El Budo no es la vida, es entrenamiento para la vida

Por Peter Boylan
Artículo traducido del blog de P. Boylan:
http://budobum.blogspot.com
Traducción: Juanlu Cadenas de Llano
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Estaba leyendo un artículo sobre una escritora que se hizo carpintero, pero que no dejó de escribir, y me hizo pensar en el error que a veces veo que la gente comete con el budo. Budo es un Camino, y a medida que avanzo, creo que es magnífico. Puedes explorar la fuerza y el conflicto, la paz y la estabilidad, la acción y la quietud, moverte con las cosas sin que estas te muevan, y muchos otros puntos que son importantes en la vida. Por todo ello, el budo no es la vida.
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A lo largo de los años, he visto a una buena cantidad de personas que se involucraron tanto en el entrenamiento del budo que dejaron que el resto de sus vidas se fueran al infierno. A menudo se convierten en fabulosos artistas marciales, pero sus vidas personales son accidentes de trenes, con desastres en todas partes. Estas son personas que cometen el error de poner el entrenamiento del budo por encima de todo lo demás en su vida. El budo es entrenar para la vida. Cuando dejas que la práctica se vuelva tan grande que exprime todo lo demás, incluida la aplicación del entrenamiento en tu vida real, has errado el tiro por completo. De hecho, has fallado como budoka.
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El budo solo tiene sentido en el contexto de una vida completa. Cuando tu entrenamiento se interponga en el camino de una vida completa, deberías preguntarte qué está mal. Si tus únicos amigos son personas con las que entrenas, ¿por qué no tienes tiempo para nadie más? Si el budo ha reemplazado todas tus actividades recreativas, ¿por qué no hay más facetas en tu vida? Si el budo es lo único con lo que disfrutas, ¿por qué ocurre eso?
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El budo es difícil. El entrenamiento es un trabajo duro. Eso está bien, así debería ser. Si estás entrenando tan duro que tus únicas relaciones son con tus compañeros de entrenamiento, tal vez haya algo mal ahí. Una de las lecciones del budo no es que el entrenamiento sea un trabajo duro. La lección es que la vida es un trabajo duro y, si trabajas duro, puedes hacer cosas buenas. Las buenas relaciones requieren mucho trabajo. Si pasas todo el tiempo en el dojo, estás evitando las relaciones en las que necesitas estar trabajando. Las buenas relaciones con amigos, familiares, compañeros de trabajo y socios requieren al menos tanto trabajo duro como el entrenamiento en el dojo.
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Dejar que el entrenamiento de budo exprima todas las demás relaciones de tu vida cotidiana es una señal de que hay cosas que necesitas trabajar. El problema puede ser variado. Podrías estar evitando situaciones difíciles en las que no eres bueno y con las que no te sientes cómodo. Podrías concentrarte en hacer algo que te haga sentir bien y te dé una sensación de logro en detrimento de mantener relaciones saludables. Admito que mantener relaciones saludables no es algo de lo que puedas presumir. No dices “Sí, puse los deseos de mi esposa antes que los míos y lavé los platos anoche en lugar de hacer varios katas extra.” Simplemente no suena tan genial como “Amigo, me esforcé en las dos series de kata extra anoche. ¡Acabé hecho polvo!” Mantener buenas relaciones simplemente no funciona como jactancia y material de construcción del ego.
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El entrenamiento de budo es un trabajo duro y los beneficios son lentos y difíciles. Sin embargo, si estás dejando que el entrenamiento de budo te quite todo lo demás de tu vida, ¿qué es lo que realmente obtienes de tu entrenamiento? Si lo estás aprendiendo para defensa propia, pero has renunciado a cualquier otra parte de tu vida para entrenar, ¿qué te queda por defender? Lleva una vida plena para que tengas algo que valga la pena defender: amigos y relaciones, y personas que te quieran y valoren. Una vida con nada más que entrenamiento en el dojo no genera nada de valor, y todo ese entrenamiento nunca tiene la oportunidad de contribuir al mundo. Budo es un Camino, un Do, , que muestra mejores formas de recorrer el camino de la vida. No puedes recorrer ese camino en el dojo. Tienes que salir por la puerta e interactuar con todas las partes de la vida, incluso con las aburridas, las que no hacen nada por tu ego, y especialmente las que son difíciles para ti. Las lecciones del dojo no se aprenden realmente hasta que comienzas a aplicarlas.
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El entrenamiento de budo debería ayudarnos a conquistar nuestros egos. El entrenamiento de budo es una lección continua en hacer un trabajo duro que no tiene beneficios rápidos y no es glorioso. Últimamente he estado dándome con la cabeza en la pared por los kata que conforman Shinto Muso Ryu. No es fácil recordar todos esos katas y mantener cada variante en la cabeza para no pasar accidentalmente de un kata a otro en las ocasiones en las que son similares. Por otro lado, esto es tan fundamental en el arte que nadie me va a dar una palmada en la espalda y decirme “Buen trabajo, Pete”, sólo porque recordé la secuencia correcta. Si no puedo recordarlas, no podremos ir a la práctica real…


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