El hombre del Pak Mei

Entrevista a Juan Morales

Por Rogelio Casero
Málaga

 

Conozco a Juan Morales desde hace casi 20 años. Nos presentó un amigo común, y desde entonces nos ha unido una amistad alimentada por la enorme pasión que ambos sentimos por las artes marciales. Juan es un hombre discreto, honesto, sencillo… que se ha pasado la vida practicando las artes marciales, tanto japonesas, como okinawenses y chinas. Es un placer verle practicar Kungfu, y bastan unos minutos de observación para darse cuenta de que su destreza destila un enorme trabajo y conocimiento del estilo que con tanto talento practica. Con él he tenido la oportunidad de conocer de primera mano el fascinante mundo de las artes marciales tradicionales chinas, y no sólo eso, sino también a algunas personas interesantes como su maestro “Paco Cheung” o al difunto maestro Wong Yeu Quang. Durante muchos años ha practicado ante la sola mirada de su maestro, y desde hace un tiempo, al fin, hemos conseguido que se decida a dar a conocer su arte y a expandirlo como merece un estilo tan enigmático y bello como el suyo.

Cuéntanos brevemente cómo empezaste a practicar este estilo tan poco conocido de Kungfu.
Fue por una casualidad, pero a la vez pienso que tuve una gran suerte, siempre he sido un gran amante y admirador de las artes marciales chinas, pero nunca me imaginé que aprendería directamente de un maestro chino, esa idea me sonaba a película. Desde los 10 años yo era practicante de artes marciales tradicionales japonesas, Judo y Karate, dos artes marciales que me llenaban plenamente en aquellos días y que me ayudaron a fortalecer y disciplinar mi mente y mi cuerpo dentro de este maravilloso mundo de las artes marciales orientales.
Recién terminado el servicio militar, allá por el año 80, un sábado noche en Benalmádena (Málaga), en compañía de un amigo de la infancia, entramos en la discoteca a la que habitualmente íbamos, y oímos con sorpresa que esa noche se realizaría una exhibición de Kungfu en la sala, pero más grande fue mi sorpresa cuando en medio de la exhibición, mi buen amigo, que veía mi cara de admiración mientras contemplaba al chino fibroso realizando formas de Kungfu a una velocidad y precisión endiabladas, se acercó a mí y me dijo que conocía bastante bien a ese maestro y que era amigo suyo. Le miré, me sonrió y le dije que si era verdad, que me lo presentase. Mi amigo se fue y apareció con Sifu Cheung Koon Shing charlando animadamente. Me lo presentó y estuvimos varias horas charlando de artes marciales. Congeniamos muy pronto, y le pregunté que si podíamos quedar un día para entrenar juntos, y me dijo que sí, que me pasara un día por el restaurante donde trabajaba en Torremolinos y que quedaríamos.
Así fue, y después de ese día de entrenamiento, donde conocí a un auténtico maestro chino de Kung Fu y uno de los estilos más tradicionales del sur de china, el Pak Mei Pai, le pedí que fuese mi maestro. Él me dijo que sí, pero me tuvo más de tres meses a prueba. Pasado ese tiempo me hizo la ceremonia Bai Si para pasar a ser discípulo suyo y formar parte del clan familiar de este ancestral estilo, y así es como hemos permanecido juntos como maestro y alumno hasta el día de hoy.

