Entrevista a Sensei Víctor Font

Por J. Sala
Redacción de EL BUDOKA 2.0
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Sensei Víctor Font es el más puro ejemplo de que las artes marciales, y Mugendo en este caso, pueden ser la ayuda y la tabla de salvación de una persona que atraviesa una situación complicada.
Gracias a su fuerza de voluntad, a sus compañeros de arte marcial y a su mujer, logró sobreponerse y seguir adelante y labrarse un porvenir al frente de la escuela Mugendo Manresa.
Siguiendo la máxima de no ponerse límites, su intención es crecer, y viendo cómo ha ido gestionando su vida hasta ahora, le auguramos éxitos y aciertos de la mano de Mugendo.
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Buenos días Víctor y muchas gracias por dedicarnos tu tiempo.
Empecemos por el principio, ¿Desde cuándo practicas artes marciales?
Yo había practicado judo durante muchos años siendo un niño, pero lo dejé por otro deporte por razones de tiempo. Aunque siempre se quedó ahí la espinita de hacer un arte marcial.
Ahora, ya hará casi 10 años, conocí Mugendo y siguiendo su filosofía (camino sin límites) no me impuse límites y el camino me ha llevado a tener mi propia escuela.
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¿En tu entorno más próximo hay más personas practicantes de artes marciales? ¿Cómo llegaste a vincularte con estas disciplinas?
La verdad es que en mi entorno no hay mucha gente aficionada a las artes marciales y, a parte del judo que hice en la infancia, llegué a Mugendo un poco por casualidad.
Realmente estaba pasando por una etapa de estrés laboral y cada día pasaba por delante de la escuela de mi sensei pensando que entrenar ahí me ayudaría a controlar el estrés. Un día di el paso y recuerdo salir de la clase de prueba agotado pero extasiado. Sentí que ese deporte era para mí. Desde entonces fui alumno, empecé a ayudar compaginándolo con mi trabajo como ingeniero y, poco a poco, empecé a darme cuenta que la parte del día que me llenaba era la que pasaba en la escuela.
Esto, sumado a un repunte de estrés que empezaba a afectar a mi salud, ya que me causaba migrañas, me hizo decidirme a apostar por un sueño y a buscar la felicidad. Di el paso de tener mi propia escuela.
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¿Qué te aportan las artes marciales a ti como persona?
Como he dicho, a mí directamente me salvó la salud, pero lo que más me llena es ver el efecto que tiene en los demás. Me ha permitido hacer una aportación a la sociedad.
He visto casos increíbles de mejora en la autoestima, evoluciones en casos de autismo, mejoras en la timidez, casos como el mío de estrés laboral, historias personales que te comenta que gracias a Mugendo han podido superar una situación difícil.
Pero lo mejor es ver entrenar a niños y adultos con una sonrisa continua durante todo el entrenamiento.
Las artes marciales me han hecho feliz.
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¿Qué personas, instructores y maestros destacarías en tu trayectoria marcial?
Me gustaría destacar a Damià, que nos conocimos en la escuela, nos hicimos amigos y fuimos subiendo juntos hasta el examen de cinturón negro. Más adelante me asesoró e impulsó para abrir mi escuela.
Mis instructores y compañeros, Instructor Jordi, Instructor Albert, Instructor Marcos, Sempai Pol, Sempai Rubén y Sempai Sergio, que me enseñaron desde el inicio, no solo el arte marcial, sino también el arte de enseñar.
Sensei Samuel me hizo crecer exponencialmente como artista marcial y Master Ricardo Gress siempre se ha mostrado como un pilar en el que apoyarse para poder hacer crecer la escuela. Su experiencia y liderazgo de Mugendo es un valor añadido.
Dejo para el final a mi Sensei Javier Piernas. Él ha hecho que un sueño se hiciese realidad. Me enseñó, me hizo crecer, me apoyó, me aconsejó. Y cuando le comenté que querría tener mi escuela, pensé que me diría que estaba loco y, al contrario, se volcó en el proyecto, me asesoró y acompañó, y gracias a él estoy donde estoy.
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¿Qué puntos fuertes utilizarías para atraer el interés de personas ajenas hacia esta disciplina?
Mugendo es un arte marcial moderno, lo que significa que está en constante cambio y se adapta tanto a las necesidades de los alumnos como a las de la sociedad.
La gran diferencia frente a las artes marciales tradicionales es el poder adaptar esas necesidades específicas de un alumno y trabajarlas en pro de su evolución física y marcial.
El sistema de entrenamiento de Mugendo está basado en valores específicos para lograr el correcto funcionamiento y aplicabilidad de las técnicas en cada ejercicio, teniendo la disciplina, el autocontrol, la coordinación y la memoria como pilares de esto.
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Una persona que se forme a través de Mugendo, puede elegir si desea competir o no… ¿Cómo se gestiona?, ¿cómo se inclina el alumno por una u otra opción, qué pasos y recomendaciones ofrecéis?
Seguimos la máxima de no poner límites. En nuestro caso, nunca se obliga a nadie a competir, pero si algún alumno da el paso, nos volcamos y le entrenamos para que el alumno sienta que va a afrontar la competición con garantías. El alumno decide y nosotros acompañamos sus decisiones…


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