Por Andreu Martínez
VII Dan de Taekwon-Do ITF
IV Dan de Haidong Gumdo
Director de la Escuela Juche Kwan
https://juchekwan.org
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Proseguiremos nuestro camino, nunca más bien dicho, ofreciendo un breve esbozo de las tres fuentes principales de las que el Do se nutre. Se trata de corrientes de pensamiento que impregnan la cultura oriental y de las que, inevitablemente, ha recibido profundas influencias:
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• Enseñanzas de Buda: Siddhartha Gautama, más conocido como Buda (despierto, iluminado), renunció a su vida en palacio para indagar sobre la raíz del sufrimiento. Tras una etapa de ascetismo extremo, descubrió la “vía del medio”. Su doctrina explica el origen del sufrimiento y cómo acabar con él (en el contexto de las Artes Marciales, resulta muy sugerente la distinción entre el dolor, muchas veces inevitable, y el sufrimiento, que solemos añadir nosotros mismos inconscientemente). La doctrina budista pretende explicar la naturaleza de la mente y de sus textos y prácticas derivan muchas técnicas de meditación que, extraídas de su contexto religioso, han dado lugar a lo que hoy en día conocemos como Mindfulness o atención plena.
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• Enseñanzas de Confucio: Difícilmente podríamos entender la cultura oriental sin hacer referencia a Confucio y a su énfasis en conseguir una sociedad armoniosa. Para ello, las relaciones sociales son entendidas, en su mayor parte, como jerarquías (relaciones entre Senior y Junior: gobernante-súbdito, padre-hijo…), a la vez que se pone el acento en la noción de cultura moral, es decir “el esfuerzo y el proceso de convertirse en una persona ejemplar” (General Choi Hong Hi, Encyclopedia of Taekwon-Do, 1987, vol. 1, p. 45). En resumen, el confucianismo pretende dar respuesta a las preguntas: ¿Cómo ser? ¿Cómo comportarse? ¿Cómo hacer? ¿Cómo dirigir?…