Por Miguel A. Ibáñez Espinosa (artículos publicados)
6º Dan Nihon Tai Jitsu
5º Dan Aikijujutsu Kobukai
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Como viene siendo habitual en las últimas ediciones de EL BUDOKA 2.0, en este nº 70 de enero de 2023 tenemos la suerte de poder seguir conociendo a personas que han colaborado en el desarrollo de las artes marciales de nuestro país.
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En esta ocasión el maestro José Luis Rivera (8º Dan, Renshi Nihon Tai Jitsu, 8º Dan Nihon Jujitsu, 7º Dan Sambo y Defensa Personal, 7º Dan Defensa Personal Policial…) nos ha brindado la oportunidad de conocerle y nos ha explicado su visión del Nihon Tai Jitsu.
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El NTJ nacional tiene la suerte de contar con numerosos altos grados, muchos de ellos con toda una vida dedicada al Nihon Tai Jitsu, como en este caso, siendo algunos de ellos practicantes de la primera generación y otros alumnos directos de esos pioneros de los años setenta. El maestro Rivera ha sido alumno de NTJ de otro de los pioneros, el maestro Antonio Enjuto.
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Tengo entendido que comenzó sus andaduras marciales a través del Judo ¿Cuándo comenzó a practicar Artes Marciales? ¿Cuáles ha practicado a lo largo de estos años?
Efectivamente, yo comienzo practicando Judo en el colegio y un día conozco el Tai Jitsu de la mano de mi maestro, Antonio Enjuto. Yo llevaba a mi hermano a otras actividades al Polideportivo de El Soto en Móstoles, en esa época yo tendría doce años y no me interesé por el Tai Jitsu, sino por la defensa personal. Antonio entonces anunciaba Tai Jitsu, Judo, defensa personal… Tengo el recuerdo de él en esa época aprendiendo el programa de la mano del mismo maestro Roland Hernaez… aún recuerdo que ese día trabajaba el primer Kata y en clase éramos tres o cuatro. Con él hice numerosos viajes a Francia, le estuve haciendo de Uke, hasta que fui segundo Dan, durante cuatro y cinco horas diarias. Además, tuve la suerte de conocer de su mano a alguno de los mejores maestros de la época como Raymond Lebrenn o Roger Decramer, él organizaba los cursos pagándolos de su bolsillo, sin apoyo de nadie.
Hasta que fui quinto Dan me dediqué en exclusiva al Tai Jitsu, luego he trabajado otras disciplinas como el Kokkar, defensa personal policial, etc. Pero básicamente soy un hombre del Nihon Tai Jitsu.
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¿Cuales fueron sus primeras impresiones al respecto del mismo?
Ahora que miro hacia atrás tengo claro que nuestro trabajo era la defensa personal pura y dura, además Antonio nos iba metiendo el trabajo de la técnica de base y los Kata, pero todo ello con una orientación de defensa personal y sobre todo orientado hacia la eficacia. Tengo el recuerdo de irme de clase siempre con algo útil que me servía y que en un momento de necesidad podía usar.
Los entrenamientos eran muy intensos, guardo el recuerdo del trabajo intenso que Antonio desarrollaba y las sensaciones que me dejaba después de ser su uke. Esas sensaciones a mí me permitieron saber si mi técnica funcionaba o no, porque cuando funcionaban con Antonio yo lo notaba en mi cuerpo y luego yo buscaba esas sensaciones.
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José Luis Rivera aplicando Yubi Kantsetsu.
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El Maestro Antonio Enjuto es probablemente un gran desconocido para nuestros jóvenes taijitsukas. ¿Qué nos podría significar de su forma de ver las artes marciales y el Tai Jitsu en concreto?
