Entrevista a Maria del Carmen Vila Jiménez autora de la obra:
“No eres tan débil como creen”
DEFENSA PERSONAL FEMENINA
Por Redacción de EL BUDOKA 2.0
Recientemente ha visto la luz un libro centrado en la defensa personal femenina, por lo que hemos intercambiado unas preguntas con su autora.
En primer lugar sorprende el título del libro “No eres tan débil como creen” ¿Puede explicarnos su motivo?
El título es un avance del objetivo de este libro: concienciar a las mujeres de sus capacidades y despertar la “guerrera” que hay en su interior; pero ante todo, una guerrera táctica e inteligente, que evita el conflicto y basa su defensa en la huida, aprovechando la falsa creencia por parte del agresor de que se encuentra ante un ser débil. Por otro lado, debemos pensar que la mayoría de los agresores ven a la mujer como un ser inferior, un ser que no merece consideración ni respeto y que puede ser asaltado fácilmente ya que no tiene recursos para la defensa.
El título salió hace ya bastante tiempo, a raíz de una conversación con mi pareja (también profesor de artes marciales). Le pregunté cuál era su conclusión sobre esta obra y dijo algo similar a “que no sois tan débiles como los hombres creemos”. Me pareció muy acertada la expresión y la “limé” quitando “hombres”, ya que no creo que todos sean enemigos, sino que tan sólo lo son unos cuantos desalmados; ni tampoco todas las agresiones a mujeres las llevan a cabo hombres. Prefiero que sea más genérico. Además, son muchos los hombres implicados en la lucha contra la violencia de género.
¿A quién va dirigido el libro?
El libro tiene varios destinatarios. El primero son las mujeres que NO tienen conocimiento de artes marciales ni se han planteado nunca tenerlos, ya sea por miedo al esfuerzo físico o por desconocimiento.
El segundo destinatario serían las mujeres que SÍ tienen conocimientos de artes marciales, pero necesitan aprender a evitar llegar al enfrentamiento y evitar tener que poner en práctica los conocimientos adquiridos. La base del libro es la prevención. Una vez iniciada la defensa física, las consecuencias pueden ser dramáticas.
El tercero serían los profesores y profesoras que se dedican a la enseñanza de la Defensa Personal Femenina que tienen todas las buenas intenciones y el interés de formar a mujeres, pero a veces, se encuentran que necesitarían una ayuda a la hora de enfocar sus clases. Los/las que han leído el libro, agradecen el tener de forma estructurada, conocimientos y técnicas que posiblemente todos hemos leído, visto u oído alguna vez, pero no estaban recopilados en forma de manual de trabajo. En el libro, además de todo el apartado de prevención, también está recogido de forma estructurada un amplio apartado técnico; el “abecedé” de lo que se necesita para aprender o enseñar defensa femenina.
Y por último y no menos importante, a todos los hombres que también quieran dotarse de estos conocimientos de prevención y estrategia, ya que la defensa femenina es defensa personal al fin y al cabo, apta para todos, pero con un enfoque diferente. De hecho, a mis clases y a mis cursos, asisten muchos hombres porque consideran que estos conceptos son muy válidos para la autoprotección de cualquier persona, sea cual sea su sexo.
¿Lleva mucho tiempo dedicada a la preparación de este trabajo?
Sí. Es un tema que siempre ha estado rondando en mi cabeza. Desde hace muchos años, por mi propia experiencia, me preocupaba el tema de que practicar un arte marcial o estilo de lucha sin que esté enfocado a la defensa personal, en realidad, no te prepara para la defensa real en la calle. No es lo mismo estar sobre un tatami con reglas o sobre un ring con normas, que estar en la calle ante un enemigo que no tiene límites.
Llevo años tomando notas y asistiendo a cursos de defensa personal para ver diferentes tipos de trabajos. Los he analizado, tanto para tomar las ideas que me han parecido buenas, como para poder descartar los conceptos que creo son erróneos. Para ser formador o formadora es imprescindible estar en continuo reciclaje.
Pero sobretodo, he empezado a trabajar más a fondo en el tema, a raíz del inicio de mis clases de defensa personal femenina continuas y semanales, hace casi cuatro años. A través de ellas, he establecido mi programa de trabajo, centrándome en lo que realmente resulta para que una mujer pueda defenderse y descartando “mitos”, como basar la defensa femenina en golpeos desde el primer día, etc. Además, mis alumnas me han hecho aportaciones personales y testimonios que han enriquecido el libro de forma notoria.
¿No es sorprendente que hagan falta libros de esta temática hoy en día, cuando se supone que el ser humano está alcanzando cotas inimaginables por su raciocinio?
