La importancia de las posiciones Mah Pou
Por Juan Morales
Presidente Asociación Cheung´s de Pak Mei Kung Fu, España
http://pakmeispain.blogspot.com.es/
Antiguamente los maestros de los diferentes estilos de Kungfu tenían la costumbre de transmitir, enseñar y legar sus conocimientos por medio de palabras clave, refranes, dichos y poemas. Pues bien, de este modo me enseñó el estilo Pak Mei Pai mi Sifu Cheung Koon Shing, y es desde esta experiencia personal vivida con él y con otros maestros tradicionales de diferentes estilos, a través de conversaciones mantenidas y en muchos casos entrenamientos con ellos, que escribo este artículo.
1) Une los tres muelles cinéticos del cuerpo (piernas, columna vertebral, brazos).
2) Defender las 4 puertas.
3) Las posiciones y los desplazamientos son como un carro, las manos son una avalancha de flechas.
4) El Poder se genera a partir de las articulaciones. La Fuerza se origina en los talones.
5) Si no hay fuerza en las piernas, no hay fuerza en las manos.
6) El caballo te lleva a la guerra.
7) Las manos como una rueda de molino, la cintura rígida como la madera, el tronco como una montaña, el caballo como el agua del rio.
8) En el punto donde golpeen las manos, allí también estarán los ojos y el caballo.
Estos son solamente una mínima muestra de estas frases, refranes, dichos y poemas a los que me refería al principio, y que tanto en la cultura occidental como en la oriental se han usado durante cientos de años para memorizar, enseñar y sobre todo transmitir a las futuras generaciones los conocimientos que nuestros ancestros deseaban legar, conceptos basados en la experiencia y en la sabiduría acumulada a lo largo de toda una vida. Escribir sobre todas estas frases daría para una enciclopedia…
Estas frases juegan con la gramática, formando pequeñas estrofas que, en muchos casos, no son comprendidas hasta que no se han leído y escuchado muchas veces o, en todo caso, hasta que no han sido desveladas por tu maestro en su sentido más esencial. Estas frases se trasmitían habitualmente de forma verbal, y se repetían asiduamente para que el alumno interiorizara las enseñanzas que atesoraban en su interior.
Como es sabido, la cultura marcial oriental está totalmente impregnada por el uso de estos nombres, frases, palabras, refranes y poemas para transmitir sus enseñanzas, ciertamente muy influenciados por las religiones que se profesan en estos países: budismo, taoísmo, confucianismo, etc., todas ellas muy proclives a usar esta forma de transmitir sus creencias.
El Kungfu tradicional en concreto ha desarrollado y sigue desarrollando la enseñanza en base a estas palabras clave, frases, refranes y poemas que, como he comentado antes, fueron creadas para recordar o enfatizar en la memorización y el aprendizaje de los conceptos, principios y técnicas de cada estilo particular del Kungfu tradicional. Muchas de ellas estaban concebidas de forma que sólo el aprendiz pudiese saber lo que le estaba enseñando su maestro. Esto principalmente se hacía para que nadie, sin el consentimiento del maestro pudiese saber cuáles eran las técnicas, conceptos o incluso el nombre de la forma a aprender, ya que el refrán en cuestión estaba formado por palabras y nombres de animales reales o míticos, e incluso personajes o situaciones que los maestros acordaban para hacer que el aprendiz memorizara, interpretara y entrenara las técnicas de un modo concreto, y que sólo los pertenecientes al clan del estilo eran capaces de identificar.
Como primer ejemplo, estaría el propio nombre de este artículo: “mah pou”, cuya traducción al español es “pasos de caballo”. Realmente si no eres un practicante de artes marciales chinas, esta expresión podría identificarse tal vez como propia de la hípica o de la equitación, cuando en realidad está haciendo referencia a la enseñanza de las posiciones y desplazamientos dentro del Kungfu tradicional.
En este artículo he querido escribir sobre lo más básico del Kungfu tradicional, sobre lo que normalmente y durante siglos ha sido el principio para todo practicante novato tradicional de artes marciales chinas: los pasos de caballo, el mah pou, el trabajo de las posiciones básicas del estilo, estáticas primero y en movimiento después. En esto consistía lo que todo aprendiz hacía cuando era admitido por un Sifu en su Wu Guan de Kungfu. Este entrenamiento era y es muy importante para cualquier maestro tradicional.
Este entrenamiento además servía y sirve para generar información en dos direcciones, una hacia el maestro, ya que le permite evaluar al nuevo alumno, no solamente en su fuerza física y psíquica, sino también en su disciplina, respeto e incluso de hasta dónde está dispuesto a sacrificarse para aprender el estilo y así poder ser admitido dentro del clan de la escuela. Este duro entrenamiento era útil para valorar no sólo la forma física del novato, como ya he comentado, sino también y muy importante en el aprendizaje del Kungfu tradicional, la paciencia y la fe que el nuevo alumno depositaba en el maestro y en las enseñanzas que éste le empezaba a transmitir. Así pues no era en absoluto habitual que el maestro anduviera explicando al novato el significado de estos primeros ejercicios… (artículo entero en la revista),
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