Por Sergio Hernández Beltrán (obra publicada)
RYUBUKAN DOJO
.
¿Qué es ser realmente un practicante de Karate?
Tener el valor y la moralidad para alzarse y proteger aquellas criaturas que son más débiles, más vulnerables, incapaces de protegerse a sí mismas.
Hablar claro en contra del mal.
Nunca ser un matón.
Respetar a tu Sensei y Sempai.
Ser un firme amigo de karatekas de todo el mundo.
Esforzarte para ser alguien de quien tu maestro puede estar orgulloso.
Tener dignidad en la derrota, dolor o enfermedad.
Nunca parar de estudiar y aprender.
.
“Según Soken, muchos hombres codiciaban el conocimiento de esta técnica, pero Matsumura se negó revelarla debido a su potencial mortal si caía en manos de hombres sin escrúpulos. Soken dice que incluso Gichin Funakoshi había pedido que le enseñaran el Cisne Blanco pero fue rechazado por Matsumura. Él cree que Matsumura se negó por que quería limitar el conocimiento del arte mortal a su familia”
.
Extracto del libro Zen en Movimiento; El Karate como camino a la nobleza de Clive William Nicol
.
Do significa Camino, un concepto que personalmente aprendí hace 45 años. Luego vendrían más, como el de Giri. Ésta es una palabra difícil de traducir, pero consiste en la obligación autoimpuesta de preocuparse por los que te han dado algo en la vida y les debes algo.
Hace casi el mismo tiempo, en otro lejano lugar, aprendí que lo difícil podía hacerse enseguida, y lo imposible, solo se tardaba un poco más.
Mi experiencia me lleva a saber que cualquier sueño puede hacerse realidad, dando un primer paso… pasando a la acción… y eso hicimos el domingo 16 de junio.
Ese día preparamos un homenaje sorpresa a mi primer Maestro, a quien me dio mis primeros conocimientos sobre el arte que luego ha sido mi vida: el Sensei Alberto Piqué Gurgui.
El fue el hombre que, con su ilusión, su gran experiencia acumulada a través de sus prácticas en Judo, en Karate y especialmente en Preparación Física, aprovechó sus grandes dotes sociales para dar forma a su propio sueño.
Fue un adelantado e innovador en su época creando un programa dentro del Karate que sirvió a toda una generación de practicantes.
Así pues, en mayo de 1979 inauguró su propio dojo.
La primera etapa, la fundacional, fue excepcional, luego vinieron otras.
El Sensei nos mostró ya no sólo aquel arte exótico, extraño, de un lugar lejano y que apenas conocíamos por la películas, sino que nos inculcó unas formas de hacer, una manera de ver la vida y a saber que nada era gratis. Nos hizo conocer el valor del esfuerzo, la constancia, nos “apretó” para que creciéramos y nos hizo “pagar” con sudor y trabajo el cambio que todos sentimos en nuestro interior.
Él nos mostró el KARATE, nos hizo amarlo y que formara parte de nuestra vida.
En aquel entonces fue nuestro ejemplo, nuestro mentor, nuestro amigo, pero sobre todo fue nuestro Maestro.
El homenaje se desarrolló en un lugar mítico para todos los asistentes, las instalaciones de nuestro antiguo Dojo Ryubukan (antes Podium y más tarde Sport 2000 en la época de mi Maestro) de la c/ Santa Anna de L’Hospitalet de Llobregat.
El espacio, que actualmente es un centro de Yoga, nos fue cedido por su actual propietaria, la Sra. Carmen Valle.
Fue un sencillo, humilde e íntimo homenaje de quienes durante estos años hemos formado parte de su vida y que nos sentimos agradecidos por todo cuanto nos ha enseñado.
En honor a la verdad y con la inestimable ayuda encubierta de su esposa, Maria Rosa, y su hija Judith, conseguimos que la sorpresa fuera total. Todos los implicados cumplimos perfectamente nuestro papel.
Nuestras gestiones de meses, principalmente de mis colaboradores Agustín Álvarez y Manuel Coronado, consiguieron que un numeroso grupo de sus más antiguos alumnos, muchos, que no nos habíamos visto en treinta y cuarenta años, asistiéramos de forma leal, con las mismas ganas e ilusión de entonces.
Nadie se amilanó ante una clase bajo la mirada del Sensei el cual con su recién estrenado karategui y cinturón que le regalamos, no dudó en ponerse al frente de sus ya veteranos alumnos.
A media mañana tuvimos el privilegio de una nueva sorpresa con la asistencia de dos de sus más antiguos compañeros bajo las enseñanzas del Maestro Yoshiho Hirota, los Maestros Deogracias Medina y Félix Carcasona, que tuvieron a bien honrar a su amigo con su asistencia al acto.
Un álbum de fotos, que entre todos habíamos recopilado, le fue entregado para que pueda recordarnos tal como fuimos.
Y asimismo, y casi al final, la asociación Okinawa Dento Karate Kobudo Kyokai tuvo a bien otorgar el grado de 5° Dan a nuestro Maestro con la entrega del correspondiente certificado (menjo).
Al finalizar el homenaje disfrutamos de una comida de hermandad, donde las historias y anécdotas de aquellos años alimentaron los espíritus de los presentes y especialmente de nuestro querido Maestro.
Desde estas líneas y de forma personal quiero dejar constancia de la influencia, ayuda y constante apoyo que recibí, siendo un adolescente de 15 años y al que Alberto Sensei aceptó enseñar.
Fue un día perfecto, donde todo salió bien, gracias a la emoción de los asistentes y que seguro no vamos a olvidar.
Por días como el vivido es por los que nos movemos.
Enhorabuena Sensei y gracias.
◄ Volver Atrás