Por Nieva Larraya y Josetxo Rubio
Fotos: Javier Noain y Agustín Peña
“La búsqueda de la técnica es la perfección interior del individuo que la cultiva”.
Shirai Hiroshi nació en Nagasaki en 1937 y diecinueve años después comenzó a practicar Karate en la Universidad de Komazawa bajo la dirección de los maestros Nishiyama, Tsujima y Kase; discípulos directos del “inventor” del Karate moderno, Gishin Funakoshi.
Pronto se vio atraído por la competición y en el año 1962 se convirtió en Campeón del Mundo en los campeonatos de la Asociación Japonesa de Karate, tanto en la modalidad de Kata como en la de Kumité.
Su afán por divulgar este Arte Marcial, le llevó a formar parte, de febrero a octubre de 1965, de la expedición de instructores de dicha asociación destinada a difundir el Karate Shotokan fuera de Japón. Junto con Kase Taiji, Kanazawua Hirokazu y Enoeda Keinosuke, viaja por Estados Unidos, Sudáfrica y Europa, ofreciendo demostraciones y enseñando esta disciplina.
En ese mismo año, se estableció en Milán (Italia) donde ha vivido desde entonces. En la actualidad es 10º Dan otorgado recientemente por la Federación Japonesa de Karate y Presidente de la SCI (Shotokan Cultural Institute).
El Maestro Shirai, estudioso de este deporte por el cual profesa una absoluta entrega, consideró que el aspecto de auto-defensa del Shotokan Karate ha estado un poco “a la sombra” de Kumité y Kata. Entonces, comenzó a elaborar su propia visión de la defensa propia y de su incorporación en la práctica de Karate Shotokan. Este enfoque recibió el nombre de Goshindo.
Disciplina que, a diferencia del Karate tradicional en el que el rival se encuentra enfrente, incorpora enseñanzas para hacer frente a un atacante que viene de todas las direcciones.
Este pasado fin de semana dejó parte de su sabiduría en nuestra ciudad en un curso organizado por la Federación Navarra de Karate, antes, nos atendió amablemente y esto es lo que nos relató.
¿Qué va a intentar inculcar a sus alumnos en este curso?
El estilo Shotokan tiene como esencia la base. Esta base es la que hay que perseguir y buscar. Los tres puntos esenciales del Karate son Shin, Gi y Tai: Cuerpo, mente y técnica; y eso se engloba en el trabajo de base que voy a intentar desarrollar en este curso.
¿Qué es para usted el Karate?
El Karate es serio, sincero, verdadero. En resumen… una forma de vivir.
¿Ha cambiado mucho el Karate desde que usted lo aprendiera?
Sí que en los años 58, 59, 60… comenzó un Karate más deportivo, más proyectado hacia el mundo occidental y mucho más encaminado a la competición.
Pero desde que yo aprendí a hacer Karate, he seguido una línea de conducta que no tenía intención de variar, ni he variado.
¿Qué tiene el Karate de antes que no tenga el de ahora y viceversa?
Algo sí que ha cambiado. Cuando llega la época del “Karate moderno”, por llamarlo de alguna forma (que hemos comentado antes), las técnicas de Kihon, que son los métodos programados para ejecutar la base, cambiaron en función de las necesidades que se tenían para buscar ese “Karate deportivo”.
Entonces en ese aspecto, ciertamente hubo unos cambios.
¿Cómo era el Maestro Shirai como competidor?
Cuando yo fui a la Universidad de Komazawa, en unos tiempos muy difíciles para Japón en aquella época, mi idea competitiva era ya muy fuerte y en mi segundo año académico ya me inicié en la competición.
Más tarde entré en la JKA (Japan Karate Association) donde, desde 1959 a 1963, todo el tiempo estaba trabajando para preparar las competiciones. Quizás no fue un tiempo muy largo, pero sí muy intenso. De hecho llegué a proclamarme Campeón del Mundo.
Yo trabajaba, como es normal, las técnicas de pies y brazos pero, sobre todo, buscaba también la idea de no ser golpeado y alternaba las estrategias defensa – ataque. No tenía una táctica vinculada a mi personalidad, la variaba para evitar ser golpeado.
Ahí radicaba la estrategia: cambiarla “momento a momento”.
¿Qué tiene que tener un buen luchador de Karate?
Lo primero que tiene que tener es el espíritu que corresponde al Shin – Gi – Tai (cuerpo, mente y técnica), lo segundo, el físico: debe poseer fortaleza y resistencia; asimismo, inteligencia para ser capaz de percibir rápidamente los cambios gestuales del adversario.
Y algo muy importante también, que acepte los consejos del maestro, lo que éste le proponga e indique… (artículo entero en la revista).
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