El principio de no violencia en Aikido

 

Por José Santos Nalda Albiac
5º Dan Aikido
1º Dan Judo

 

 

La violencia, de cualquier naturaleza que sea, busca causar daño o sufrimiento, o ambas cosas a la vez, en una o más personas, ya sea para obtener algo de ellas, ya sea para imponerles alguna condición contra su voluntad, y siempre es consecuencia de la intención de perjudicar física, verbal o psicológicamente.
La violencia por si misma engendra y llama a la violencia, y deshumaniza tanto al que la sufre como al que se sirve de ella.
La expresión de “no-violencia” fue popularizada por Gandhi (1869-1948) para referirse a su sistema de lucha no violenta (ahimsa) contra todo tipo de injusticia desde la convicción que la no-violencia “se expresa por medio de la benevolencia hacia todo lo que vive…” y su finalidad es alcanzar la reconciliación, el respeto y entendimiento mutuo.

 

Significado de budo

El verdadero sentido del Budo contempla dos propuestas de comportamiento ante la amenaza de la violencia:
1.- Detener la lanza en el sentido de evitar entrar en combate mediante la disuasión verbal y gestual.
2.- Detener la lanza con la lanza aceptando el combate inevitable, evitando que el agresor cause daño, sin hacerle daño a él.

 

“El propósito del verdadero Budo no es destruir al adversario, es mucho mejor derrotarle espiritualmente, haciéndole comprender la insensatez de su acto, a fin que abandone de buen grado su intención de atacar”

M. Ueshiba

 

El creador del Aikido en la mayoría de sus escritos se muestra absolutamente contrario al uso de la violencia como defensa contra la violencia y nos invita a descubrir el modo de sustituirla por actitudes de comprensión, tolerancia, compasión, amor, benevolencia, armonía, coraje, respeto, etc. como podemos deducir de estas palabras: “El Aikido es la unión progresiva de dos estados de ánimo o espíritu diferentes, en los que uno esencialmente benéfico, pacificará al otro ayudándole a ver su error

M. Ueshiba

 

 

La no violencia en aikido

 

“La práctica del Aikido es un acto de fe, una creencia en el poder de la no-violencia”

John Stevens

 

El Aikido hace suya la opción por la no-violencia enseñando a sus adeptos que el verdadero objetivo de este arte marcial frente a todo conflicto, consiste en:

 

a) Preservar la propia integridad física y la del adversario.
b) Lograr el desarme físico y mental del atacante mediante una conducta de autocontrol y respeto tal que le persuada para abandonar su agresividad.

 

El aikidoka ha de sustituir su impulso de protegerse devolviendo golpe por golpe, por una actitud de benevolencia hacia el adversario como el mejor medio para hacerle comprender que le está ofreciendo una oportunidad de entendimiento, sin vencedor ni vencido.
La no-violencia no es pasividad, ni resignación, ni sumisión, sino una actitud valiente capaz de superar el miedo y de responder desde la serenidad, la lucidez y el deseo de restaurar la paz y la armonía entre las partes en conflicto.
El aikidoka ha de aprender a considerar al agresor no como un enemigo peligroso e irreconciliable, sino como un hombre que es víctima de un mal entendido, o de su visión errónea de las circunstancias y de su falta de control para resolver las diferencias.
Para afianzase en esta actitud, sería conveniente que el aikidoka en todos los entrenamientos se acostumbrase a suprimir la noción de enemigo (aunque Uke juegue el papel de “enemigo”), como aprendizaje para que en el caso una eventual agresión real (física, verbal o psicológica) sea capaz de verlo como una persona con sentimientos, esperanzas, deseos, emociones, temores, ilusiones, etc. idénticos a los suyos, y por tanto digna de ser tratada con respeto, a pesar de las intenciones y el comportamiento indeseable e inaceptable que pueda mostrar en ese momento.
El maestro de Aikido francés J.D. Cahuepe expresa este propósito de manera muy esclarecedora:
“La vía marcial es una educación física, mental y espiritual para enfrentarse a un combate, sin odio y sin violencia porque se ha aprendido a dominar la causa de la agresividad que es el miedo al otro y el miedo a sí mismo”.

 

Para actuar desde la no-violencia es necesario adquirir la habilidad corporal o dialéctica, capaz de neutralizar la energía del atacante desde el autocontrol para impedir ser lesionado sin causar daño al agresor, tratando más bien de controlar “la situación de relación” que de controlar al oponente en el sentido de vencerle.
Desafortunadamente abundan los vídeos en los que puede verse como Tori proyecta con gran energía a Uke apreciándose mayor violencia en su acción defensiva que en el mismo ataque de Uke, en otros podemos ver como Tori, desde una actitud de prepotencia y superioridad, proyecta o inmoviliza a Uke sin apenas mover los pies, ni adoptar ninguna postura de equilibrio, convirtiendo al compañero en un juguete al que puede humillar a placer… al menos esa es la impresión que causa en el espectador, al que después se le dice que este arte no es violento…
Después de haber visto muchos videos de Aikido en Internet, podemos llegar a pensar que sus autores están más preocupados por mostrar la faceta eficaz y la potencia destructora del arte marcial, que el verdadero objetivo del mismo como es impedir herir sin herir, y para acabar de mostrar su contradicción intrínseca de la que no son conscientes, definen su Aikido como un arte de paz y de armonía no violento… contradiciendo su forma de practicarlo con su discurso pseudopacífico… (artículo entero en la revista).


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