Shaolin Chanwugong

Por Pedro Estevez Gil (Shi Yan Jia)
Monje budista 34ª generacion
Templo Shaolin – China

 

El maestro Dejian comenta que en su momento, cuando era más joven, escuchó unas palabras del célebre poeta chino Zhao Pochu que le causaron una honda impresión y determinaron de alguna manera su camino de vida. Estas palabras fueron:

 

“Practicar el budismo Chan cada día para cultivar la sabiduría y tener un corazón puro. Es el Chan la esencia, y no el Quan (Puño)…”

 

Dejian considera que el Shaolin Wugong es mucho más que combate, ejercicios o manejo de armas, o un método complejo para entrenar el cuerpo. La esencia es el esclarecimiento interno. Chan y Wu son inseparables y constituyen la verdadera herencia cultural y espiritual transmitida de generación en generación por los maestros de Shaolin, y han de ser comprendidos a través de la mente. Y antes de enseñar y entrenar a otros, uno ha de entrenarse a sí mismo. Si uno no busca alcanzar un elevado nivel de comprensión espiritual, no se puede ni enseñar ni transmitir a otros, los conocimientos y las herramientas necesarias para alcanzarlos. Abandonar la práctica para dedicarse a enseñar, es pues un error de comprensión del Chan y no conduce a ninguna parte. El resultado será sin duda pobre y superficial, no alcanzando los profundos propósitos de la practica real.

Se dice que Bodhidharma practicó en soledad y silencio frente a una roca durante nueve años (existe en Shaolin esa supuesta roca que refleja una curiosa sombra y que, según los maestros consultados, afirman ser auténtica). Pero eso no significa para nosotros que estuviera los nueve años frente a la pared, ni que nosotros debamos realizar esa acción, en detrimento de perdernos una vida feliz a nuestro alrededor. Representa mas bien un modelo de conducta espiritual, una determinación firme y sólida de alcanzar unas metas concretas.

Dejian dice que el Chan es natural, que no puede ser explicado ni descrito, ni tampoco revelado a través de las palabras, pero que no se puede enseñar sin ellas. Pero las palabras adecuadas y precisas en cada instante y momento, señalando un punto, pueden ser la clave para el despertar. Incluso un pequeño gesto o una mirada, pueden ser la llave para darse cuenta de algo. Esto es lo que quiere decir cuando dice “enseñar con el corazón y no con las palabras”. El maestro Dejian considera la vida como limitada. Uno puede leer y comprender un complejo libro, o sentarse a contemplar las nubes, y esto resulta casi siempre beneficioso, sin duda, porque todo lo que acontece es una enseñanza. Por ello uno debe aprender a estar despierto y saber valorar cada minuto, cada segundo de nuestra existencia. Las palabras han de ser expresadas con gentileza y encanto y los hechos mostrarse con sabiduría. El Chan se manifiesta con naturalidad cuando uno ha alcanzado un conocimiento sobre todo lo esencial en la vida, pero no hace alarde de ello, ni de sus logros espirituales. No puede ser compartido, porque si lo hace se pierde su esencia pura. Se convierte en algo “sobre” el Chan, no en el Chan mismo.

Al maestro Dejian le gusta comentar las cosas y las enseñanzas mediante las metáforas y los dichos tradicionales…

“Vive cada instante y aprecia el destino”… “La impermanencia es la única regla permanente en la vida”…

Él ha elegido el Shaolin Chan Wu Yi como su misión, abandonando riquezas y fama, cosas por las que la gente se esfuerza en demasía y se convierten en infelices.

Como reza el popular dicho chino “Todas las artes marciales bajo el cielo nacieron en Shaolin”, el Kungfu tradicional realmente tuvo sus raíces –en la inmensa mayoría de los casos– en el Templo Shaolin. De acuerdo con los archivos de Shaolin, existen 708 formas de Shaolin Quan. Las formas requieren la unión y equilibrio entre movimiento y calma, equilibrio entre Yin y Yang, la mezcla entre fuerza y suavidad, y la integración del espíritu interno y la forma física externa.

Quizás el aspecto más conocido y representativo de esto es el Liu He Quan (seis armonías), que coordina manos y pies, codos y rodillas, espalda y pelvis, mente y pensamiento, pensamiento y Qi, y Qi y poder… (artículo entero en la revista).


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