Antonio siempre ha sido un hombre súper-discreto, ni yo que he sido su uke durante muchos años y que he pasado con él innumerables horas de tatami, puedo darte muchos datos concretos… Empezó su trabajo en las artes marciales estando en Suiza como emigrante, y después se adentró en el Judo hasta que conoció el Tai Jitsu, pero si hay algo que tengo claro es que su forma de entender el Tai Jitsu iba orientada hacia la eficacia en la defensa personal. Él era un hombre de la noche, trabajaba en un ámbito en el que la técnica tenía que funcionar sí o sí, porque si no te podía costar caro. Él entendía el Tai Jitsu como un método de defensa personal que te permitía hacer una misma técnica de una forma sencilla o emplear esa misma técnica con una gran complejidad, pero sin abandonar el mismo concepto. En clase nos enseñó eso y sobre todo insistió en la eficacia. Un día, cuando cumplí 18 años, me preguntó si quería saber si lo que me había enseñado funcionaba o no y me llevó a trabajar con él en el mundo de la seguridad y la noche. ¡Te puedo asegurar que funcionaba!
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¿Cómo ha evolucionado su forma de ver las artes marciales con respecto a lo que vio en esos primeros años?
Pues si te soy sincero, mi forma de entenderlas no ha evolucionado mucho… Me mantengo bastante fiel a ese espíritu inicial del mi maestro y del Tai Jitsu que conocí en esa época. Yo conocí un método de defensa personal y ahora tengo que dedicar mucho tiempo a los kata y las técnicas, estando más cerca de un arte marcial que de un método de defensa personal. Ahora no puedo dedicar todo el tiempo que me gustaría a la aplicación, porque al fin y al cabo los alumnos tienen que superar unos exámenes y si lo hiciera como a mí me gustaría saldrían muy perjudicados en los tiempos para poder presentarse a los mismos.
Por el contrario, sí creo que el Nihon Tai Jitsu ha evolucionado alejándose un poco de la defensa personal de esos primeros años y acercándose, entiéndaseme bien, a un arte marcial. El Tai Jitsu se inventó para la defensa personal, el maestro Hernaez creó, a mi modo de ver, el mejor método de defensa personal que se ha hecho, pero posteriormente hemos ido introducido otras cosas que inicialmente no estaban, como los Kata, el Kihon, etc., que lo hacen mucho más rico, pero lo alejan de su origen. Por eso, aunque trabajo todo el programa, intento mantenerme lo más cerca posible del espíritu inicial.
Como ejemplo te diré que para mi examen de tercer Dan de Nihon Tai Jitsu, en Temple sur Lot (Francia), no me pidieron ni un solo Kata. Eso sí, tuve que hacer aplicación ante todo tipo de ataques. El maestro Raymond Jugeau me pidió, una vez que ya había aprobado, que volviera a demostrar las técnicas que había hecho con “ataques reales”. Ahí mi Uke, Agustín Martín (8º Dan NTJ) pagó los “platos rotos”… tal fue la realidad de los ataques y las defensas que casi le arranco una uña en una de las técnicas. En ese examen, los maestros, entre los que se encontraban Roland y George Hernaez, primaron la eficacia hasta tal punto que aprobamos solo dos candidatos para tercer Dan, un francés y yo, habiendo numerosos suspensos, que si bien eran técnicamente correctos, no fueron eficaces.
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Usted ha trabajado otros sistemas de combate más tácticos como el Kokkar, además, tengo entendido que hizo el servicio militar en la policía militar del Ejército de Tierra ¿esto le ha condicionado en su trabajo posterior del NITAIPOL?
Muchísimo. Tengo que decir que guardo un gran recuerdo de esa etapa de mi vida, llegué a Melilla llorando, pero también que me marché llorando. Fue una época muy intensa donde pude comprobar de primera mano la eficacia de las técnicas que mi maestro me había enseñado. En esa época teníamos intervenciones, vamos a llamarlas “delicadas” en la calle… eran otros tiempos con otras circunstancias. Aprendí mucho sobre cómo intervenir realmente, y esos conceptos basados en la realidad los he procurado introducir en mi forma de entender el Nihon Tai Jitsu y mi método NITAIPOL. Hacíamos, entre otros servicios, traslado de presos, los llevábamos al hospital, al juzgado o a donde tuvieran que ir… en esa época yo pesaba sesenta kilos y pude comprobar que las técnicas solo funcionaban si las cosas se hacían de verdad.