¿Puedes hablarnos de tu maestro?
Sí claro, cómo no, es mi trébol de la suerte dentro del Kungfu como ya he comentado. Nos conocimos allá por los principios de los 80, ni en mis mejores sueños podría haber pensado que en ese tiempo tendría un autentico sifu chino para mí solo, ja, ja, ja.
Mi sifu se llama Cheung Koon Shing, actualmente vive y trabaja en Hong Kong. Hace un par de años se desplazó allí por asuntos laborales. Comenzó muy joven en el mundo de las artes marciales chinas, con 12 años, exactamente en el estilo Pak Mei, en Hong Kong, su ciudad natal, en el tiempo en que el Maestro Yi Wai Hung, alumno directo de Gran Maestro Cheung Lai Chuen en Cantón, vivía en Hong Kong. Fue por recomendación de la esposa de Yi Wai Hung, maestra del colegio del jovencito Cheung Koon Shing. Yi Wai Hung le tomó como alumno y después le realizó la ceremonia Bai Si, poniéndole así bajo su tutela como discípulo, y teniendo como sihing al Maestro So Kung Chi, el cual le entrenó duro, machacándole en sus comienzos, practicando con él las durísimas técnicas del estilo Pak Mei desde esa temprana edad, imprimiéndole carácter y valentía para el combate, todo bajo la batuta del Maestro Yi Wai Hung. El maestro So Kung Chi es un exigente entrenador, fuerte y veloz, y además mide casi dos metros de alto, con lo cual era impresionante entrenar con él para un niño de 12 años. El maestro So Kung Chi es mi actual Sikung, y en él nos apoyamos técnicamente.
Sifu Cheung Koon Shing, muy conocido en la comunidad china de Málaga como “Paco Cheung”, es famoso por su calidad técnica dentro del estilo Pak Mei y su aplicaciones, y por su facilidad en el combate callejero, que por desgracia ha tenido que usar en varias ocasiones para defender a compatriotas suyos de abusos de otras personas. Se desplazó a España con 20 años, afincándose en Bilbao, donde contactó con practicantes de Kungfu y de Full Contact, que hacía furor en aquellos tiempos, llegando a ser campeón de España en su peso. Después se desplazó a Málaga, echando raíces familiares y laborales, y en donde ha dejado su legado marcial: el estilo Pak Mei del linaje del Maestro Yi Wai Hung en España. Esta rama está unida en la Asociación Cheung´s de Pak Mei Kung Fu, España.

¿Durante cuánto tiempo estuviste aprendiendo con él y cómo eran tus entrenamientos?
Comencé mis entrenamientos del estilo Pak Mei en el 1982 en el apartamento de mi sifu, en Torremolinos (Málaga). Después por motivo de espacio, nos trasladamos al pinar “los Manantiales” de dicho pueblo, al cual me desplazaba todo los días de la semana. No descansábamos ni un solo día, y así estuvimos más de 4 años. Llegué a alisar todo el terreno donde practicábamos sólo con mis pies, cuando realizaba posiciones, desplazamientos y formas. Después mi sifu se desplazó a vivir y a trabajar a Málaga capital, y continuamos mi entrenamiento en la ladera del castillo Gibralfaro de Málaga.
Mis entrenamientos fueron bastante duros y extenuantes, con interminables sesiones de mantener caballos estáticos para fortalecer mis piernas y chequeo por parte de mi sifu de mi fuerza de voluntad; estiramientos hasta llorar, repeticiones de las formas “taos” una y otra vez, una hora y otra hora. Mi sifu nunca estaba conforme. Allí me di cuenta de cómo eran los entrenamientos en china. Después comenzamos con el entrenamiento de armas, el kuan o palo largo, era la primera vez que entrenaba con armas. Me fascinó este entrenamiento. Mi sifu sólo aprendió el palo largo del estilo Pak Mei 白眉. Después me enseñó cómo defenderme con las manos desnudas de este arma. Este duro entrenamiento nunca lo he visto en ningún otro estilo que he practicado. Él también practicaba otras armas, pero no eran del estilo, eran armas que había aprendido en Hong Kong intercambiando formas de Pak Mei con otros practicantes de Kungfu, como eran el palo de 2 metros de Shaolin, y el aro metálico de Choy Lee Fut, ambas me las enseñó, pero siempre diferenciando que no eran de Pak Mei. Tal fue mi fascinación por las armas en las artes marciales, que después de este aprendizaje y con el consentimiento de mi sifu, contacté con el Gran Maestro Okinawense Choyu Hentona 9º Dan de Karate y Kobudo, del cual aprendí las ancestrales artes marciales de la isla de Okinawa, sobretodo el Okinawa Kobudo línea de GM Matayoshi, magnífico arte marcial, con una bella y antiquísima historia, el cual me dio otra perspectiva en el manejo de las herramientas/armas orientales. Y así hasta el día de hoy… (artículo entero en la revista).


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