Aikijûjutsu. La defensa personal samurái

Por Luis Nogueira Serrano
Presidente European Bugei Society
Fûryûkan Bugei Dôjô
www.bugei.eu
.
Continuamos el artículo de la edición anterior en el que tratábamos las formas de defensa personal del samurai, el jûjutsu. En esta ocasión vamos a tratar una versión singular y con personalidad propia de la anterior, el aikijûjutsu. Somos conscientes de que esta disciplina, en lo que se refiere a su nombre y orígenes, entre otros, no está exenta de polémica, pero en nuestro cometido habitual aspiramos a arrojar algo de luz en la materia.
.
Aunque el término aikijûjutsu (lit. arte flexible del encuentro de la energía) es de acuñamiento relativamente moderno (s.XIX) y plenamente ligado a la tradición de daitô ryû, de Takeda Sokaku, bien es cierto que este maestro reutilizó el término, casi olvidado entonces, de aikijutsu o aikinojutsu (ya no exclusivo de dicha tradición), empleado para denominar un arte secreto, presumiblemente desarrollado por el clan Minamoto, que pasó a llamarse clan Takeda durante el periodo feudal y que se posteriormente fue adoptado por el clan Aizu, al norte de Japón. Esta hipótesis oficial, no siendo la única que existe, es la que defiende la daitô ryû, pero de relativamente escasa verosimilitud para algunos historiadores. Desde nuestra humilde opinión, resulta difícil argumentar en un sentido u otro y preferimos centrarnos en el arte que hoy tratamos.
.

.
De igual manera, a muchos lectores familiarizados con daitô ryû les saltarán las alarmas que escriba alguien totalmente ajeno a dicha tradición. No es nuestro interés hablar precisamente sobre dicha tradición sino sobre las vinculaciones del aikinojutsu con el jûjutsu que, aunque no de forma generalizada, trasciende el ámbito de la tradición anteriormente mencionada. En concreto, en lo que atañe a la escuela que sí podemos hablar, ogawa ryû, el término seguramente también se introduzca en un periodo coetáneo al siglo XIX, aunque sus técnicas puedan trazarse tiempo atrás.
.
Para esta tradición, el anteceder aiki tiene una función de distinción con respecto al jûjutsu, ya que hereda ambas formas y tienen rasgos lo suficientemente diferentes y de entidad entre ellas para separarlas. Mientras que el jûjutsu se basa en los principios de adaptación (simplificando: al empuje o tracción del atacante) y el uso de mecanismos de palanca para maximizar resultados; al aikijûjutsu se le suman los mecanismos de torsión para mantener al oponente a distancia, generando toda una gama distinta de controles, proyecciones, etc. Esto permite una elevada eficiencia en sus técnicas, siendo ésta otra de las grandes características de la disciplina. Pero esto es solo una de las múltiples virtudes técnicas que ofrece esta disciplina, veamos más.
.
El concepto de kuzushi también presenta algunas diferencias notables entre estas dos disciplinas hermanas. Mientras que en el jûjutsu se provoca un desalineamiento de la estructura corporal en relación con la base de sustentación para anticipar el colapso; en aiki se busca que el cuerpo del oponente quede incapacitado para una reacción inmediata, obligando a una recolocación para poder resistir o contraatacar. Esto se consigue mediante las acciones conjuntas de flexión (o extensión) y la torsión del tronco. No obstante, en niveles más avanzados de la materia se habla de sukima (lit. espacio, abertura) en lugar de kuzushi, teniendo un sentido de creación del vacío, que antecede el colapso mientas que tori adquiere una situación de salvaguarda y dominio.
.

