Por Nino Bernardo (entrevista)
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Al enseñar el chisau de una sola mano utilizo el principio de “Espera y llega tarde”. Creo que el objetivo de este ejercicio es programar una reacción a un estímulo, y también considero que este programa aborda a fondo aspectos de confrontación.
Sintetizo el susto y canalizo la explosión del susto hacia la mecánica corporal designada, y animo a todos a intentarlo. Descubrí que el susto tiene mucho poder. Basta con buscar “gatos y pepinos” en YouTube, hay muchos vídeos de gatos asustados. Los animales asustados son peligrosos.
Volviendo al ejercicio de una sola mano, las dos personas que practican trabajan como socios en el mismo proyecto. Cuando hago este ejercicio, pido a mi compañero que observe mi cuerpo mientras entrenamos. Quiero mantener mi postura lo más inmóvil posible mientras intento concentrar la explosión del susto sintético en el brazo/mano en acción…
Por Nino Bernardo (entrevista)
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Cuando un principiante observa a dos practicantes de Wing Chun altamente experimentados entrenando, ve una pelea. Hay una actividad rápida de alta intensidad y parece que alguien podría resultar gravemente herido. El principiante se siente intimidado y emocionado al mismo tiempo. También quiere ser un luchador.
Pero pasado un tiempo, el principiante comienza a notar algunas cosas. El contacto real es un accidente muy raro. Los practicantes están tranquilos y serenos. No muestran ninguna emoción excepto risas, curiosamente a menudo cuando ha ocurrido uno de esos raros accidentes, y generalmente es el que ha sido golpeado quien se ríe de su propio error. Cuando terminan, se dan la mano y se abrazan (las reverencias son para las películas) y tienen una conversación sobre lo sucedido. No es una pelea, es un juego de chi-sau. Y no son oponentes, son compañeros…
UNA VIDA DEDICADA A INVESTIGAR EL SISTEMA
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Por Jaume Rossell
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Sus raíces en el Wing Chun provienen de su maestro, el famoso alumno de Yip Man, Wong Shun Leung. Ha practicado y compartido mucho Wing Chun, tanto, que se puede permitir cuestionarse lo que practica y las conclusiones a las que llega, llevarlas a la práctica, y admite que aunque esas deducciones tengan lógica, no tiene porque ser así. Esto lo convierte en un investigador del sistema.
Usa analogías muy interesantes entre la naturaleza humana y las aplicaciones de los ejercicios. Es admirable cómo extrapola conceptos de las emociones y comportamientos de las personas a las explicaciones de determinadas técnicas. Cuando le escuchas, entre el “arte marcial” y el “arte de la vida” hay una linea muy fina que apenas se percibe.
Le dije a un alumno mío: Yo definiría a Sifu Nino como un profesor de Wing Chun poco común y muy genuino”, y me preguntó: ¿Es un Maestro? A lo que yo respondí: Sí, Maestro de la vida…