Por Rubén Gómez Amaya
Instructor de Wushu de Wudang
Escuela Superior Wudao
https://wudao.es
.
.Los orígenes del Baguazhang
Cuenta la leyenda que el rey Su, hermano del emperador de China, se fijó en uno de sus sirvientes mientras celebraba una de sus populares fiestas. Aquel hombre, a diferencia de los otros miembros a su servicio, se movía entre la multitud como pez en el agua. Esquivaba a juerguistas, pasaba entre grandes grupos en movimiento e incluso terminaba los servicios y las excéntricas peticiones de los invitados sin chocarse o tocar siquiera a nadie.
Impresionado y convencido de que aquel sujeto sabía artes marciales, lo convocó ante él. Le preguntó si sus sospechas eran ciertas, a lo que el desconocido confirmó que así era. Fue ahí cuando el rey le preguntó su nombre. El sirviente se llamaba Dong Haiquan.
Era bien conocida la afición del rey, al igual que la de su hermano el emperador, por las artes marciales. Disfrutaba enormemente de las muestras públicas de las mismas e incluso fomentaba los combates entre diferentes maestros para ver quién era mejor en su disciplina. Y nunca en su vida había visto a nadie moverse como Dong Haiquan. Le pidió que hiciera una exhibición de sus habilidades y, ante la atónita mirada de los presentes, el sirviente comenzó a moverse en círculos, arrastrando los pies, realizando gestos suaves e hipnóticos que incluso costaba seguir con la mirada. Cuando el rey Su le preguntó cuál era el nombre de aquel arte marcial, Dong se mantuvo en silencio durante unos instantes hasta que finalmente respondió: “Es BaguaZhang”…