Judo: Raquel Hernández

“El Judo es una brújula en mi vida”

 

Por Montse Coque

 

Recién estrenado este ciclo olímpico empezaba su periplo con todo un despliegue de conocimientos técnicos cuando leía su tesis doctoral especializada en aspectos técnicos y físico-psicológicos en la alta competición de JUDO. En la ronda de preguntas del tribunal, Raquel Hernández se desenvolvía con la seguridad que da el bagaje adquirido desde los 8 años de edad en un deporte que ama profundamente y que ha hecho lo que es hoy a la entrenadora de la primera extremeña en la historia que acudirá a unos juegos olímpicos de nombre Conchi Bellorín, responsable del escopetazo de salida y crecimiento de nivel con proyección incluso internacional de los jóvenes judokas que conforman el Centro Nacional de Tecnificación Deportiva de Cáceres. Con la serenidad que dan los años de experiencia, pese a la osadía de su juventud no ha descuidado su formación mantiene la humildad del que sabe que en estos tiempos todo está en continua evolución y así lo pone de manifiesto “el JUDO ha sido la brújula que ha conducido todo mi vida, es mi medio y mi forma de vivir, me ha dirigido en mis estudios en Ciencias del Deporte, el posterior Máster en Alto Rendimiento y ahora mismo es mi profesión, lo entiendo como una actitud ante la vida y todas sus vicisitudes porque es el deporte que más aporta personalmente”.
JUDO “todo el mundo debería hacer JUDO, es muy saludable, se adapta a todos, es un deporte que aporta valores, beneficia a la salud psíquica, es el deporte más completo que existe, no excluye a nadie porque cualquiera y cualquier edad se puede practicar, permite conocer aspectos que a veces parece que andan algo olvidados en la sociedad, plantea reto y esa búsqueda y conquista es un gran aliciente, comporta unas maneras y una etiqueta, la humildad tanto el rival como el compañero de tatami ayudan a la superación, estos valores inequívocamente son de ayuda y se plasman o prolongan en otros ámbitos, ten en cuenta que un JUDOKA aparte de practicar judo, es una actitud ante todo, es alguien que demuestra en el día a día las cualidades que tiene este deporte, humildad, compromiso y respeto”.
EN ESTA DISCIPLINA HAY MEDALLISTAS QUE NO SON CAMPEONES DE JUDO Y VERDADEROS JUDOKAS CAMPEONES QUE NO SON MEDALLISTAS… “Exacto!!”
Los comienzos…. “recuerdo bien el primer día que fui y a mi profesor Mario Sierra, yo tenía 8 años y aquello me estaba divirtiendo así que me quedé, luego según iba creciendo me enganché mucho más, me encantaba todas las posibilidades de reto que tiene el JUDO para todos, es un lugar que abre una puerta enorme a explorar y batir limitaciones, ese incentivo me cautivó totalmente y paulatinamente fui llegando a la competición, he bebido y he crecido en las fuentes del Judo Club Miriam Blasco en Alicante y con Yolanda Soler en Pamplona donde he visto el sistema de trabajo esquematizado para el competidor”.
La competición y la alta competición “Hay parte positiva en la competición, y es la que entiendo que hay que tratar de inculcar a los pequeños, pero mediante juegos, soy partidaria de mostrar al niño esta faceta pero no de un modo directo sino a través de juegos con dinámicas donde no se den cuenta que estén compitiendo y gradualmente meterlos en ese mundillo pero no a saco, hay edades donde competir debe ser un entretenimiento más y un disfrute, donde participar es un fin como también lo es pasar una jornada agradable con el resto de compañeros y conocer otros judokas para sociabilizar más y hacer amigos, si el niño no quiere o encuentra difícil ver esto y lo pasa mal, nunca hay que obligar, eso jamás, luego una vez creado el afán de competidor hay que elaborar un entrenamiento físico que ha de ir de la mano del entrenamiento técnico pero esto es más bien a partir de los 15 años”… (artículo entero en la revista).


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