Por Juan Luis Cadenas
JL: Sanchin es posiblemente el kata más conocido de Goju ryu, pero quizá también el menos comprendido. Cada escuela de Naha te trabaja una versión de este kata y sabemos que tanto Kanryo Higaonna como Chojun Miyagi le daban una gran importancia. ¿Podría explicarnos por qué es tan importante este kata?
MC: La importancia de este kata según la entiendo reside en el número de principios básicos de Naha te que se encuentran en su forma física, además de la oportunidad de “sentirlos”. El cuerpo firme pero flexible, la dureza de lo externo y la sensación de suavidad (relajación) en tu mente mientras practicas el kata dan una fuerte sensación de armonía (equilibrio) que creo que Miyagi sensei trataba de transmitir. Mucha gente practica Sanchin kata como si condujeran un coche con el freno de mano puesto. Pero no creo que ese sea el modo correcto para nada de aprovechar el kata. Llevo practicando Sanchin kata más de treinta años, si bien la versión de Shito ryu que entrenaba nunca tuvo sentido alguno para mí. Cuando estaba en la veintena estaba extremadamente en forma y loco por el Karate, pero no importaba cuán duro lo intentaba que nunca lograba terminar Sanchin kata sin sentirme exhausto; incluso con mis mayores esfuerzos el kata nunca fue muy bueno. No fue hasta diez años después de que comenzara a entrenar Karate, al viajar a Okinawa al Higaonna dojo, cuando empecé a tener conocimiento de la manera correcta de aprovechar este kata. Antes de esto Sanchin era un test de fuerza, ahora entiendo que es un trabajo de equilibrio a diferentes niveles.
JL: ¿Cuál es su opinión sobre los diferentes tipos de kumite que existen en Karate? ¿Ha variado esta opinión a lo largo de los años?
MC: Esta es una gran pregunta. Kumite, un intercambio de manos, puede adoptar muchas formas en el Karate como sabes, desde combate libre a pleno contacto en el que se requiere equipo protector hasta el ligero y lúdico que encontramos en muchos clubs de Karate. Se puede jugar en campeonatos o abordar de manera seria por medio del estudio del bunkai, oyo y tegumi tomado de los kata. Lo que quieras conseguir de tu entrenamiento dictará el tipo de trabajo que hagas. Mientras seas honesto contigo mismo y realista en cuanto a tus habilidades el Kumite puede ser una buena herramienta sin importar la manera en que lo uses.
De joven representé a Inglaterra en la Shukokai World Karate Union, y durante ese tiempo viajé por Inglaterra y Europa participando en campeonatos bastante grandes. Me lo pasaba bien, pero nunca, ni por un solo momento, pensé que lo que hacía era pelea real. Antes de descubrir el Karate ya sabía lo que era eso y era muy bueno. Mis condenas por violencia callejera y mi estancia en prisión debido a infligir daños físicos graves a otros ya me habían hecho probar qué era la pelea “real”. Por duro que fuese el entrenamiento para competición y por fuertes que fueron algunos de mis oponentes sabía que había mucha “seguridad” en torno a los campeonatos como para confundirlos con el combate real. Yo no enseño “combate” en mi dojo porque da al estudiante una idea falsa sobre la pelea. Para un karateka que se ve envuelto en una pelea real el objetivo es dominar la situación lo más rápido posible y llevar el conflicto a su fin. Así pues, en el Shinseidokan los estudiantes pasan mucho tiempo estudiando las estrategias de combate de los diferentes kata y aprendiendo cómo aplicarlas… (artículo entero en la revista).
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