Xingyiquan y el Dantien inferior

Por Sebastián González (obra publicada)
sebastian@kungfuweb.org
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Estar centrado es sinónimo de estar conectado al centro físico y mental del cuerpo humano. Cuando nos referimos a mente, no solamente nos referimos al aspecto mental, sino que incluimos también el aspecto emocional.
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Cuando uno se conecta con este centro, es más fácil encontrar su norte y alcanzar su equilibrio interior ya que, desde este lugar, sentir, pensar y estar es todo uno.
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El ser humano, además de su consideración como ser biológico es también un ente que tiene energía electromagnética. Actualmente a través de la física moderna (física quántica) está aceptado que somos seres que generamos y tomamos energía, algo que las filosofías orientales han reconocido desde siempre.
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Muchas de estas filosofías explican que los seres humanos se relacionan entre ellos mismos y la naturaleza a través de su centro, el lugar con el que nos conectamos a la energía universal que nos rodea y que se encuentra en todo el universo.
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Este centro se sitúa debajo del ombligo, los japoneses lo llaman Hara, los chinos Dantien inferior, los sufís Kath y en el yoga hindú es el tercer chakra que corresponde con el centro de gravedad del cuerpo físico.
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El misterioso poder del Xing Yi Quan

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En las artes marciales, la localización de este centro y su desarrollo es uno de los aspectos más importantes a alcanzar ya que otorga beneficios marciales de nivel superior. Cuando se experimenta una correcta alineación corporal con este centro, el cuerpo se mueve más liviano y al mismo tiempo se siente firme o “pesado”, algunos maestros definen esto como la experiencia de el Qi desciende a esa zona.
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Esa sensación de liviandad, junto con la de pesadez, es una clara señal de haber alcanzado conciencia de este centro, lo que se denomina estar centrado o enraizado.
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Se dice que a través de los pies en contacto con el suelo, el cuerpo hecha raíces para obtener la fuerza de la tierra que, llevada a ese centro, es distribuida a través de la región pélvica a los brazos y de ahí a las manos.
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En el mundo del deporte, muchos deportistas se ejercitan en la experiencia de conectarse con ese centro físico para conseguir mejores resultados en sus marcas, pues cuando se está en contacto con ese centro, la fuerza de sus acciones y sus movimientos mejoran. Deportes como el esquí, el golf, el béisbol, la natación, etc., buscan experimentar el contacto con el centro de gravedad para mejorar sus marcas en las competiciones. Por ejemplo, en el esquí, cuando el deportista está esquiando en la montaña, intenta conectarse con ese centro para convertirse en uno con la montaña y que su movimiento fluya desde ahí de una manera natural, así sus giros se realizan acordes a la forma de la naturaleza.
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Pero volviendo a las artes marciales chinas, la conexión con este centro es de vital importancia para alcanzar resultados efectivos y eficaces en el combate. Por ejemplo, en estilos externos de kungfu como Choy Li Fut o Hung Gar, la potencia de sus golpes devastadores surge cuando sus posiciones son firmes y sólidas, y sus movimientos pueden sacar su potencia de la cintura y más concretamente del Dantien inferior, y en los estilos internos como Taichichuan, Xingyiquan y Baguazhang, enraizar sus posiciones para generar potencia y no ser desequilibrados, es uno de sus principales objetivos.
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Xingyiquan
es un estilo interno que está basado en los cinco puños relacionados con los cinco elementos y los doce animales. Los cinco puños ayudan a desarrollar la forma y los doce animales, la intención y el espíritu. Es un sistema sencillo de técnicas, pero complejo en conceptos, como la correcta colocación del cuerpo y cómo generar la fuerza desde el Dantien.
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Este sistema desarrolla de una manera más rápida que otros sistemas internos este concepto de fuerza desde el centro, muchos maestros de otras artes marciales internas como Taichichuan y Baguazhang lo utilizan para ayudar a sus alumnos a desarrollar la fuerza (gim) relajada de las artes marciales internas y a aprender a conectar con el Dantien inferior.
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La posición más importante del Xingyiquan es la denominada San Ti o de las tres alineaciones. En esta posición, uno de los principales objetivos es desarrollar la estructura corporal y conectarse con el Dantien inferior para convertir la posición en un castillo indestructible y sólido. Cuando el alumno se coloca en esa posición, el maestro o los compañeros testan la postura desde todos los lados del cuerpo del alumno, empujando, tirando y/o presionando desde diferentes zonas para comprobar que el estudiante esta enraizado y que su posición es firme y al mismo tiempo flexible.
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Este entrenamiento es importante para alcanzar el enraizamiento con el centro de gravedad del cuerpo, ya que todos los golpes del estilo Xingyiquan, los cinco puños, surgen de esta zona. Por ejemplo, el puño recto Ben Quan, cuando se realiza, se comienza contrayendo los brazos y el cuerpo hacia abajo para reunir la energía y/o fuerza, que después será descargada al soltar el golpe recto.
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Los golpes en Xingyiquan no solamente buscan golpear, sino que al mismo tiempo buscan derribar al adversario y, para ello, todo el cuerpo tiene que estar conectado en una estructura firme en la que el Dantien sea su centro de gravedad…


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