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Su “adaptación” del Nihon Tai Jitsu como método de trabajo hacia las líneas de trabajo policiales fue de las primeras en este ámbito. ¿Nos podría decir cómo tiene estructurado su método?
El NITAIPOL es básicamente Nihon Tai Jitsu, toda la parte “táctica policial” no entra en mi método, porque eso cada uno debe meter las específicas de su unidad. Del NTJ he adaptado algunos de sus principios e introducido otros basados en mi experiencia en el mundo de la seguridad privada, sobre todo en el mundo de la noche y la seguridad privada. No hay series técnicas como tal, trabajamos mucho con los principios, con el cuerpo a cuerpo y cada uno debe adaptarlos a su ámbito. No tiene el mismo tipo de intervenciones un operativo que trabaje en intervenciones dentro de casas, por ejemplo, que un patrullero que esté en la calle. El primero probablemente va a tener intervenciones de cuerpo a cuerpo, mientras que el segundo va a tener que trabajar en distancias medias. Intentamos hacer “principios” que sean aplicables a todo tipo de situaciones. Depende también de la disponibilidad de tiempo para formarse que tenga cada uno.
Básicamente, si tú quieres entrar a un “malote” con técnicas de artes marciales, pero sin espíritu de combate, no te va a funcionar, seas del arte marcial que seas. La actitud es lo fundamental.
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¿En qué punto se encuentra el NITAIPOL actualmente?
El NITAIPOL se empezó a desarrollar tanto a nivel nacional como internacional a través de la Federación Mundial de Nihon Tai Jitsu (FMNITAI). A nivel internacional hemos dado cursos en Francia, Ecuador, Bélgica… Éramos un grupo bastante cohesionado en el que yo me encargaba de la parte del cuerpo a cuerpo, otro compañero se encargaba de la parte “operativa” y un tercero de la parte de las armas. Teníamos un gran equipo y estábamos realizando un buen trabajo. Desgraciadamente el fallecimiento de uno y los problemas políticos de la FMNITAI con el otro han hecho que este proyecto descarrile. Actualmente formo parte de la comisión internacional de la FMNITAI dedicada a las fuerzas del orden, pero no hay ningún proyecto desarrollándose. Veremos a ver si esta situación se revierte, pero a nivel internacional no soy muy optimista.
Yo por mi parte sigo impartiendo cursos donde se me llama, tanto en otros países como en el nuestro país, a diferentes grupos de seguridad privada y fuerzas y cuerpos de seguridad que me llaman para cursos concretos o monográficos.
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Alguien que se acerque al NITAIPOL ¿qué va a encontrar de similitud y de diferencia con el Nihon Tai Jitsu?
Del NTJ lo he cogido todo, yo no sé hacer otra cosa. He cogido su estructura, porque me parece perfecta. Lo que he modificado son los principios, que el NTJ los adorna muy bien, pero que cuando entramos en un combate real nos presentan algunas limitaciones. He metido más golpeo que en el NTJ y sobre todo hago hincapié en las luxaciones, que es donde hay que hacerse un experto.
A partir de ahí los conceptos de universalidad que antes hemos comentado se adaptan a las necesidades de cada alumno, según el tipo de unidad donde deba realizar sus funciones.
En este punto volvemos al NTJ original, donde encontrábamos una serie de principios aplicables a la defensa personal que eran exportables a cualquier practicante de cualquier otro arte marcial. Eso mismo es lo que he pretendido hacer dentro del ámbito de la intervención policial.
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Hace algunos años, hablando sobre el giro que muchas artes marciales estaban dando hacia los “métodos y estrategias policiales” un reputado maestro de artes marciales me dijo que para cuándo el waterpolo policial. ¿No cree que hay mucho “intrusismo” marcial en el mundo policial?
