Por www.wamai.net
Gregorio Fernández se inició en las artes marciales a los 4 años con el taekwondo. A los 21 compitió a nivel regional y nacional, consiguiendo medallas en categorías de “Jóvenes promesas” y “Sub 21”. Formó parte de la Selección Catalana de Taekwondo y más tarde, atraído por el mundo militar, estuvo cuatro años destinado en Figueres (Girona) y allí fue donde conoció el Mugendo. Así pudo unir su trabajo de piernas del taekwondo con el uso mixto de puños y piernas propio del Mugendo.
Con Emilio Sparch (su coach) compitió en los Campeonatos de Cataluña y posteriormente en los Campeonatos OPEN de España ganando medallas en las modalidades de Semi-contact y Light-contact. Más tarde se introdujo en el Judo, Jeet Kune Do, American Kenpo Karate, etc.
Su camino como instructor se inicia en 2009 con el Budokon, disciplina integral donde se respeta el cuerpo y la biomecánica física al máximo. Su esencia radica en el control del propio cuerpo, sumado con prácticas de yoga y arte marcial (BJJ y Striking) y meditación. Gregorio afirma que le complementa a nivel deportivo, ya que no entiende la práctica de las artes marciales sin en el yoga y tampoco entiende solamente la práctica del yoga sin el arte marcial.
En Alemania ha obtenido las certificaciones oficiales y próximamente irá a Miami para completar su formación en BJJ y Budokon. Tiene previsto preparar combates profesiones de MMA, para lo cual esta actualmente entrenando en técnica de Strike con Javier Sáenz en Barcelona y en MMA con David Aranda en Zaragoza.
El Budokon lo creó el estadounidense Kancho Cameron Shayne (coreógrafo de películas en Hollywood) que practica yoga desde los 15 años y es entrenador de Taekwondo olímpico. Es además faixa marrón de Brazilian jujitsu entrenado por uno de los discípulos de los Gracie, Arashiro, gran competidor subcampeón del mundo en varias ocasiones y yogui de gran nivel.
Siendo un sistema de movimientos que se practica con música y que respeta la biomecánica del cuerpo, lo puede a practicar cualquier persona ya que tiene una parte yoga, otra de flexibilidad en el suelo junto con técnicas de Brazilian jujitsu, patadas, puñetazos y todo llevado con control absoluto… (artículo entero en la revista).
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