Terapia con ventosas: Un legado nómada para los deportistas de élite

Por José Patricio Andreu
T.S. en Nutrición y Dietética
Medicina Tradicional China
5º Dan Uechi-ryu Karate
www.hyozan.es
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El pasado veintiocho de agosto, el peleador de artes marciales mixtas, Connor McGregor, aparecía en su perfil oficial de Instagram con los eritemas normales después de haber sido sometido a una sesión de terapia con ventosas, durante su preparación de regreso al UFC. Su rival, el ruso Khabib Nurmagomedov, afirmaba haber hecho uso de la misma desde que era un adolescente. En los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, grandes deportistas como Michael Phelps o Alexander Naddour fueron captados por las cámaras luciendo diferentes círculos en la piel consecuencia de la misma terapia, pero, ¿qué es realmente la terapia con ventosas y cuáles son sus beneficios?
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Algo de historia

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Se pueden encontrar las primeras referencias al uso de las ventosas como método terapéutico ya en los Aforismos de Hipócrates, en los Tacuinum Sanitatis, inspirados en las Tablas de la Salud del árabe Ibn Butlan, en el Canon de Avicena, o en la Medicina Castellana del médico judío Musa Ben Sasún.
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Muy empleadas en la medicina de la Edad Media e impulsadas por los médicos árabes, caerían en desuso en Europa tras abandonarse las teorías humorales en beneficio de la creciente teoría celular. Más tarde, serían rescatadas por médicos ilustres como los alemanes Christoph Wilhelm Hufeland y Auguste Bier, o el francés Gaston Lyon, tal y como quedó reflejado en sus escritos.
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A pesar de los esfuerzos de algunos médicos en Europa, fue en las tradiciones asiáticas donde supo conservarse, practicándose de forma habitual en los sistemas de salud oficiales de países como China, donde es conocida como Ba Guan, o Me Bum en la tradición médica tibetana. Ambas tradiciones, china y tibetana, han bebido la una de la otra, pero es en el Tíbet donde, seguramente por su posición estratégica, su medicina atesora, salvaguarda y aúna diferentes técnicas ancestrales provenientes de las tradiciones balnearias europeas, del Ayurveda de la India y de los pueblos nómadas de Mongolia. De este modo, han sido los diferentes pueblos nómadas extendidos a lo ancho y largo de la amplia meseta tibetana, alejados y mal comunicados, bajo unas condiciones de vida extrema, quienes más han reclamado la utilización de la terapia por su simplicidad y efectos inmediatos.
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De forma curiosa, fue también en ambas tradiciones médicas donde primero se utilizaron las ventosas en forma rodada o de masaje, posiblemente influenciadas por la teoría de los canales de circulación de la energía y la sangre, acompañadas por el uso de aceites especiales, o de otras técnicas como la acupuntura, en contraposición con el uso fijo y sin masaje que se le dio en Europa.
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Usos tradicionales y evidencia científica
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Tradicionalmente, la aplicación de ventosas fijas o rodadas se ha usado en lesiones traumáticas de los tejidos blandos, como hematomas, esguinces y roturas fibrilares; en traumatismos articulares, para la rigidez que acompaña a los miembros tras la inmovilización y curación después de una fractura, en forma de masaje activador; en lesiones no traumáticas como las rigideces y dolores cervicales, dorsales y lumbares; o en otros procesos dolorosos como ciática, fibromialgia y contracturas musculares, gracias a sus efectos provocando vasodilatación y favoreciendo la circulación de la sangre…


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