Aikido. El secreto de la importancia del desequilibrio

Por José Santos Nalda
5º Dan de Aikido, Maestro Nacional
Especialista y 1º Dan de Judo

 

Una gran mayoría de practicantes creen que existen “secretos” que multiplican la eficacia de las técnicas, que quisieran descubrir o que alguien se los revelase… pero la realidad es que los verdaderos secretos se encuentran en el buen conocimiento del cuerpo y de la mente, y no en toques o gestos “mágicos”. Vamos a exponer algunos de ellos, tan sencillos como fundamentales, para lograr la tan ansiada eficacia.
Las disciplinas modernas del Budo, herederas del saber milenario del Bu-jutsu, siguen transmitiendo y enseñando la gran importancia que tiene conseguir desequilibrar y mantener en desequilibrio al adversario en el transcurso de un combate.
Una persona sólo puede disponer de todos sus recursos de acción cuando está o mantiene el equilibrio corporal, mental y anímico, ya sea en la práctica de las artes marciales, como en cualquier otra situación de la vida.
Una persona que ha perdido el equilibrio corporal, mental o anímico, es vulnerable en extremo a cualquier intención o acto dirigido contra ella.
Para enfrentarse con total disponibilidad de los propios recursos frente a situaciones adversas, es fundamental e imprescindible conservar el equilibrio corporal, mental y emocional o anímico.

 

Reacciones instintivas prioritarias

Frente a lo imprevisto, la amenaza o el peligro, el ser humano puede reaccionar de manera instintiva o reflexiva, pero en ambos casos el “gen de supervivencia” establece unas prioridades de intervención que son:
1.- Mantener o recuperar el equilibrio perdido (corporal, mental o anímico).
2.- Huir, escapar de ese peligro o amenaza.
3.- Resistir, oponerse, luchar.

Cuando el individuo pierde el equilibrio por accidente o provocado por otra persona, su capacidad de razonar se bloquea, y su voluntad e intención queda encadenada al deseo de recuperar la estabilidad, lo demás no cuenta ni se percibe, porque sólo desde la estabilidad se puede huir o resistir (supervivencia).
En Aikido, cuando Uke bien equilibrado apresa a Tori, toda su atención está focalizada en su intención de sujetar y no dejarle escapar, pero si Tori consigue crear el desequilibrio corporal de Uke, éste abandonará la atención y la fuerza de su presa para centrarla en el deseo de recuperar la estabilidad.
La misma función cumple el atemi o el kiai para distraer la atención de Uke en sus agarres, aflojar la presa y facilitar la rotura de su estabilidad.
Tori no puede lograr la máxima eficacia en sus acciones si no consigue permanecer y conservar una buena estabilidad.

 

Las funciones hegemónicas o prioritarias del cuerpo humano

Ante la necesidad de realizar una acción, el cuerpo humano intentará conservar por todos los medios la prioridad de estas funciones:
– Poder respirar
– Tener las manos libres
– Mantener los pies en el suelo para conservar o recuperar el equilibrio
– Mantener la mirada en dirección horizontal

 

El periodo refractario psicológico

El término período refractario psicológico se refiere al período de tiempo durante el cual la respuesta a un segundo estímulo es considerablemente más lenta debido a que el primer estímulo todavía se está procesando.

Un potencial de acción o impulso eléctrico es una onda de descarga eléctrica que viaja a lo largo de la membrana celular, produciendo un cambio muy rápido en la polaridad de dicha membrana, de negativo a positivo y vuelta a negativo, en un ciclo que dura milisegundos… (artículo entero en la revista).


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