Tal y como se ha ido anunciando desde hace unos meses a través de la prensa y las redes sociales, el sábado 22 se realizaron los primeros pasos de grado de España de Nanbudo por la Comisión Nacional de Grados.
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La sede del Dojo Sakura en Sabiñánigo acogió este evento en primicia, tanto por la proximidad de varios de los candidatos a examinarse como por el hecho de que la cuna nacional y prácticamente mundial del Nanbudo comenzó en la localidad serrablesa. El entorno privilegiado y la sala de tatami, de más de 250 metros permitieron que los exámenes se realizaran con normalidad y cumpliendo estrictamente las medidas sanitarias.
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A las 10.00 en punto de la mañana empezó la prueba para los aspirantes cinturón marrón que se presentaban para conseguir el cinturón negro primer DAN.
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Mariano Carrasco, que asistió a las pruebas en calidad de miembro del Comité Internacional de Grados y máximo responsable del Nanbudo a nivel mundial, intentó calmar los nervios de los participantes, así como dar la solemnidad que el acto merecía, ya que son los primeros exámenes que se celebran tras el triste fallecimiento del Maestro Doshu Soke Yoshinao Nanbu el año pasado y que era quien personalmente se encargaba de realizar estas pruebas.
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Tras esto comenzó el examen, primero con una prueba de conocimientos técnicos grupal, después de combate por parejas y también individual en trabajo de katas. Al terminar el trabajo físico el tribunal, presidido por la oscense Alma Mª Lara, 7º DAN de Nanbudo y única mujer en España con esta graduación, realizó algunas preguntas de teoría para poner a prueba no sólo lo que los aspirantes conocen estrictamente sobre el Nanbudo como arte marcial, sino también lo que cada uno de ellos interpreta y siente cuando se enfunda el Nanbudogui y pone los pies en el tatami.
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Al terminar la prueba de los cinturones marrones se iniciaron las de cinturón negro 1er y 2º DAN, para obtener el 2º y 3º respectivamente. El desarrollo del examen fue el mismo que el anterior, aunque los ejercicios pedidos y las preguntas realizadas estaban adaptados al nivel que exigía el cambio de cinturón.
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A las 13,15 de la tarde terminó la jornada, sin duda marcada por la emoción y la ilusión de seguir en el camino que ha dejado el Maestro Nanbu, pero también de responsabilidad, de ver que se ha conseguido formar una Comisión Nacional de Grados que funciona a la perfección, como un engranaje perfecto y rodando de la mano del Comité Internacional de Grados y de la Worldwide Nanbudo Federation. Esta última, al día siguiente ya envió su felicitación a través de la reunión de Dai Shihan que mantienen los 9º DAN (entre ellos Mariano Carrasco) cada 15 días.
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Tras unas palabras de los miembros del Tribunal Nacional dando las gracias a todos los participantes por haberse tomado el examen con la seriedad que requería y por el respeto mostrado tanto al Nanbudo como al Maestro Nanbu se dio la enhorabuena y se nombraron los nuevos grados, que quedarán confirmados cuando la Comisión Internacional ratifique los resultados después de estudiar el dossier que la Comisión Nacional ya está preparando y enviarán a la mayor brevedad posible.
Para Mariano Carrasco ha sido una experiencia según sus palabras “muy triste”, porque los pasos de grado siempre los ha hecho el Maestro Nanbu y que los haya tenido que hacer la Comisión Nacional tiene un significado que nos marcará para siempre. Sin embargo, también se ha mostrado muy orgulloso porque se demuestra una vez más que el Nanbudo es un arte marcial en el que todo el mundo tiene cabida, y la Comisión Nacional ha sido capaz de organizar unos pasos de grado con una normativa muy trabajada y que ha dado muy buenos resultados.
Por su parte, la presidenta de la Comisión, Alma Lara, muy emocionada por la labor que la Comisión Internacional le ha encomendado se ha mostrado muy satisfecha porque “el trabajo se nota, hay muchísimas horas de entrenamiento y además de formar unos grandes Nanbudokas que van pasando de grado, con la responsabilidad que conlleva, se está demostrando que nuestro arte marcial forma buenas personas y eso es mucho más importante que el color del cinturón que podamos llevar cada uno de nosotros”.
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