Ving Tsun, ¿un estilo femenino?

Por Erika Azadali Domínguez

Asociación Ving Tsun Kung Fu
www.vingtsun-avtk.com

 

El sistema de Ving Tsun es un arte marcial originario de China, que forma parte del genéricamente denominado Kungfu. Tal vez sea uno de los estilos más extendidos por los continentes debido a la gran difusión que ha tenido generación a generación.

 

Existen diversas teorías acerca del origen del Ving Tsun, pero la mayoría de ellas aceptan que fue fundado durante la Dinastía Ching (siglos XVII y XVIII d.C.), derivado de la tradición marcial del Monasterio Shaolín (Siu Lam). La leyenda más difundida es la que explicó el mismo Gran Maestro Ip Man, considerado como el difusor del Ving Tsun moderno, y que atribuye su fundación a una monja de Shaolin, llamada Ng Mui. Dicha leyenda cuenta que la citada monja, tras tener que exiliarse junto con otros cuatro monjes (los “Cinco Ancestros del SiuLam o Shaolín del Sur”), viajó por distintas provincias, y durante ese tiempo se dedicó a optimizar sus conocimientos en artes marciales, facilitar su enseñanza y hacerlo más eficiente. En otras versiones se cuenta que Ng Mui se asentó en la provincia de Sichuan, en el Monasterio de la Grulla Blanca, en las montañas de Emei. Allí se inspiró al ver una lucha entre una grulla y una serpiente, extrayendo de ese modo los movimientos que luego formarían el sistema. Según Yip Man, la monja enseñó el sistema a una joven llamada Yim Ving Tsun, quien utilizaría el sistema para evitar casarse a la fuerza con un pretendiente, tal y como finalmente consiguió. De ese modo, la joven Yim Ving Tsun fue quien seguidamente difundiría el sistema de lucha y daría nombre al mismo; llegando su línea de descendencia al Gran Maestro Ip Man.

 

Dada la atribución de su fundación a una mujer, muchos citan que el Ving Tsun es un sistema femenino, ¿pero debemos entenderlo así? Si analizamos las características principales del sistema, observamos que éstas se centran en la relajación, estructura, conexión de la fuerza y uso del centro. Todas ellas pueden conseguirse por un practicante, con mucho entrenamiento y tesón, pero si atendemos a las condiciones generalizadas del hombre (fuerza, potencia, resistencia…) y las de la mujer (rapidez, agilidad, flexibilidad…), puede parecer que el sistema haya sido pensado según las condiciones de ésta última, que no las del primero. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, la prueba es que el sistema ha sido mayormente difundido por hombres, y practicado por los mismos; y sin duda, es un sistema contundente que busca la eficiencia en el combate cuerpo a cuerpo.

 

Cuando hablamos de relajación en el Ving Tsun se trata de no estar rígido ante un ataque, sino dejar pasar la fuerza, para luego atacar por la línea central. Todo ello, debido a que una resistencia mayor puede llevarnos a perder nuestra estructura en el combate, así como nuestra frontalidad ante el oponente. Ahora bien, dicha relajación debe ejecutarse de forma equilibrada, de modo que, se dejará pasar aquella fuerza que resulte superior a la que uno deba soportar, y sobre todo, cuando ese ataque se desvíe de nuestra línea central. Un elemento que evidencia la relajación en el sistema es el efecto “látigo” o “muelle” en la ejecución del puño, generando a corta distancia mucha más potencia al no bloquear la fuerza generada.

 

A su vez la estructura resulta vital en el sistema, dado que su base se enfoca desde el eje y línea central, consiguiendo de este modo conectar la fuerza. La posición en piernas en abducción, llamada Yee Chi Kim Yeung Ma, y de la que parten el resto de acciones, se efectúa con el fin de conectar las seis articulaciones principales (tobillo, rodilla, cadera-cintura, hombro, codo y muñeca), y generar más potencia en los golpes; así como mantener una base que permita los giros, desplazamientos y patadas. Ahora bien, el resto de articulaciones deben estar a su vez alineadas, y seguir una correcta estructura para que la conexión de fuerza no se pierda.

 

Por otro lado, en el Ving Tsun se hace uso del centro y su objetivo es mantener la frontalidad con el oponente: no se persiguen sus manos, sino su estructura. Con dicha práctica se consiguen varios objetivos: se ataca el eje central del oponente con el fin de debilitar su ataque y estructura; se consigue, asimismo, defender la propia línea central de los posibles ataques; y por último, permite atacar las zonas más sensibles del oponente, y los ataques resultan más efectivos.

 

Existen otras ideas y conceptos que forman parte del sistema, y que deben seguirse de forma estricta, tales como: la simultaneidad en la ejecución de las técnicas (ataque y defensa); controlar el ataque del oponente, realizar una presión constante respecto del mismo cuando este se retira, y controlar su estructura, y todo ello, para luego golpear, cuando la mano esté libre (Loi Lao Hui Sung Lat Sao Jik Chong).

 

Volviendo a las principales características del sistema, si analizamos las técnicas existentes apreciamos que todas parten de la relajación y que, por su función, se podrían catalogar en cinco grupos en los que se puede ver claramente la idea de sistema “suave” o “femenino” del Ving Tsun:

 

1. Acciones que desvían el ataque del oponente: son aquéllas que permiten desviar un ataque, ya procedan desde una línea central o circular, como los dirigidos a la parte superior como inferior del tronco. A modo de ejemplo, encontraríamos la técnica de Lap Sao, que permite desviar hacia un lado, ya sea derecho o izquierdo, un ataque que se dirija a nuestra línea central; así como el Bong Sao, que desvía un ataque cuando éste hace peligrar nuestra estructura y bloquea o colapsa la posición del codo… (artículo entero en la revista).


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás