Cuerpo Humano 2

Por Francisco Girona

 

Relajación: la relajación, tal como se suele hablar normalmente de ella en estos ambientes, no existe. Relajados están los muertos (tras el rigor mortis, claro). Los humanos, nunca. El músculo está “colocado” en el interior del cuerpo con un cierto grado de estiramiento, de tensión (tono muscular). Si no fuera así, a la hora de ser requerido para hacer un movimiento debería pasar de relajación total a tensión, perdiendo un tiempo considerable en caso de movimiento rápido. También evitando de esta forma lesiones porque, como saben los que ya cuentan una edad, los movimientos explosivos o bruscos (levantarse del sofá, giro de cabeza por sonido… en fin, cosas de alta intensidad combativa como veréis) son motivo de frecuentes dolores musculares/tendinosos, debido al violento tirón que le da el músculo al hueso, tirón que suele notarse más en la zona tendinosa. En otro capítulo de cosas, a la hora de realizar un movimiento, el pre-estiramiento muscular (que se consigue al adoptar tal o cual posición de partida en, por ejemplo, los brazos) permite una mayor explosividad en el movimiento (por favorecimiento del tono muscular de base, es decir, estamos incrementando el tono, el grado de tensión). Este pre-estiramiento suele coincidir con los 90º (reales, no aparentes) de la articulación afecta. Por eso en AAMM se pone el puño en la cintura para golpear recto y por esa razón convendría preguntarse si realmente es adecuado ponerlo bastante más arriba de la cintura (casi a nivel del pezón) alegando una mayor rectitud en el golpe… pero sin tener en cuenta el exceso de pre-estiramiento, que actúa al revés (ocasiona que tarde más en dispararse… es decir, afecta al tono muscular y por ende a la velocidad de la contracción muscular).
En cuanto al tema de “se es más rápido relajado”, eso puede ser una buena idea en boxeo o en deporte de competición: dura bastante (no es fácil aguantar 12 asaltos de 3 minutos). Pero eso nunca ha sido así en las artes orientales marciales (y creo que en ninguna marcial). No hay relajación como tal en una situación real. Si relajas el cuerpo, si bajas la guardia, si pierdes la alerta, el asunto no funciona. Es como una pelea de animales, como una escena de caza: un mandril no se relaja ante un leopardo, una cebra no lo hace ante una leona. Algunos y desde hace mucho, creyeron que las artes marciales y los deportes de combate modernos eran lo mismo, que la diferencia eran las técnicas (los movimientos). Algunos, demasiados, confunden “tensión” con “rigidez” o “agarrotamiento”.

 

Sentido preeminente: los humanos no somos auditivos ni táctiles. Nuestro sentido pre-eminente es el visual. A nivel de reacción, existen diferencias en la velocidad de reacción según el sentido sensorial elegido. La reacción más rápida es a estímulo auditivo. No obstante, debería recordarse que las peleas empiezan a distancia, que antes de poder retorcer un brazo que viene hay que contactar con él y que, a diferencia del gimnasio o la demostración, las personas, una vez se disparan lanzan golpeS y no UN golpe. Existen poquísimas personas (¿habéis visto alguna?) capaces de parar un golpe, agarrar el brazo, retorcer y desequilibrar o inmovilizar… en pelea real. Es decir y ese es el quid, capaces de hacerlo antes de que llegue la segunda mano y les fastidie el asunto. Eso es lo que hace que, pese a cientos de cursillos de control y proyección (eso que los chinos engloban en una especie de sub-estilo llamado ‘camna’) las policías de todos los países sean un desastre a la hora de controlar o inmovilizar a sujetos que no se dejan. Se requiere mucha práctica para desarrollar tanto el sentido del tacto, que se puedan seguir los movimientos del oponente y cambiar la llave/control según hacia dónde quiera escaparse. Pese a que la civilización humana no sería posible sin el “invento” fundamental, la mano, los humanos funcionamos en base a la coordinación “sentido visual-mano” (ojo-mano) y no en base a la coordinación “sentido del tacto-mano”. La relación “técnica aprendida en gimnasio/similitud con técnica ejecutada en competición” es muchísimo más alta en boxeo (coordinación ojo-mano) que en judo de competición (agarre al kimono, guía del sentido táctil): no es fácil ver contrallaves y ni tan siquiera proyecciones aisladas “limpias” en judo; existen un considerable número de boxeadores capaces de realizar golpes, compitiendo, técnicamente irreprochables. Lo cual es muy significativo, pues en boxeo el gran problema es “discriminar” (dónde está, qué hace) y ese problema es mucho menor en judo, en el que normalmente ya se parte de un contacto (agarre)… (artículo entero en la revista).


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás