Hônô Embukai

 

Memoria de un sueño realizado: Hônô Embukai en Yasukuni Jinja

 

Por Marcos Sala
Sekiguchi Kenryû, Musô Jikiden Eishin Ryû iaijutsu Komei Jyuku
Ryôen Ryûko, Ryôen Ryû naginatajutsu
Honbuchô España

 

En 2001 empecé levemente mi camino en el budô con un corto paso con el judô, entrando a un keiko regular a finales de 2001 en kendô y iaidô Zen Nihon Kendô Renmei, empezando años más tarde Shintô Musô Ryû jodô y Okinawa Kobudô, muchas alegrías ocurrieron durante todos esos años en todas estas disciplinas, grados conseguidos y trofeos-medallas ganadas además de muchos amigos y magníficos sensei. Gracias a estas artes marciales, especialmente a Vicente, mi sensei de Shintô Musô Ryû jodô entré en contacto con Musô Jikiden Eishin Ryû iaijutsu Komei Jyuku aprendiendo directamente de su líder, el 21º representante Sekiguchi Takaaki Komei sensei, para poco más tarde conocer a Shimizu Nobuko sensei que lidera Ryôen Ryû naginatajutsu, convirtiéndome también en alumno directo. De entre estas alegrías, destaco la responsabilidad de que tanto 21º Sekiguchi Komei sensei como Shimizu Nobuko sensei me escogieran para representar sus respectivas escuelas en España (Honbuchô), y con posterioridad que me nombraran Sekiguchi Kenryû en iaijutsu y Ryôen Ryukô en naginatajutsu pasando a ser casi como un hijo suyo. Estas pensaba que eran las mayores alegrías que podría recibir, pero faltaba un sueño por cumplir…

 

Yo no me embarqué en el estudio del budô por hacer deporte, tampoco por hacer amigos, por ganar trofeos o por tener títulos, mis motivos más directos estaban relacionados con el amor que profeso por la cultura japonesa y la historia y el arte en general. Yo estudié Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, y en ello me he especializado, centrándome además en el arte japonés en los estudios de postgrado-doctorado. Este mismo interés lo deposito en el iaijutsu y la naginatajutsu, así como el reihô y las tradiciones culturales tradicionales japonesas. Siempre he sido acérrimo defensor de que un budôka debía disponer del llamado bunbu ryôdô (marcialidad y cultura) para sentirse completo. Por todos estos motivos es imaginable la alegría que sentí cuando mi maestro, el 21º representante de Musô Jikiden Eishin Ryû iaijutsu, Sekiguchi Takaaki Komei sensei me confirmó que me permitía participar en el Oshogatsu Hônô Embukai de Yasukuni Jinja (demostración sagrada de principios de año en el Santuario Yasukuni) y que mi maestra de Ryôen Ryû naginatajutsu, Shimizu Nobuko sensei me cediera su puesto al lado de Sekiguchi sensei en la ceremonia de Ôharai (Ceremonia de barrido de malos espíritus y protección realizada en el Oku no In o sancta sanctorum del templo, lugar normalmente reservado para Sacerdotes Shintô) de este Santuario.

 

El Santuario de Yasukuni se erigió en 1869 coincidiendo con el fin del Periodo Edo y del Bakufu Tokugawa e inicio de la Restauración Meiji (1868). Su fundación estaba ligada a honrar a los caídos en las Guerras Boshin, convirtiéndose en un santuario donde se honra a los héroes de la patria. Pese a las connotaciones políticas del santuario debido a su implicación en la IIª Guerra Mundial, sigue siendo hoy en día uno de los santuarios Shintô más importantes de todo Japón y estrechamente vinculado con la Casa Imperial. Los primeros días del año se realizan numerosas celebraciones y en el incomparable marco del Nôhgakudô se llevan a cabo demostraciones de budô, danza, música y teatro tradicional japonés.

 

Recapitulando, mis maestros me permitían participar en la cultura japonesa mediante una de las más sagradas ceremonias Shintô en uno de santuarios Shintô más importantes de Japón, y en este contexto realizar una demostración de budô. ¿Qué mejor muestra de bunbu ryôdô puede existir al aunar cultura y religión japonesa con budô? Mi sueño se había hecho realidad.

