín que mientras mantenía este duelo lograba resultados más que discretos. Con Isabel se daba oportunidad a una atleta de 39 años dejando a un lado aparcados a nombres que destacan ya con resultados más que aparentes, categorías que han quedado desiertas de presencia en estos juegos porque ni se manejan pese a contar con nombres sólidos como Daniel Pions, Raúl Clemente, Adrián Nacimiento, David Ramírez y su hermano Javier o los que vienen detrás como Fran Garrigós, Pedro Rivadulla o Andrés Romero por mencionar algunos.

 

El Equipo Olímpico Español conservaba la misma cifra de integrantes que en la pasada edición de Beijing, la media de edad de sus seis integrantes ha sido de 31 años cuando en esta edición y la anterior los medallistas tenían una media de casi 26 años, el 80% de los metales los lograban judokas entre los 20 y 30 años, el oro pertenecía sobre todo a esa misma franja de edad y tan sólo ha habido 3 mayores de 30 en -90 Kg. con Dae Nam Song, en -52 Kg. con Kum Ae Am en -52 Kg. y en -70 Kg. con Lucie Decosse.

 

Se clasificaban seis judokas y dos de ellos en el último momento, en -52 Kg. Laura Gómez y Ana Carrascosa mantenían una lucha tan antológica como agónica y estresada, que dejaba a Carrascosa sin apenas tiempo para preparar al detalle la mayor cita. En -57 Kg. se hubo de esperar al final del proceso clasificatorio para saber que Conchi Bellorín obtenía el pasaporte olímpico por cuota continental tras hacer todo el circuito con Isabel Fernández siguiendo su estela o al contrario, también la extremeña a las órdenes de Raquel Hernández llegaba mentalmente exhausta para la preparación de tan magna cita.

 

De cara a los próximos juegos pocos nombres se barajan, al menos cinco de los que han estado en Londres ven poca probabilidad de repetir gesta de clasificación. Se presenta en modo apremiante resolver el problema, que no dilema, porque relevo y cantera existen, y han de puntuar en salidas internacionales financiadas por los propios judokas, sus clubs o familias e imposibles de acogerse a alternativas de alojamiento ya marcadas por normativa internacional, se han suprimido campeonatos de categorías inferiores como el nacional sub-23.
No se observa planificación y este año se quedaba una salida sin realizar por falta de previsión en billetaje para viajes, actualmente apenas se vislumbran nombres de cara a Río 2016. Se sigue con el modelo implantado en el 92 esperando frutos espontáneos de los clubs que son raíz y base que sustenta a este deporte, la piedra angular y fuente que provee de judokas apenas cuenta y no hay coordinación con entrenadores y preparadores que hacen el trabajo de campo día a día… (artículo entero en la revista)


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