El dopaje ensucia a UFC y de paso a las Artes Marciales Mixtas

Por Luis Fernando Briceño Zuloaga

 

El 2014 no fue el mejor año para UFC: lesiones, peleas canceladas y otros infortunios hicieron que los doce meses tuvieran un color grisáceo y que poco se pueda recordar de ellos. Con todo lo mencionado también debemos dejar en claro que no hay alarmas ni focos rojos que se deban prender, la búsqueda constante de peleadores de calidad, la presencia continua en distintos países, el poder que esta empresa ha adquirido en el ámbito deportivo la han convertido en una de las más estables a nivel mundial. Empezando el 2015 había encuentros que llamaban fuertemente la atención de los seguidores: Cornier contra Jon Jones, el regreso de Anderson Silva, sin duda de lo más importante en la primera mitad del año.

 

Jones venció a Cornier por decisión unánime en un combate nada sencillo, al final todo eran festejos, la tormenta parecía haber pasado cuando poco después el campeón del peso semipesado falló el código de conducta al dar positivo en una sustancia que metaboliza la cocaína. “No soy adicto”, comentó uno de los peleadores más importantes de los últimos tiempos. UFC dejó pasar el incidente como si se tratara de algo menor y las críticas cayeron en cascada. Hasta el momento las cosas quedaron así, tapados con esa cortina de indiferencia que busca que todo se olvide y que la memoria colectiva borre el “error” de este deportista que vive su mejor momento.
Pasado el trago amargo del “incidente Jones”, Anderson Silva regresaba para enfrentarse a Nick Diaz, el irreverente ex campeón de Strikeforce subió al octágono con la firme intención de impartir cátedra, sí, cátedra pero de actuación, jamás se decidió a ir al frente, perdiendo por decisión unánime un encuentro que estaba al alcance de sus manos. Silva regresó con una victoria, evidentemente no fue el genial peleador de otras épocas, pero eso no afectaba ni un poco su aura de leyenda. Casi 4 días después la bomba caía: Anderson había dado positivo en Dostranolona, un derivado de la dihidrotestosterona que aumenta la velocidad de quien la consume, mientras que el examen de Diaz arrojaba una vez más que había consumido marihuana.
Las preguntas que surgen en la mente de un servidor son ¿Y ahora qué? ¿Habrá un castigo? ¿Cómo explicar que los peleadores en la cima de la montaña están fallando sus pruebas de dopaje? ¿Cómo dar legitimidad a la grandeza de un deportista, su técnica, sus virtudes atléticas, su intelecto? ¿Cómo hablar de honor? Si son algunos de los principales nombres de las Artes Marciales Mixtas los que se encargan de recordarnos que esto sólo es un negocio donde lo único que importa es ganar…


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