Desgraciadamente, aunque es cierto que cada vez se intenta racionalizar todas las actuaciones y hacerlas cada vez más coherentes y humanas, también hay otra “corriente” de conducta agresiva y violenta. Hay como un nuevo “resurgir” de violencia y falta de respeto hacia la mujer, violencia gratuita.
Nuestra gente joven tiene mucho qué decir al respecto. Espero que esta nueva generación de futuros hombres y mujeres entiendan que son iguales y que van a caminar juntos por la vida, condenando cualquier acción que tenga que ver con la violencia de género.
Trabajo a menudo con alumnos de Institutos de Educación Secundaria enseñando a las nuevas generaciones cómo evitar los conflictos y cómo detectar conductas insanas entre géneros que les evitarán llegar a la defensa física. Además, hay un apartado en mi libro sobre la defensa personal “no física” que se debería enseñar a nuestros hijos e hijas. Recomiendo a las personas que asisten a mis cursos que lo lean conjuntamente con sus familias y les den a los más pequeños y pequeñas, unas nociones mínimas de prevención y seguridad.
¿Cree que por el hecho de que sea escrito por una mujer le aporta unos matices que lo hacen más “real”, más aplicable a la vida cotidiana?
Aunque siempre recalco que muchos de mis compañeros del sexo masculino están haciendo una magnífica labor con respecto a la autoprotección femenina, es innegable que el ser mujer es un valor añadido a mi trabajo. Por un lado, puedo entender esa sensación de temor a iniciar unas clases de defensa femenina; puedo detectar qué técnicas son las que mejor se adaptan a la morfología del cuerpo femenino y desde luego, el haber sido víctima de diferentes agresiones, me permite empatizar perfectamente con las mujeres que también las han padecido.
La aparición de su obra ha tenido una gran repercusión, ¿qué puede contarnos al respecto?
Cuando empecé con este trabajo me emocionó mucho verme tan apoyada por “los míos”, es decir, mi pareja, mi hija, mis alumnos y alumnas. Desde el primer momento vieron mi trabajo muy atractivo e interesante, con otra visión diferente. Cuando lo presenté a mi grupo de trabajo, la “Asociación Española de Nihon Bu-Jutsu tradicional y disciplinas afines” (AESNIT), también confiaron en él y lo asumieron como una disciplina más de las que impartimos. El año pasado, se lo presenté al Maestro Roland Hernáez que lo valoró muy positivamente, encontrándolo un “trabajo de referencia”. Ello le llevó a nombrarme Responsable del Departamento de Defensa Femenina de la FMNTJ (Fédération Mondiale de Nihon Tai-Jitsu). Pero me faltaba la parte más importante: la opinión de las “mujeres de la calle”. Y no puedo estar más satisfecha al respecto: ameno, inteligible, bien estructurado y de fácil aplicación práctica. Esos son los comentarios de aquéllas que ya lo han leído.
¿Qué es lo primero que enseña usted a una mujer que acude a un curso de los que usted imparte asiduamente?
Lo primero que hago es “desmitificar”. No pueden venir a una clase de defensa femenina creyendo que van a salir de allí hechas “supermujeres”. Contrariamente a lo que esperan, casi todas mis clases empiezan sentadas, hablando. Desde el primer día intento que entiendan que defenderse consiste en EVITAR y HUIR (defensa personal pasiva), y que, además, les espera un largo camino para prepararse por si la prevención falla y las posibilidades de huida no existen. El camino de la defensa femenina empieza “suave”, pero su objetivo final es recrear en lo máximo posible, la realidad de la calle… Y la realidad de la calle es dura… Durísima. Desde el inicio, intento concienciarlas de que van a ser expertas en evitar los conflictos, pero que si éstos llegan, van a ser auténticas expertas a nivel técnico, en la defensa real.
Posiblemente a sus cursos acudan mujeres que han sido maltratadas, ¿cree que gracias a los consejos que usted les brinda puedan recuperar la seguridad y autoestima que les han arrebatado con mayor celeridad?
Sin lugar a dudas. Esta semana he recibido la valoración del último curso, un taller de autoprotección de 4 días que impartí en colaboración con una Asociación de Mujeres y la Policía Local de la zona y lo que más me impresiona, es cuando comentan lo que les ha aportado: “Confianza en mi misma”, “Refuerzo de la autoconfianza y la autoestima”.
Por descontado, es también lo que más destacaría en las alumnas que acuden a mis clases semanales: refuerzo de la personalidad y la autoestima. Se trata de que salgan con las sensación de que “no son tan débiles como ellas creían”… (artículo entero en la revista).
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