Foto Rebeca Roca

.
Desde la toma del contacto, el aikijûjutsu prioriza el control del oponente, optimizándolo paso a paso. En la intercepción se emplea el musubi (lit. conexión, atado), consistente en manipular desde el primer contacto manteniendo una presión constante que impida una liberación directa del atacante. Éste se encontrará en una situación más perjudicial para su liberación según se desarrollen los movimientos. Esta cadena de acciones busca lograr dos principios importantes de la disciplina: transferir la energía ubicándola en el punto concreto; y drenar la fuerza resistente del adversario.
.
Pudiera parecer incoherente con lo anterior que las técnicas puedan desarrollarse mediante las siguientes dos vías: tsukamae (lit. arresto) o hodoki (lit. liberación). Nos referimos al hecho de que pudiera parecer contradictorio que una técnica que se base en mantener el contacto continuo pueda devenir en una acción de lanzamiento, pero esto tiene su razón de ser en la necesidad de proyectar a los oponentes contra otros que nos asedian o contra un obstáculo que garantice una mejor situación personal en la defensa, por ejemplo, en caso de que podamos esgrimir un arma.
.
Otro rasgo distinguible es la profunda influencia que otras disciplinas del bugei, como el kyûjutsu (ver El Budoka 2.0 nº 53), bajutsu (nº 76) y, muy especialmente, el kenjutsu e iaijutsu, se manifiestan en sus guardias, desplazamientos, somática y concepción técnica. Para este estilo se hace indispensable el conocimiento profundo de estas disciplinas para poder tener un entendimiento completo de la técnica.
.
El uso de atemi (ver El Budoka 2.0 nº58) también presenta singularidades a destacar. Por un lado, las mecánicas de descarga del golpe son más propias de artes como la esgrima, de la que hemos hablado anteriormente, que de cualquier otra influencia marcial. Como en el jûjutsu, el golpeo no es un fin en sí mismo, ya que forma parte del repertorio en su conjunto, que tiene por objeto la defensa efectiva y el aprisionamiento del atacante. El empleo de tsubo (lit. punto de presión; en esta acepción), que tampoco le es exclusivo, pero que cobra una dimensión más refinada y sibilina, siendo parte relevante de la técnica, no solo actuando sobre ellos mediante golpeos, sino también dentro de las propias tomas y controles.
.
Los contenidos de esta materia en nuestra tradición son ingentes. En el nivel inicial shoden, se presentan un total de diez series de kata (de ippon me a juppon me), sumando un total de 100 secuencias en las que se ilustran las bases técnicas en defensa contra agresiones desarmados en posición de pie. Además, se añaden otros estudios de formas tradicionales seiteigata, destacando:
.
– El tantô shirahadori (lit. apresar al oponente con cuchillo) desarrolla la peligrosidad del arma blanca estudiando pormenorizadamente los riesgos y cómo protegerse ante ellos. El estudio básico consta de 20 secuencias de kata.
.
– El shinken shirahadori (lit. apresar al oponente con espada real) en el que se aplican defensas contra un agresor armado con una katana de acero. Las técnicas analizan tanto la situación de desenvaine (lo cual puede tender a equivoco atendiendo al nombre del estudio) o con la espada desenvainada.
.
– El nuki tôdomegaeshi  (lit. contrar la detención del desenvaine de katana) analiza el contexto de que nuestro desenvaine sea bloqueado y respondemos empleando técnicas de aiki en lugar de forcejear para lograr nuestro desenvaine. En el nivel inicial se estudian 10 formas dentro del prisma de esta disciplina.
.
– El fuidome (lit. detener lo imprevisto) trata sobre las formas de defensa cuando el atacante se cierne sobre nosotros de forma totalmente inesperada. Se analizan 10 formas por cada una de las 3 aproximaciones. Sus técnicas se realizan en su formato en suelo, pero se puede trabajar sus variaciones en posición en pie.
.
En paralelo, se desarrolla un método analítico en el que se presentan 15 técnicas de control y 30 técnicas de derribo/proyección fundamentales (sin contar variaciones) que son aplicadas en varias versiones ante diferentes situaciones de agarre (5 tipos en 10 puntos en 3 aproximaciones) y de ataque. Además, este método se aplica en un keiko formalizado de 30 formas, así como un anexo de 50 formas que presentan una serie de fundamentos más avanzados de esta disciplina. Estas prácticas enlazan con los apartados de jiyû renshu (lit. práctica libre), donde el atacante (o atacantes) se abalanzan sobre el defensor de forma libre y éste puede realizar cualquier técnica oportunamente. A esto debemos añadir el estudio de suwari (lit. sentado) o defensa en suelo en el que se desarrollan 50 formas básicas.
.
Otro apartado son las secuencias técnicas que desarrollan de forma más libre aprisionamientos concretos como sugi kudaki (lit. aplastar el cedro), hane kudaki (lit. aplastar las alas), entre varias decenas de técnicas, partiendo desde variadas situaciones y mediante diferentes procedimientos específicos para cada una.
.
A esto, y aún en el nivel de shoden, hay que añadir lo que se conoce en nuestra tradición por métodos , y que ya hemos hablado en textos anteriores, refiriéndose a apartados que quedan definidos por conceptos y no por kata (ejemplos de referencia). Uno de los grandes valores de estos métodos es que son seña de identidad de ogawa ryû, no existiendo en otras tradiciones. Entre ellos se encuentran:
.
– El renkaku (lit. continuar la toma) es un método consistente en defenderse contra intentos de arresto y no contra una agresión. No obstante, su rasgo más distintivo es que presenta un desarrollo de técnicas de defensa contra técnicas de proyección cuando el aikijûjutsuka se encuentra en una posición de melee, siendo tomado del cuerpo o del traje.
.
– El mutokudori (lit. capturar con virtud/respeto militar) trata de formas de aproximación, reducción y arresto empleando los principios y elementos técnicos del aikijûjutsu.
.
– Entre muchos otros…
.
Es erróneo pensar que la práctica de esta disciplina se limita exclusivamente al empleo del cuerpo desarmado ya que pueden emplearse armas de apoyo. De hecho, la vinculación entre la esgrima y esta materia tiene origen en la aplicación de las técnicas armados con katana (entre otras) cuando somos tomados para ser arrestados, conocida como kiri tôdomegaeshi. Consecuencia singular de esto es el uso de bastones como el (ver El Budoka 2.0 nº 77) o el (nº 78) para este fin, conocido como taiho (lit. arrestar) que nos ofrece un nuevo escenario de aplicación de los principios y técnicas de esta materia.
.
Finalmente, resta el análisis de la defensa contra varios oponentes. Por un lado, se estudian, todavía en el nivel inicial, 20 formas de defensa contra 2 o más atacantes que pretenden reducirnos y atarnos siendo conocidas como shibarareta (lit. siendo restringido/atado). Nuestra intención no puede ser nunca la de enfrentarnos de tú a tú contra ellos, sino pretendemos buscar una oportunidad para poder recuperar una situación más favorable. Esto es soltarnos de ellos, normalmente mediante giros o elementos técnicos de aiki que obstaculice a los atacantes, provocando su incapacidad de mantener el agarre, incluso cayendo, permitiéndonos la suelta y la posterior nueva situación en la que podemos esgrimir un arma que nos ofrezca mejores garantías de supervivencia.
.
Caso diferente es el de tomura no heihô (lit. la táctica de la puerta de la aldea) en el que también nos defendemos contra varios oponentes, pero con un resultado totalmente distinto. En este caso el objeto sí es que los atacantes queden apresados tras las técnicas, pudiendo ser ataques sucesivos o al mismo tiempo. Evidentemente, a más número de atacantes y a mayor simultaneidad las posibilidades se reducen. El curioso origen del nombre de este apartado proviene de una antigua táctica de la tradición en la que los prisioneros eran atados en la periferia de la aldea haciendo que además de las cuerdas, las posiciones de las extremidades obstaculizaran el movimiento de los reos.
.
Habiendo realizado un recorrido superficial por una parte significativa del programa del nivel shoden de esta disciplina en la tradición de ogawa ryû para ilustrar los variopintos contenidos de esta fascinante disciplina nos queda ofrecer al lector una presentación gráfica en forma de vídeo que demuestra algunos de las técnicas y métodos tratados durante este texto y que esperemos que sean de valor al observador. Puede encontrar el enlace inmediatamente después del siguiente párrafo. Finalizamos quedando a disposición, a través de nuestras vías de contacto, de atender cualquier duda e inquietud que puedan surgir….


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás