Por Roberto Stephan
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Las artes marciales y los deportes de contacto estaban, hasta la llegada del Covid-19, en pleno auge y expansión a nivel mundial. Datos del CSD (Consejo Superior de Deportes) apuntaban a comienzos del año 2020 que actualmente en España entre todas las federaciones olímpicas, oficiales y organismos privados el número de licencias deportivas superaba ampliamente a las del fútbol, sumando karate, taekwondo, judo, boxeo, lucha, kickboxing y multitud de etilos marciales más. Una de las disciplinas que más repercusión está adquiriendo en nuestro país son las MMA, que, junto al muay thai y el K1, gozan de una salud boyante. Macro empresas internacionales como UFC, M1 o BELLATOR auspician este crecimiento imparable seguido por millones de aficionados y practicado por miles de deportistas.
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Ucendo en plena jugada sometiendo a su oponente.
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En las MMA aparecen constantemente luchadores promesas que despuntan, la inmensa mayoría se quedan por el camino, desapareciendo en la nada igual que surgieron, sin embargo otros (la minoría) llegan para quedarse. Este es el caso del luchador madrileño ÁLVARO UCENDO FERNÁNDEZ, uno de los gladiadores que está siendo la sensación en el circuito nacional y quien, paso a paso, y sin prisa pero sin pausa ha ido posicionándose en el complejo mundo de las artes marciales mixtas, siendo el foco de las miradas para muchos de los forofos de la jaula y contando con una legión de incondicionales seguidores, el llamado #TeamUcendo, los cuales no faltan a uno solo de sus combates.
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Aplastante victoria en su debut profesional en el MMA CARNIVAL HDH.
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Con 23 combates en total y tan sólo dos derrotas por la mínima a sus espaldas (el 75% de los peleadores de MMA no llegan a esa cifra), UCENDO no ha hecho más que empezar a pisar el acelerador y meter la segunda marcha de las cinco que maneja su fórmula uno. En su debut profesional, el pasado 22 de Febrero, frente a su combate número 23 en el evento MMA CARNIVAL «HOMBRES DE HONOR» organizado por AEMMA de Shihan CHINTO MORDILLO, todo el pabellón multiusos de «El Doncel» en Guadalajara, pudo observar que el alto rendimiento que este joven campeón despliega dentro de la jaula se debe al riguroso trabajo físico, técnico y mental que desarrolla en sus duros e intensos entrenamientos.
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Subcampeón de Europa amateur con el equipo nacional de MMA junto a su compañero de equipo Rafael Calderón.
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Luchar por llegar a lo más alto no está exento de un sacrificio el cual exige dar la mejor versión de uno mismo, en las artes marciales mixtas las ambigüedades o medias tintas no tienen cabida porque nadie regala absolutamente nada. Ucendo lo tiene claro. «Hay que quitarse tiempo de muchas cosas que a uno le gustaría hacer, pero si un luchador quiere llegar a lo más alto no hay otra. Para compaginar la familia, los amigos, el trabajo, entrenamiento y los estudios hay que sacrificarse mucho. A mí personalmente me da tiempo para todo, pero teniendo horarios bastante atípicos y llevando a cabo una disciplinada organización«.
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Cartel del evento Hombres de Honor MMA Carnival HDH.
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Sin duda, el paso de la categoría amateur a profesional es el punto de inflexión máximo en la carrera de un luchador.«La diferencia de transición al mundo profesional para mí no es tan diferente en cuestión de sensaciones sobre la jaula, pero sí es cierto que tengo más presión porque el récord profesional cuenta mucho y se estudia más contra quién debes enfrentarte, apunta UCENDO, añadiendo algo realmente importante y lo cual es una de las cuestiones por las cuales el 75% de amateurs que pasan al sector profesional desaparecen a los primeros combates. «Cada enfrentamiento es mucho más estratégico y se prepara de forma más específica, son cinco minutos en vez de tres y eso se nota en los rivales y su preparación. Los entrenamientos por ejemplo se vuelven más concretos, porque ahora en los takedowns está permitido aplicar técnicas de rodilla y codos a la cabeza».
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Alvaro Ucendo.
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Una de las peculiaridades que resalta el charlar con Ucendo es su franqueza en lo concerniente a las pretensiones que ostenta en las MMA y las cuales resalta con orgullo. «Lo que más me ha empujado a seguir en este duro deporte es poder juntar a todo mi grupo de amigos y familiares en cada pelea, animándome, disfrutándolo y pasándolo peor que yo. También dicho sea de paso y según las oportunidades que aparezcan por delante ganar el máximo dinero posible. Soy un afortunado porque cuento con el apoyo de buena gente al lado y esto es un comodín que hay que aprovechar para llegar lo más alto posible«. No olvidemos que al final un luchador profesional no es un simple deportista o un atleta, es además un gladiador, que como los antiguos romanos pisan la arena de un Coliseo moderno a dar espectáculo, a entretener a las masas y a jugarse la salud. El populacho siempre ha gustado de pan y circo, y desde luego eso no es malo, pero sin duda hay que pagarlo, y a ser posible caro.
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Sacrificio, honestidad, valor, camaradería e inteligencia son algunas de las cualidades que ÁLVARO UCENDO demuestra fuera de la jaula. «No solo hay que ser buena gente, también parecerlo», citaba un viejo refrán manchego, y es que se puede ser un auténtico “asesino” del octógono y un peleador muy competitivo, pero luego fuera de la jaula una persona excelente de cara a la sociedad. Otra vez, Álvaro demuestra esta tesitura, pues compagina todo lo dicho anteriormente con una oposición a funcionario del Cuerpo Nacional de Policía. Estamos convencidos de que tanto su carrera profesional en las MMA como su futuro laboral estará repleto de éxitos.
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