Sin ofender

Sectas

Por Tengu

 

(Del lat. secta).
1. f. Conjunto de seguidores de una parcialidad religiosa o ideológica.
2. f. Doctrina religiosa o ideológica que se diferencia e independiza de otra.
3. f. Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.

 

Según el diccionario de la Real academia de la Lengua, una secta, como bien han podido leer, viene a ser un colectivo que una ideología común, la cual defienden con mayor o menor acierto. La última entrada, apunta un concepto interesante, que es a donde pretendo llegar: “una religión que el hablante considera falsa”. Históricamente la definición de secta ha estado ligada a los movimientos religiosos, pero el ámbito del concepto secta ultrapasa los límites espirituales para esbozar doctrinas herméticas y lobotomizantes en cualquier actividad social. Y las sectas marciales no escapan al debate, es más, se prestan gratamente a ser diseccionadas para comprender la miseria de los modernos “samurai”.

 

Antiguamente, cuando no existían más medios de información y cultura que los libros y tratados varios, buena parte en manos de la Iglesia. La mayor parte del mundo permanecía en el regazo analfabeto que bien mecía y alimentaba la propia Iglesia, bajo castigo de Dios y las lúgubres cavernas del inframundo si alguien osaba contradecir al líder y cometer pecado mortal. Sin duda, el destierro social, el estigma pagano, la hoguera, la horca o el garrote esperaban al infeliz pecador que había cometido el desliz de pensar por sí mismo y hacerse preguntas sobre el qué y el porqué. ¿Acaso esto mismo no ocurre en demasiadas Instituciones, Asociaciones y Federaciones Marciales? Sí, ocurre, y con mucha frecuencia. Bajo el paraguas del respaldo oficial, la seguridad administrativa, los diplomas con sello oficial o con ideogramas del viejo oriente, las afirmaciones y reafirmaciones de que el mundo exterior está ebrio de pecadores, lunáticos, farsantes e ilusionistas, que la secta posee la auténtica verdad y que su líder es el sabio entre los sabios,… muchas organizaciones y mesías marciales disfrutan de un paraíso egocéntrico y narcisista, que los endiosa y les concede una parcela de poder, muchas veces ridícula.

 

Los líderes sectarios atrapan a sus infelices almas perdidas desde el consuelo y la promesa de un mundo mejor si restas a su lado. Si sigues sus enseñanzas fiel y lealmente, así como sus sabios consejos, alcanzarás la gloria y el verdadero conocimiento. Eso sí, con ciertas restricciones y peajes. El compromiso es lo que tiene:
• Restricciones en la libertad de pensamiento: no se puede poner en duda la capacidad, el conocimiento, ni la técnica del maestro… (artículo entero en la revista).


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