Totalmente de acuerdo. Esto es un negocio, hay gente que con el tema policial ha ganado mucho dinero. Yo creo que no es un tema de intrusismo, o de que seas policía o no, militar o no… si no de que estés formado en el tema y tengas experiencia. Esto te lleva a tener cosas que enseñar o no. En nuestro país en este ámbito se ven muchas cosas que no funcionan y que no son reales, pero que como les han puesto el apellido “policial” y una federación deportiva da titulaciones, ya parece que están legitimadas. Nada más lejos de la realidad.
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Hemos podido comprobar que su forma de trabajo en el tatami está íntimamente ligada a la “intensidad” y al estrés. ¿Cree que se ha perdido algo de realismo en las artes marciales?
Por supuesto… hoy en día hay mucho coleccionista de técnicas que no las podría aplicar en una situación real. Se trabajan muchas coreografías para que el alumno salga de clase emocionado y diciendo “soy la leche”. Desgraciadamente eso no sirve de nada, porque el compañero te ayuda y se deja. Es lo que la sociedad hoy en día nos demanda, hoy no queremos cosas eficaces, queremos cosas sin esfuerzo, no queremos saber lo que puede pasar si no somos eficaces…
Hoy en día si metes estrés en la clase se te vacía el dojo, los alumnos no vienen a que les grites, les metas estrés o les presiones para ponerlos en una situación lo más parecía a la realidad. Eso no es agradable para el alumno, pero desgraciadamente la realidad en una agresión no suele ser agradable. El alumno lo que quiere es aprender la técnica sin presión en entornos controlados… pero la realidad en la calle se impone, y hay que estar preparados.
Las pseudoartes marciales se están llevando el gato al agua en este sentido, ellos han sabido vender mejor este concepto.
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Usted es de los pocos “profesionales” que vive del Nihon Tai Jitsu, ¿esto le ha llevado a cambiar su forma de entenderlo y difundirlo?
Sí y no. No en cuanto a mi forma de entenderlo y de impartirlo… bueno, algo sí en la forma de impartirlo, pero creo que es algo que nos pasa a todos. No enseño igual ahora que cuando tenía veintidós años… Tengo treinta años más y algunos kilos que no tenía y mi forma física evidentemente no es la misma. A la hora de darlo también es cierto que he “dulcificado” un poco mis clases y también mi carácter. Doy cinco horas de clase diarias, desde niños de cinco años hasta adultos, y evidentemente cuando llego a la última clase, ésta no es igual que la primera. Por el contrario, he tenido que volverme más profesional en la gestión, en la forma de tratar a los alumnos para fidelizarlos, etc.
Creo que la parte administrativa es la que más “profesionalización” me ha exigido y la que me ha llevado en cierta medida a volver al mundo federativo.
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Hablando del mundo federativo, usted ha pasado administrativamente hablando por varias etapas en el Nihon Tai Jitsu. De ser un hombre de federación cuando empezó en la Federación Española de Karate y posteriormente su paso por la Real Federación Española de Judo y D.A., pasó a estar en Asociaciones no deportivas (AESNIT) y finalmente ha vuelto al mundo federativo dentro del Departamento de Nihon Tai Jitsu de la Real Federación Española de Karate y D.A. ¿Nos podría explicar cómo ha vivido esos cambios?
Yo viví la salida de la Federación de Karate como Tai Jitsu siendo casi un chaval, entonces no fui muy consciente del tema administrativo. ¡Y tampoco me preocupó demasiado! Posteriormente estuvimos más de una década en la RFJYDA en la que trabajamos mucho y avanzamos, pero los personalismos en esa época pudieron más que el bien común. Eso nos llevó a las divisiones que hemos tenido durante mucho tiempo y que afortunadamente se están revirtiendo. Es cierto que en la asociación AESNIT he estado muy bien, pero AESNIT es una asociación cuyo ámbito de actuación es Cataluña y yo me encuentro en Madrid. Mis alumnos se encuentran también en Galicia y en Andalucía, por ello me encontraba un poco desplazado y notaba poco apoyo en mis actividades. Este hecho y el de la profesionalización de mis actividades me ha llevado a volver a mi casilla de salida, la RFEKDA.