 

El día 31, tras comer el exquisito y tradicional toshikoshi sôba a las 00:00h en casa de mis suegros, me acosté sobre la 1am teniendo que levantarme a las 4:30 am para poder vestirme, peinarme y dirigirme desde mi emplazamiento, en Yokohama, hasta el Yasukuni Jinja en Tôkyô.
Llegué a las 7:30 am al Santuario para esperar y recibir a los sensei, la primera en llegar fue Obiki sensei, a quien me presenté debidamente, después vi aparecer a Onoe Masato san, quien a pesar de ser nada menos que el nieto del 20º representante de Musô Jikiden Eishin Ryû iaijutsu, Onoe Masamitsu (sensei del 21º Sekiguchi Komei sensei), me demostró su humildad, cercanía y trato amistoso. Poco después vi aparecer a Sekiguchi sensei acompañado de Noguchi sensei, y tras de saludarnos alegremente, entramos al recinto del teatro Nôh donde, en las bambalinas habían acondicionado dos habitaciones para que tanto hombres como mujeres por separado pudiéramos descansar y prepararnos antes del enbu. Antes de que diera comienzo el embu, Sekiguchi sensei convocó no sólo a los miembros de Komei Jyuku sino a los miembros de las otras escuelas que participaban en el evento para realizar un discurso de ánimos, pero por otro lado para concienciar de la importancia del evento, pidiendo una absoluta y total seriedad y entrega en la demostración sagrada que estábamos a punto de llevar a cabo. Sekiguchi sensei dijo que daba igual la disciplina que practicáramos, pero que todos debíamos salir con el pensamiento que lo que hagamos en este principio de año será el reflejo de lo que haremos durante todo el año, que nos están observando nuestros amigos y familiares en el público, pero que desde el cielo nos miran nuestros antepasados y también los dioses de Yasukuni así que debíamos hacer que todos ellos estuvieran orgullosos de nosotros.
En la sesión matutina del Oshogatsu Hônô Embukai el día 1 de enero, las escuelas que participaron fueron:

 

Musô Jikiden Eishin Ryû iaijutsu Komei Jyuku es un koryû (escuela antigua) fundada entre la Era Eiroku (1558-1570), la Era Genki (1570-1573) y la Era Tenshô (1573-1592) por Hayashizaki Jinsuke no Shigenobu. Según la mayoría de los especialistas y estudiosos de la historia japonesa, fue la primera escuela en especializarse en el arte del iaijutsu, articulándolo y ordenándolo. Musô Jikiden Eishin Ryû procede del feudo de Tosa, de la familia Yamauchi en la línea de Tôkyô y está reconocida por la Nihon Kobudô Kyôkai bajo el liderazgo del 21º sucesor legítimo de la escuela Sekiguchi Takaaki Komei sensei (artículo publicado sobre este koryû en El Budoka 2.0 nº 15).

 

Ryôen Ryû naginatajutsu está liderado por Shimizu Nobuko sensei. Centrándose en el manejo de la naginata y el tantô de Jikishinkage Ryû bajo los conocimientos adquiridos de la 17º sôke Toya Akiko sensei, que le concedió 8º Dan Hanshi a Shimizu sensei. También se estudian formas de etiqueta, protocolo derivadas de Ogasawara Ryû reihô y transmitidas por el 32º sôke Ogasawara Tadamune sensei, que le concedió a Shimizu sensei el Menkyô Kaiden y el nombre de Ryôen.

 

Kofu Ryû es una escuela de kenbu o danza guerrera liderada por Noguchi Fukuko shihan. En ella se enseña danza sin armas, con tessen (abanico de guerra), tessen con katana, yari (lanza) y tessen con yari.

 

Kokusai Shintaijutsu Renmei es un gendai budô que estudia distintos tipos de taijutsu, zen y shugyô. En el enbu demostraron técnicas similares a karate en kata y bunkai, así como proyecciones, luxaciones y trabajo de jo.

 

Tenshin Ryû hyôhô es una escuela fundada en la Era Kan-Ei (1624-1645) que depende del 9º sôke Nakamura Tenshin que ya ha designado al 10º sôke, Kuwami Masakumo. Los Yagyû de Shinkage Ryû kenjutsu permitieron al fundador, Tokizawa Hyahei crear una línea aparte, dentro de los “Ura Yagyû” bajo el nombre de Tenshin Ryû. En el embu demostraron técnicas de iaijutsu tanto en odachi como en kodachi, aunque trabajan muchas armas y disciplinas al ser un sôgô bujutsu.

 

Shin Musô Muraku Ryû hyôhô es una escuela que bebe de las enseñanzas que derivaron y se transmitieron de las técnicas de Hayashizaki Jinsuke no Shigenobu, fundador de Musô Jikiden Eishin Ryû y Tamiya Heibei Narimasa, 2º sôke de MJER a través de Nagano Muraku Nyôdô Kinrosai, 3º sôke de MJER. Realmente me impresionó la destreza de su representante en el embu, Otsuka Tomoyuki, así como su humildad y cordialidad como persona… (artículo entero en la revista).


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás