Por Oriol Petit
Instructor de Sui-Lin-Dao (彊죵돛)
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Nos encerramos en una estrecha ceguera. Con la nariz contra la pared. El que no se aplica en el estudio de Zhou Nan y de Zhao Nan es como el que permanece con la nariz contra la pared (Rèn ér bú, wéi zhou nán zhao nán, qí yóu zhèng qiáng miàn ér lì ye yu – 훙랍꼇槨鷺 켓켕梁켓, 페畓 攣 蘠 랍 접冷宅).
Leo esta frase del maestro Confucio y la dejo “reposar” durante mucho tiempo mientras sigo la práctica diaria de las artes marciales. En casa, cerca del mar, en la montaña… intento mejorar mi postura corporal, tomar conciencia de cada movimiento y ángulo de ejecución, mejorar mi temple. Claro está, ello me ayuda a forjar mejor mi interior y mi carácter, con sus aspectos buenos y también con los defectos a pulir. La vida es un camino de superación. A veces practico con los cuchillos o con la espada a los que intento convertir en parte de mi, como el pintor o el escritor de caligrafía shu fa 蝎랬. Hay, por tanto, un trabajo técnico muy importante al que se refiere Confucio…