Por Luis Nogueira Serrano
Presidente European Bugei Society
Fûryûkan Bugei Dôjô
www.bugei.eu
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A ojos del gran público marcial del siglo XXI, parte importante de las disciplinas clásicas japonesas (artes marciales samurái), han envejecido tan mal que se antojan imprácticas e irreales. Las formalidades y temáticas no ayudan, como en la que hoy nos ocupa, en cambiar esa imagen. En nuestro primer artículo en esta publicación (El Budoka 2.0 nº 42) desgranamos una aproximación evolutiva de estas disciplinas englobadas como bujutsu, aludiendo a las necesidades históricas que las demandaban. En su origen, vimos cómo un territorio en profunda guerra civil entre sus múltiples provincias militarizadas no limitó sus conocimientos a pericias armamentísticas o maniobras militares, sino que abarcó todos los conocimientos militares posibles para poder garantizar la supervivencia de los ejércitos. El disponer de los conocimientos suficientes para poder elegir el lugar adecuado, así como diseñar y construir eficientes fortalezas podían tener un poder desequilibrador en la defensa de las tierras ante los invasores. Esta disciplina basada en el diseño y construcción de castillos, shiro, y fortalezas, toride, es conocida como chikujôjutsu (lit. el arte de construir castillos).
Decíamos que esta temática puede hacernos pensar que estamos ante un conocimiento inútil y estéril ante los ojos de lo que la moda actual considera preponderante en el aprendizaje y entrenamiento marcial, pero descubrimos que su concepción ya no es solo de relevancia como conservación histórica, sino que encontramos importantes analogías con conceptos y principios que son de aplicación estratégica y táctica en cualquiera de las vertientes marciales. Esta importancia no queda únicamente expuesta en las frases anteriores, sino que el propio Bugei Juhappan, las 18 materias principales de las artes samurái, la considera como una de ellas (tal como ya indicamos en El Budoka 2.0 nº43)…