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¿Nos podría decir qué diferencias ve entre su paso por las asociaciones y las federaciones?
Yo no puedo decir que haya estado mal en AESNIT, al revés. Debo decir que se me ha tratado muy bien, AESNIT cuenta con Pere Calpe que es un gran técnico y una figura importante dentro del NTJ, pero en el momento en que decidí dedicarme a las artes marciales de forma profesional vi que había una serie de carencias, básicamente administrativas y de apoyo a mis tareas, que me suponían mucho trabajo y un esfuerzo enorme. Ahora toda esa parte administrativa la asume la Federación Madrileña de Karate y la RFEKDA. Además, contamos con la posibilidad de participar en competiciones nacionales y esperamos que en un futuro también internacionales.
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¿Qué le ha llevado de vuelta al mundo federativo?
El respaldo de una federación oficial. Esto es fundamental para el correcto desarrollo de nuestras actividades, contar con una institución que garantice que las normas son las mismas para todos, que vigile por el correcto desarrollo de nuestra disciplina, que nos apoye en toda la parte administrativa con la documentación, los seguros, etc. He podido comprobar desde que he vuelto a la RFEKDA el cambio sufrido en la disciplina ha sido total, el hecho de tener una comisión nacional y de que todas las decisiones se tomen de forma colegiada evita los personalismos y hace que las reglas de juego sean igual para todos.
La pandemia fue un factor que me terminó de llevar a tomar la decisión, yo me encontraba solo y vi que necesitaba una estructura real a mi alrededor, con el respaldo de una organización real. Lo hablé con mis alumnos y tomé la decisión de hablar con Vicente Antequera, director nacional del departamento de NTJ, para integrarnos en la RFEKDA aprovechando el protocolo de integración que se abrió para la integración del departamento de NTJ de la RFEJYDA. Además, hemos visto cómo nuestros intereses a nivel internacional han sido defendidos como si lleváramos toda la vida en el departamento, este hecho y la acogida que hemos tenido nos ratifica aún más en nuestra decisión.
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Volviendo la mirada hacia atrás en el Nihon Tai Jitsu, ¿por qué cree que arrancó con tanta fuerza como método de defensa personal y después se estancó?
Puede ser que no hayamos sabido comunicar al gran público lo que ofrece nuestra disciplina. Puede ser que hayamos dejado de “vender” nuestras capacidades técnicas preocupándonos demasiado de la parte teórica y otras disciplinas nos han adelantado por el lateral. Con el programa tan fantástico que teníamos desde el principio, esto no se debía de haber producido. Puede ser que las divisiones y los personalismos de la disciplina también nos hayan impedido difundir nuestra disciplina.
El sistema que tenemos además de técnico es efectivo, hay algo que nadie se da cuenta muchas veces, nosotros hacemos los movimientos con desplazamiento. Eso nos da una eficacia que muchas otras disciplinas no tienen. Pero en algún momento hemos perdido el tren…
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¿Qué le parece que otras disciplinas más agresivas estén realizando competiciones infantiles?
No me parece bien que haya contacto real, tanto por el tema físico como por el tema de los valores con los que ese niño se va a relacionar con el resto del mundo. Ese niño se relacionará con un nivel de agresividad, dado por la competición y el entrenamiento, que no es el correcto. Tu desarrollarás alumnos de acuerdo con los valores que tú les enseñes, si tú les metes en competiciones agresivas crearás alumnos agresivos y desgraciadamente en esta sociedad siempre hay alguien más grande, más fuerte, que sabe más…. Si buscas la pelea la vas a encontrar.
Esto no quiere decir que no entrenen con intensidad o que no trabajen con realismo, pero siempre desde el lado del control y del lado de estar del lado “correcto”. Pero nuestros valores son totalmente distintos al de disciplinas como las artes marciales mixtas, nosotros no golpearíamos nunca a un adversario caído en el suelo. El boxeo en este caso es igual de “caballeroso”, ya que nunca se golpea a un adversario que ya ha caído.
