Por Pau-Ramon (obra publicada)
7º Dan Nihon Tai Jitsu
www.shintaikanbudo.com
.
Es muy difícil plasmar con pocas palabras las sensaciones y vivencias de muchos años compartiendo las artes marciales y el camino del Budo con una persona.
.
El maestro Roland Hernaez ha dejado unas huellas en mi mente, en mi técnica y en mi alma que siempre estarán presentes mientras sea dueño de mi mente, de mi cuerpo y de mi alma.
.
Por suerte tuve la posibilidad de expresarle mi agradecimiento en muchas ocasiones y en particular cada vez que le obsequiaba con uno de los libros que he creado, siempre le manifestaba mi reconocimiento a sus enseñanzas porque aquel libro lo había podido escribir gracias a él. No era un protocolo sin más, era una realidad perceptible. En muchas de las páginas escritas y en las fotografías reproducidas estaba su presencia, sus consejos, su guía. Desdichadamente uno de mis proyectos quedará sin su mirada benevolente, un libro sobre el Nihon Taijitsu, del cual habíamos comentado diferentes cuestiones en las últimas ocasiones que habíamos coincidido.
.
.
El maestro Hernaez me abrió puertas de las artes marciales y del Budo que yo ansiaba conocer. En el año 1985 tuve el privilegio de ser aceptado en el grupo que el maestro había organizado para viajar al Japón. En este viaje conocí al maestro Mochizuki, a Sato Shizuya y al maestro Kai Kuniyuki. Con Sato pude obtener de primera mano las técnicas de su sistema que serían incluidos en el programa del Nihon Taijitsu, más tarde. El maestro Mochizuki, un genio marcial, mostró, en este viaje como en otros posteriores, su alto nivel técnico y su facilidad para transmitir tanto lo visible como lo invisible de las artes marciales. Con el maestro Kai Kuniyuki empecé una andadura que duró 38 años, la mitad de su camino vital, en la cual pude acceder al jujutsu koryu, especialmente a las armas utilizadas por estas escuelas antiguas.
.
Pero todos estos conocimientos que pude adquirir de estos personajes de las artes marciales no hubiesen sido posibles si no hubiese tenido un bagaje técnico consolidado que fue, entre otros caminos, gracias al maestro Roland Hernaez.
.
La práctica del Nihon Taijitsu me había dado, ya en aquella época, unas habilidades que me posibilitaban acceder a muchos desarrollos técnicos de las artes marciales japonesas. Esto era posible porque el maestro Hernaez había creado un método en el cual fusionó principalmente tres ramas: Judo/Jujutsu, Aikido y Shorinji Kempo. La primera línea la había adquirido de su maestro Kawaishi, la segunda de Jim Alcheik y Mochizuki sensei y la tercera de Aosaka sensei. Estas tres columnas fueron perfectamente fusionadas en un programa coherente, en el cual se ofrecía a sus practicantes un método de defensa personal adaptado a la mentalidad europea. Un método que no era la suma de judo, aikido, shorinji kempo y karate sin ningún cambio o adaptación, aunque contiene movimientos técnicos de judo, aikido, shorinji kempo, etc., movimientos considerados básicos, estos han sufrido transformaciones, cambios y ajustes para adaptarlos a la defensa personal.
.
Con una pedagogía original inédita, Roland Hernaez tuvo el mérito de remodelar los programas de las artes marciales tradicionales en una escuela con un método progresivo para todas las edades y que se adaptase a la morfología y al carácter masculino y femenino de Europa.
.
No todo lo que ha aportado el maestro Hernaez ha sido técnica, método, pedagogía, etc. También ha aportado el Espíritu del Budo. Para el maestro Roland Hernaez las artes marciales tradicionales japonesas son antes que nada una autodisciplina, una lucha contra uno mismo, un deseo de progresión individual, basada en el progreso colectivo de un grupo, siguiendo la filosofía del sensei Kano Jigoro. Hemos de encaminarnos hacia la consecución de una actitud mental imperturbable y preparados ante todas las circunstancias o contingencias que puedan suceder en los ámbitos en los cuales nos movemos. Este estado es la consecuencia del control de los cincos sentidos y de la mente, de la capacidad de diferenciar lo real de lo irreal. Como decía el maestro: El objetivo del Taijitsu es el desarrollo de la persona tanto físicamente como moralmente. El propósito es convertirnos en personas más solidarias, más humildes, más generosas, menos agresivas. La práctica de nuestra escuela nos tiene que mejorar la paciencia, la disciplina, la tenacidad, la responsabilidad, la autocrítica… Es difícil conseguirlo, obviamente, pero hemos tenido un gran modelo a imitar: el maestro Roland Hernaez.
◄ Volver Atrás