Kuatsu y del Seifuku jutsu

Orígenes, desarrollo y funcionamiento del Kuatsu y del Seifuku jutsu en la práctica marcial

Por Miguel Ángel Martín-Romo Fernández
Profesor de Sekiguchi ShinShin Ryu
Practicante de esta escuela de AikiJujutsu desde hace 26 años, titulado en Naha (Japón) por el Soke de esta Koryu
m_m_a_r_t_i_n@hotmail.com

 

A raíz de la publicación en el pasado número del artículo sobre el Seifuku Jutsu, el hermano mayor del Kuatsu (EL BUDOKA 2.0 nº 15, mayo/junio), muchos lectores se han interesado por esa materia y han solicitado la posibilidad de ahondar en el tema para explicar más en profundidad las bases de funcionamiento de esa disciplina y dar a conocer su forma de actuación en casos de recuperación y primeros auxilios.

 

Vamos a ello entonces. Es importante para conocer el funcionamiento de este sistema de curación, saber antes de dónde procede. Y procede de dos ramas: la primera de estas ramas es la medicina tradicional china y la evolución que de ésta hizo la medicina tradicional japonesa. La segunda de estas ramas es el sistema de curación que tenía la sociedad japonesa para tratarse normalmente, tanto la gente del pueblo como la clase samurai.
Para encargarse del mantenimiento de su propio estado de salud, los samurai estudiaban una disciplina conocida como Igaku jutsu. Dicha disciplina se ocupaba desde tratar con herbología una simple gripe, hasta dar tratamiento a las lesiones de entrenamiento con diferentes ungüentos. Desde la era Tokugawa en adelante, esta disciplina ya no fue de aprendizaje obligatorio solamente en los cuarteles militares samurai, sino también en las escuelas para los samurai inferiores (hangaku). Escuelas de bujutsu en el Japón feudal como la Hasegawa, la Itto, la Koto Eiri o la escuela Omori eran fervientes estudiosas de esta materia y verdaderamente ilustres literatos en medicina tradicional.
Con la herramienta del Igaku jutsu en sus manos, el samurai debería contemplar sus propias condiciones de buena salud y hacer lo que estuviese en su mano para mantenerla teniendo en cuenta una serie de premisas:

 

– Debe tenerse buen apetito y satisfacerse con alimentos simples
– Debe tenerse sueño profundo
– Debe ser poseedor de buena memoria
– Debe poner esmero ante todo, en cualquier lugar y ambiente
– Estar siempre en actitud para realizar algo y no mostrarse nunca cansado
– Estar alegre
– Ser íntegro entre lo que debe hacerse y lo que se hace

 

De la misma manera que un samurai debía cultivar sus conocimientos para mantener un estado de salud adecuado, eso podía no ser suficiente y por eso también disponía de un servicio médico en los cuarteles militares o en el pueblo (adscrito al cuartel militar y donde por pocas monedas podía recibir asistencia médica). En esa sociedad se evitaba en lo posible que el samurai tuviese que tratarse en el mismo lugar que las gentes de pueblo, puesto que pertenecían a otra clase social y era indigno para un samurai tener que recurrir a eso, por lo que lo normal era tener el servicio médico dentro de las mismas instalaciones de entrenamiento. Llegó a ser común incluso el establecimiento de “medicina de primera” para la clase militar y “medicina de segunda” para el resto de estratos sociales por debajo, por lo que el Seifuku jutsu que ahora conocemos procede en un porcentaje mucho más alto de la medicina ejercida en los cuarteles militares. En dichos cuarteles, el servicio médico no estaba solamente implantando allí sino que era convocado en las frecuentes guerras que asolaban Japón para prestar asistencia a la clase militar durante los enfrentamientos.
En ese servicio médico utilizaban la medicina tradicional japonesa, que era estudiada y trabajada en forma de diferentes disciplinas:

 

Sotai: Movilizaciones corporales para corregir desajustes óseos
Kaifuku Anna: Masaje tradicional
Okyu: Moxibustión
Hari: Acupuntura
Hakone: Fitoterapia, herbología y farmacopea
Jintai Mato: Acupresión
Katsu: Reanimación y primeros auxilios

 

Todas las anteriores técnicas se agrupaban dentro del “Arte de Curar” o Seifuku jutsu. Sus raíces se basan en la medicina tradicional china (originada en China hace más de dos mil años) y se tienen referencias escritas de ella desde el año 800, evolucionando hasta convertirse en el entramado de conocimientos con el que trabajaban en el Japón tradicional. De esa manera, en el país nipón esa medicina siguió su propio camino desde hace unos 1.400 años hasta llegar a nosotros… (artículo entero en la revista).


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