Discursos sobre la salud, remedios para la salud

Dr. Marc Boillat Sartorio
Diplomado Medicina y psicoterapeuta
Sport Coach
drboillat.sci@gmail.com
.
.
Prefacio

.

Mis estudios y trabajo en el campo de la salud, especialmente en medicina preventiva, me han mantenido alejado de la escritura durante un tiempo bastante largo. Ahora, con esta serie de escritos, me gustaría compartir mi experiencia para el beneficio de mis lectores.
La salud es el bien más preciado. Nada supera la sensación única de un organismo que está bien y en óptima salud. Es arriesgado y peligroso ignorar esta sensación dándola por hecho.
El buen estado de salud no es algo que se produce al azar, sino que cada uno tiene una gran responsabilidad en mantener y fortalecer la propia salud, mirando hacia una sana longevidad. Esto significa que tenemos un poder efectivo en lo que es prevención, curación o recuperación de la salud y su mantenimiento durante el tiempo más largo posible, sin hablar de la capacidad de retrasar el envejecimiento y, hasta cierto punto, de rejuvenecimiento también.
Para poder dirigir de manera activa y efectiva el rumbo de la propia salud, vitalidad, fuerza y aspecto, se debe conocer:

.

1- Cómo funciona el organismo y la salud, al menos en líneas generales, y
2- Cómo actuar para estimularla, curarla, mantenerla y prevenir su dramático declive.
.
En algún momento todos moriremos. Es la norma en todo lo que existe. En el plano humano, el objetivo es llegar al final sano y en buena salud. Para el ser humano esto es posible, ya que el hombre es capaz de razonamiento y cuenta con la valiosa ayuda de la ciencia, en sentido general.
Mi maestro de Taichi decía que el fin es “morir sano”. Entonces, yo le creía, aunque no entendía bien el auténtico sentido de su afirmación. Más tarde, estudiando medicina, descubrí que la mayor parte de los gastos de sanidad se condensan en los cuidados previos a la muerte, que pueden durar años y hasta décadas. Se trata de un declive progresivo, inevitable en cierto modo, que sin embargo en los últimos 5-10 años, empeora llevando a una agonía prolongada y agotadora durante la cual la/s enfermedad/es hacen estragos en el organismo, destruyéndolo. Esta no es la norma de la naturaleza. Veremos cómo hasta la ciencia actual ha llegado a vaticinar que el organismo humano está programado para poder alcanzar y superar los 100 años de existencia. Evidentemente nadie quisiera pasar por una larga y penosa agonía, aunque la defensa que tenemos es ignorar este pensamiento. En cambio, las defensas auténticas existen y están en el mismo organismo, pero hay que dejarlas trabajar y ayudarlas para que cumplan su tarea de la manera más efectiva posible.
Morir sano no es contradictorio con la ley de la vida ni imposible. Anecdóticamente hablando, mi tío se apagó sano, en su casa, durmiendo, sin medicamentos ni asistencia. Estaba lúcido y sano. El médico dijo que no tenía ninguna enfermedad y que sencillamente se les estaban “agotando las pilas». Tenía 97 años y el único problema era una catarata. Así que, rico o pobre, lo que cuenta es vivir sanos y llegar del mismo modo a la despedida, haciendo de manera que se retrase lo más posible.
.
.
Introducción
.
Todo organismo viviente tiene eficaces mecanismos de auto-reparación. De no tenerlos sucumbiría incluso a los ataques mínimos a su integridad cuando, en la realidad, puede soportar y superar agresiones serias, graves y repetidas. Son dos funciones genéticas del organismo. Por un lado compensa las agresiones y eventuales daños externos o internos, y por el otro es capaz de auto-reparar los efectos de dichas agresiones. Las agresiones (y eventuales daños) externas, o exógenas, son los accidentes, traumatismos, ustiones, radiaciones, intoxicaciones, etc. Las agresiones internas, o endógenas, son las patologías en general, o sea bacterianas, virales, así como los efectos de disfunciones orgánicas. Por consiguiente, un organismo viviente está constantemente expuesto a amenazas a su integridad y salud.
El sistema más importante diputado a la prevención y reparación de los daños fisiológicos y orgánicos y al mantenimiento de la salud es el sistema inmunitario, del que la medicina occidental sabe bastante poco, incluso porque está muy relacionado con el sistema digestivo, nervioso y con el psíquico. De este modo, el óptimo funcionamiento de la inmunidad es una función muy compleja.
Los mecanismos de auto-reparación están inscritos en los genes después de millones de años de evolución con el fin de adaptarse para la mejor supervivencia. Se puede decir que gracias a complejos mecanismos y reacciones físicas y químicas la salud es la condición normal, ya que es funcional, nos hace “funcionar” para la vida. En cambio, la enfermedad es una situación a-normal que arranca siempre a partir de un mínimo desequilibrio (aparte de las agresiones súbitas externas como los traumatismos, por ejemplo) que el organismo, por razones complejas, no logra compensar, normalmente a raíz de un fallo de la inmunidad.
Así pues, la buena salud confía en el buen funcionamiento óptimo y continuado de dichos complejos mecanismos bioquímicos. Esto se resume con la palabra homeostasis, o sea, equilibrio…


leer_mas_pdf ◄ Volver Atrás