Descubre tus tesoros ocultos
Por Santos Nalda, Natalia Nalda y Pablo Nalda
Existe un medio antiquísimo, al alcance de todas las personas, capaz de generar múltiples beneficios físicos y psicológicos, que se denomina meditación (Zen, Mindfulness, Vipasana, Lectio divina, etc.) una práctica sencilla que ha sido estudiada científicamente y se ha comprobado la realidad de sus efectos positivos tales como:
– Aumenta el número de pliegues en la corteza cerebral
– Reduce el impacto emocional del dolor
– Genera más conexiones cerebrales
– Hace descender la presión sanguínea.
– Fortalece el sistema inmunológico.
– Refuerza el autocontrol
– Produce calma, paz y serenidad
– Mejora la autoestima y la autoconfianza
-Refuerza el sistema inmunitario, etc.
Tal vez porque es gratuita y todas las personas pueden beneficiarse de ella, no es conocida, valorada y utilizada como se merece. El lector encontrará en las páginas del libro que aquí presentamos las principales claves para iniciarse en alguna de las modalidades más conocidas de meditación, y podrá optar por aquella que mejor se adapte a sus necesidades o preferencias, con la certeza de que cualquiera que se la elegida le proporcionará excelentes resultados.
En la primera parte del libro se exponen las principales características de diferentes formas de “aquietarse” con las indicaciones precisas para comenzar la práctica sin la ayuda de nadie.
En la segunda parte nos ocupamos en señalar los principales “tesoros” que laten ocultos y descuidados en el fuero interno de cada persona, y que basta despertarlos para que le ayuden a vivir mejor y a superar cualquier problema.
Con toda seguridad la lectura de esta pequeña obra aportará al lector una valiosa ayuda para conocerse, aceptarse y superarse.
El arte de aquietarse
“La mente es un mono inquieto saltando de rama en rama, en busca de frutos por toda una selva interminable de sucesos condicionados” [Buda]
Siddharta Gautama, también llamado Sakyamuni, y conocido como Buda, fue un hombre religioso nepalí que vivió entre el siglo V y IV antes de Cristo, y al que se considera el fundador del budismo.
En lenguaje sánscrito, Buddha significa: despierto, iluminado, inteligente. La palabra Buda no es un nombre propio, sino un título, categoría o adjetivo para definir a “alguien que está despierto” o “que ha des- pertado a la realidad”. Todos podemos ser Budas.
Qué es aquietarse?
Aquietar el cuerpo, la mente y el corazón es, sencillamente, hacer un alto en toda actividad, sentarse y quedarse inmóvil para reposar y sosegarse, haciendo el silencio discursivo y emocional, abandonando por unos minutos los pensamientos, las preocupaciones, los proyectos, las emociones, los deseos, los temores, etc.
Es detenerse para ser espectador de sí mismo y tomar consciencia de lo que pienso, lo que siento, lo que digo, lo que hago y el por qué de cada pensamiento, emoción o acto.
Por qué aquietarse
Es fácil constatar que el modo de vida actual, activista y consumista, en el que todo es urgente y cambiante, genera insatisfacción, inquietud, inseguridad, estrés… el individuo tiene que atender tantos frentes ya sea de manera obligada o caprichosa, que no le queda tiempo para encontrarse consigo mismo y darse cuenta de si ocupa bien las horas de sus días, o si podría vivirlas de otra manera más satisfactoria.
La finalidad de aquietarse física, mental y emocionalmente, es orientar debidamente la existencia, conocerse mejor y aminorar la agitación cotidiana que obstaculiza la percepción del verdadero sentido de la realidad.
Cómo aquietarse
1.- Escoge un lugar o habitación tranquila, ordenada y limpia, en la que no haya corrientes de aire ni humedad, pero que esté bien ventilada, si es posible alejada de ruidos. Que no esté demasiado iluminada ni tampoco a oscuras… (artículo entero en la revista).
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