Feng Shui: La casa y el fluir del Chi

Por Meritxell Interiors & Feng Shui
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El Feng Shui activa el chi positivo de los espacios, empieza con la orientación, sigue con la construcción, pasa por la distribución del mobiliario y llega hasta la decoración.

 

La energía vital positiva se presenta por la boca de la puerta de entrada y circula por el interior de nuestra casa. El Feng Shui purifica y equilibra nuestro espacio interior, sanando las zonas donde no llega un chi fresco y limpio, con tal de alcanzar un mejor bienestar personal, social o laboral.

 

La energía se distribuye a través de las puertas, ventanas, escaleras y pasillos. Si estos elementos están bien conectados, la energía fluye suave y positiva en todas las habitaciones fomentando el buen estar en cada una de ellas.

 

La base es una estructura armónica en el plano arquitectónico, que esté bien orientado y planteado con estancias bien distribuidas, con buena comunicación, ordenado, luminoso, sin ruidos, con ventilación general y una adecuada repartición interna tanto espacialmente como conceptualmente.

 

A modo de ejemplo: que los espacios sean cuadrados, que las ventanas no estén enfrentadas a la puerta, que un pasillo largo y recto no finalice en una ventana o espejo o evitar que la cocina y el baño estén tocándose.

 

La construcción, cuanto más respetuosa sea con la naturaleza y el entorno, más bienestar y salud nos aportará. Evitar en la medida que nos sea posible construcciones con materiales que no sean compatibles y tolerantes con nuestro planeta.

 

Otro elemento fundamental es el mobiliario que, dispuesto correctamente, genera que el Qi no vaya con mucha rapidez, reste estancado y tenga un buen correr sin obstáculos que lo bloqueen.

 

Evitar los muebles pesados, con cargas emocionales negativas, herencias desconocidas, antigüedades sin restaurar… guardar sólo los muebles que nos sean útiles y que lleven buenos recuerdos.

 

El Feng Shui aconseja evitar que los centros de los salones queden vacíos, es bueno poner mesas de centro delante de los sofás con jarrones de flores frescas, plantas o velas como adorno.

 

Es recomendable colocar los asientos del sofá formando ángulo de 90º para fomentar la comunicación y las relaciones. Evitar que el foco del salón sea únicamente la televisión, buscar otros puntos de atención como una librería, una chimenea, un equipo de música…


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