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Después de 40 años de práctica continuada con el Maestro Hernaez, cuando piensa en los inicios de aquella época, ¿qué diferencias ve con la actual?
Toda una vida… Cuando miro hacia atrás me acuerdo de mis primeros años, cuando entraba en el tatami y veía a aquellos “guerreros poderosos” que eran entonces los maestros como Roland, Lebrenn, Decramer… Eran gente intimidatoria (en el buen sentido de la palabra), era gente que “ocupaba” el tatami con su espíritu. Uno los veía desde fuera del tatami y veía a auténticos gladiadores. Su eficacia, su potencia haciendo las técnicas, pero sobre todo el espíritu que emanaban. Hoy en día es difícil encontrar “maestros” en los tatamis que te transmitan esto, más de una vez tienes la sensación de que si entras en el tatami y das dos voces alguno de esos “maestros” saldría corriendo.
Yo me siento más identificado con el Tai Jitsu antiguo de esa época y el “espíritu” que me transmitían los maestros entonces, que no con la actualidad de los tatami.
En esa época, el maestro Hernaez por ejemplo nos enseñó las series del Kihon en combate. Explicaba la técnica trabajándola como aplicación y con un espíritu de combate. Hoy en día se enseñan como forma técnica mucho más suave, ese espíritu de combate se está perdiendo. Yo no concibo una clase mía sin que la gente salga sudando a tope y cansada. Hoy en día hay que bajar la intensidad para subir la parte técnica, eso en el Tai Jitsu inicial no era así.
Pero no solo es una cuestión de los maestros, también hay una gran diferencia en los alumnos. Antes viajábamos por toda Europa, siendo mucho más difícil que ahora, para conocer y entrenar con los mejores maestros de la época. Hoy en día traes a los maestros a casa y ni aun así consigues que la gente vaya a verlos. El espíritu de sacrificio y de trabajo es cada día más difícil de encontrar. La gente quiere una actividad de gimnasio para llenar algunas horas de su semana, es difícil encontrar gente que se involucre y se sacrifique para aprender. Y aún más, que se sacrifique para enseñar lo que ha aprendido…
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El Nihon Tai Jitsu ha ido evolucionando de la mano del maestro Hernaez desde un simple método de defensa personal hasta convertirse en una disciplina marcial totalmente reconocida en Japón y en otros muchos países. ¿Cree que cuando el maestro Hernaez no esté presente seguirá evolucionando?
Cuando el maestro no esté, a nivel internacional eso se convertirá en un “Reino de Taifas”… Cada país o cada maestro hará lo que quiera. En nuestro país tenemos la suerte de estar en la Real Federación Española de Karate como disciplina asociada, lo cual nos garantiza una seguridad jurídica. Además, tenemos un grupo con suficientes altos grados que nos garantizan la independencia técnica de la Federación Mundial, actualmente España tiene más octavos danes que la misma Francia.
En los países en desarrollo o que el NTJ no está en una estructura oficial, seguramente tendrán un problema. En Francia, veremos a ver lo que ocurre porque actualmente tienen sus problemas políticos entre las distintas facciones.
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Para todos los taijitsukas el maestro Hernaez es una figura de referencia, ¿podría darnos su visión personal del maestro?
El maestro Hernaez, como ya he dicho, ideó un método excepcional de defensa personal. Posteriormente lo ha hecho evolucionar hacia un arte marcial, con sus cosas buenas y malas.
Me gustaría hacer un paralelismo entre el maestro Hernaez y una de las primeras figuras del Tai Jitsu español, el maestro Darío Dossío (8º Dan Shihan Nihon Tai Jitsu). Cuando yo los conocí eran tíos durísimos que trabajaban muy duro con gente de la época que era muy dura, el maestro Dossío tenía a la mitad de la cuenca minera de Asturias en su dojo. Actualmente los dos han evolucionado hacia una forma más espiritual de trabajo, aunque te siguen metiendo buenos sartenazos cuando trabajan, no olvidemos que el maestro Hernaez está cercano a los noventa años y aun así sigue en el tatami…
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