Wing Chun

Estrategia en el chi sao libre (guo sao / gor sao) Parte 2/2

 

Por Sifu Javi Ruiz

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En la primera parte de este artículo partíamos de la pregunta sobre cuál es la mejor estrategia con la que el practicante de Wing Chun puede enfocar el chi sao libre (guo sao o gor sao). Iniciamos la reflexión desde el supuesto de que si el objetivo de este ejercicio es el desarrollo de la sensibilidad y adaptación al adversario, por lógica la estrategia a seguir debía ser la de percibir las fuerzas y estructuras del adversario. Finalmente vimos los primeros pasos a la hora de tener una estrategia eficaz: la respuesta determinada a errores concretos del adversario o bien el uso de ataques tentativos.

 

Veamos pues lo que puede suceder tras lanzar nuestro ataque (ya sea en respuesta a un error del adversario o bien como un tanteo). En ambos caso nuestro adversario puede o bien recibir el golpe, defenderse o contraatacar. La diferencia entre una defensa y un contraataque consiste en que una defensa supone solamente el evitar recibir un golpe mientras que un contraataque implica que con éste se acaba con ventaja (incluso lanzando un golpe propio) sobre quien ha lanzado el primer ataque.

Si nuestra acometida es fruto de un error del adversario, ésta tendrá siempre mayor posibilidad de impactar que si es solamente un ataque tentativo. Por el contrario, y como ya dijimos en la primera parte del texto, si utilizamos una técnica de atrape o de manipulación de los brazos del adversario sin que sea el momento de utilizarlo, las posibilidades de recibir un contraataque y ponernos en peligro aumentan mucho.

 

En el caso de que el adversario se defienda (es decir que tan solo bloquee nuestro ataque pero no acabe en una posición de ventaja, aunque generalmente tampoco de inferioridad) debemos de nuevo sentir si ha cometido o no un error al defenderse de manera que nos encontramos otra vez en el punto de partida del esquema estratégico que estamos viendo. Pongamos un ejemplo: empezamos nuestro chi sao con un adversario y tras los primeros instantes no percibimos ningún error en la posición y líneas de fuerza de sus brazos o estructura corporal, decidimos probar con un golpe desde nuestro tan sao a su centro entrando con un paso, ante el cual el adversario retrocede y se defiende con un jam sao lanzado desde su fuk sao, pero comete el error de lanzar esa mano fuera de nuestro centro de manera que queda cruzada bajo su propio brazo superior posicionado en bong sao. Éste es el momento claro de bajar nuestro fuk sao alto, atrapar sus dos brazos y lanzar un nuevo ataque.

Sin embargo, si el adversario hubiera lanzado su jam sao hacia nuestro centro debemos sentir su defensa y recolocarnos de manera que ambos quedemos en una situación de igualdad. Generalmente tras una defensa en igualdad ambos podemos lanzar un nuevo ataque o seguir rodando en el luk sao.

A veces la diferencia entre el contraataque y la defensa es más bien una cuestión de tiempo. Una buena defensa puede enlazar con un ataque de una manera muy rápida y esto es casi un contraataque. En todo caso, cuando el adversario contraataque deberemos ser nosotros los que hagamos frente a su ataque con una defensa o un nuevo contraataque propio. Para poder hacerlo de manera eficaz, la sensibilidad y la relajación serán imprescindibles para percibir la respuesta del adversario y poder así modificar nuestra posición y movimiento y poder defendernos o contraatacar.

 

Llegados a este punto puede suceder que el adversario no cometa ningún error en su chi sao, y que igualmente se defienda de manera correcta a nuestros tanteos, y que además ambos estamos igualados en recursos, habilidad y aptitudes. Es en este caso en el que podemos plantearnos intentar provocar reacciones en el adversario para anticiparnos a ellas, sabiendo que entrar en este nivel de la estrategia supone siempre un cierto riesgo. De lo que estamos hablando aquí es de cometer errores (cuanto más pequeño sea el error menos riesgo corremos) de manera que anticipándonos a las reacciones de nuestro adversario podamos contraatacar a su respuesta. Una posibilidad en este sentido que suele resultar muy útil es ejercer un pequeño tirón sobre el brazo de nuestro adversario. Este tirón debe ser dado sin acercar nuestro codo a nuestro cuerpo. Generalmente si el adversario no está realmente bien entrenado su respuesta instintiva será luchar con nuestra fuerza ejerciendo una contraria, es decir tirar de su brazo instintivamente hacia él mismo, de manera que nuestro puño podrá entrar sin dificultad. Como decimos el tirón debe ser mínimo pues ante nuestro estímulo el adversario puede: cometer un error (es decir responder como nosotros esperamos que lo haga), defenderse o bien contraatacar (en este caso responder a nuestro pequeño tirón con su ataque recto sería lo más eficaz). Si nuestro tirón ha sido ejercido solamente con nuestra mano y no desde el codo podremos defendernos de su contraataque…


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