Tras los orígenes de las esgrimas de palos de Canarias

Segunda Parte

Por Alfonso Acosta Gil
wt-cartagena@hotmail.com

En un trabajo aparecido recientemente en Internet y titulado “Nuevas teorías sobre los orígenes de las esgrimas”, por Celestino C. Macachor, un autor de origen filipino, éste pretende demostrar en su artículo que el Juego del Palo Canario podría tener sus orígenes en las Islas Filipinas y que fue llevado hasta las Islas Canarias por un Gobernador de las Islas Filipinas (entre los años 1635 – 1644), posteriormente fue nombrado por el rey de España Capitán General de Canarias (1659 – 1660), y en eso basa todos sus argumentos.
Quizás por desconocimiento y mala información, el autor pasa inadvertido el hecho de que D. Sebastián Hurtado de Corcuera solamente gobernó las Islas Canarias durante un periodo muy corto de tiempo, apenas ocho meses de mandato antes de morir el día 12 de Agosto de 1660, cuando ya contaba con una avanzada edad. Para mayor desgracia de ese autor, su teoría se desmorona aún más si el mismo supiera que aunque Sebastián Hurtado de Corcuera era de origen vizcaíno, fue criado en las Islas Canarias desde muy joven por un tío suyo, D. Pedro Hurtado, que era en aquellos años el inquisidor de la Fe. Por lo tanto, hay muchas más probabilidades de que Hurtado de Corcuera adquiriera conocimientos de esgrima y manejo del palo en su niñez por pertenecer a una familia noble, que no en su vejez. Fue allí en Filipinas, en la plenitud de su vida, cuando alcanzó un reputado prestigio como militar, consiguiendo gobernar las islas por un periodo de nueve años.
Mucho antes del descubrimiento de América, las Islas Canarias ya eran parte de la corona española, siendo un puerto estratégico para la flota de navíos que recorrían la ruta hacia las nuevas colonias en América. Los navíos españoles hacían siempre escala en Canarias para repostar víveres antes de iniciar la travesía del Atlántico. Muchas ciudades sudamericanas fueron fundadas por familias españolas, pero principalmente por andaluces y canarios, ya que para la corona española era de vital importancia establecer lo más rápidamente posible núcleos de población en las nuevas colonias. De tal forma que les era mucho más rentable movilizar a los españoles que vivían en el sur de España cerca de los puertos desde donde partían lo navíos, que no los que provenían de otras regiones más distantes.
Desafortunadamente muchas de estas esgrimas de palos extendidas por todo el mundo siempre fueron utilizadas por la gente humilde más que por las clases sociales aristocráticas. El analfabetismo típico de este sector de la población y el largo periodo de tiempo transcurrido, contribuyó inexorablemente a sepultar las verdaderas raíces históricas de estas artes. Ésta es la principal razón por la que en la mayoría de países no exista una constancia documental sobre sus orígenes. Nosotros, con los pocos matices fidedignos que poseemos, especulamos y pretendemos afianzar todas nuestras hipótesis.
Pero para dar crédito a una reflexión de esta índole basada únicamente en la mera especulación, hay que tener siempre muchas cosas en cuenta. Primero, que los autores de libros y artículos siempre tuvimos la tendencia a exagerar las cosas, al igual que los historiadores de aquella época a magnificar sobre los hechos que acontecieron en sus hazañas y batallas. Sin embargo, en los pueblos sometidos o culturizados se da el efecto contrario, se intenta siempre desmitificar y minimizar la influencia que se ha obtenido del pueblo invasor. Por eso, en esta época de sensibilidad cultural y corrección histórica, no debemos dejar que el amor y la pasión que sentimos hacia nuestras propias tradiciones nos deslumbren tanto los ojos, que nos aparten realmente de la verdad. Debemos ser cautos a la hora de tratar las realidades históricas tal como son, con el objetivo de clarificar errores y no caer en la misma ingenuidad con la que se han escrito muchos artículos sobre los orígenes de estas artes.
La historia del manejo de las esgrimas de bastón han discurrido siempre paralelas a la historia de la propia humanidad. En muchos países (Norte de África, Mauritania, Egipto, Italia, Portugal, Francia, Inglaterra, Irlanda, India, etc.)… (artículo entero en la revista).


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