Por José Santos Nalda Albiac (autor)
5º Dan Aikido
Maestro Nacional Refejyda
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¿Por qué distinguirse?
El Aikido no busca el conflicto ni la violencia, al contrario, busca procurar la paz interior y la autoconfianza. Este arte proviene de una tradición inspirada en la sabiduría de la vida y no se limita al aprendizaje de técnicas de ataque o defensa, sino más bien al aprendizaje de una conducta para la vida.
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Distinguirse es ofrecer clases y entrenamientos de Aikido diferentes a las que se dan habitualmente, tanto en la metodología como en los contenidos a contemplar y exponer.
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Los entrenamientos que se imparten en la mayoría de los dojos están excesivamente estereotipados y anclados en una forma de enseñar repetitiva y pretendidamente tradicional, que con el tiempo causa tedio y desmotivación.
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Practicar todos los asistentes a las clases, en forma de Kata, es decir un ataque y una respuesta conocida de antemano por Uke y por Tori, sirve para los primeros tiempos de aprendizaje, pero una vez alcanzado el grado de Cinturón Negro, seguir entrenando de la misma manera, estacará su progreso y más pronto o más tarde, cansado de los entrenamientos monótonos y repetitivos, cuando no alejados de la realidad de un arte marcial, abandonará el Aikido sin haber descubierto otros niveles de conocimiento que le habrían aportado la satisfacción de constatar un progreso personal más amplio.
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Esta es la razón que nos impulsa a cambiar la metodología de los entrenamientos para no limitar la práctica del Aikido al simple aprendizaje de técnicas defensivas y extender la formación a todos los ámbitos de la personalidad.
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Una Clase Sobre Ichi Go Ichi E
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Ichi go ichi e es una expresión japonesa inventada por el maestro de Té, Sen no Rikyu (1522-1591), y maestro de armas del Shogun Hideyoshi Toyotomi, y significa:
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– Un encuentro, una ocasión única e irrepetible.
– Una oportunidad que no volverá.
– La única ocasión de vivir el momento presente.
– Cada encuentro es un tesoro.
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Este concepto nos quiere advertir sobre lo fugaz y transitorio de cada vivencia, que no vuelve a repetirse nunca más de la misma manera.
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Los maestros de Bujutsu hicieron suya esta idea, porque en un combate a vida o muerte si fallamos en la defensa, no tendremos ocasión de intentarlo otra vez, o de hacerlo mejor en la próxima.
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En Aikido debemos considerar cada ataque como la última y única oportunidad que tenemos para escapar del peligro que supone toda agresión.
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Aunque se repita mucho un movimiento, cada vez debe ser considerada como la única y la última, porque en cada momento las circunstancias y las sensaciones cambian.
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En nuestra cultura occidental, Ichi go ichi e se traduce como “la ocasión la pintan calva”, y la representan con la estatua de un veloz corredor que lleva alas en los brazos y en las piernas. Es el mensajero de la oportunidad.
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La posición del brazo oculta su rostro, para indicarnos que muchas personas no la reconocen, o no le hacen caso cuando pasa cerca de ellas.
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Tiene alas en los brazos y en las piernas porque siempre llega deprisa y se marcha con mayor rapidez, y cuando se ha ido no es posible alcanzarla.
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El Zen y el Budo nos invitan a practicar esta disposición en la vida cotidiana, de manera que, en cada encuentro con otras personas o en cada uno de nuestros actos, hay que obrar del mejor modo posible para no lamentarse después de lo que hicimos mal o lo que dejamos de hacer.
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Cada encuentro con los otros es único e irrepetible y debemos tratar de que sea positivo cualquiera que sea la actitud de esas personas. Todos los momentos de la vida ordinaria son únicos e irrepetibles, y por tanto ocasión de entrenamiento.
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Lo esencial es invisible a los ojos
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Todos buscamos que los maestros famosos nos revelen la fórmula secreta para dominar las técnicas y no nos damos cuenta que estos secretos están presentes en cada entrenamiento, solo que nos pasan desapercibidos.
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¿Qué es lo esencial en el combate?
1.Shisei que quiero que vea el otro en mi. Es la disposición del cuerpo y de la mente a partir de la cual te guian los dioses (M. Ueshiba).
Disposición del cuerpo (postura, tono muscular distendido, respiración, forma de mirar, etc.).
Disposición de la mente y el ánimo (serenidad, tranquilidad, firmeza, no miedo).
Los ojos guardan una relación estrecha con la psique y expresan con fidelidad el estado anímico (miedo, cólera, tristeza, etc.) así como las intenciones.
2.La alerta permanente para detectar el inicio del ataque.
3.La distancia de seguridad antes, durante y después del encuentro.
4.No esperar estático el ataque y moverse en la dirección que busco ventaja sobre el ataque.
5.Desequilibrar a Uke en el instante del encuentro.
6.No quedar al alcance de un segundo ataque al aplicar una técnica.
7.No quedar bloqueado por la duda, la indecisión o la sorpresa.
8.Musubi, fusionarse con el movimiento de Uke.
9.Toda acción produce un efecto o una reacción y, para aprovecharla, hemos de saber esperar a que se produzca.
10.No dar por definitiva ninguna acción ni desplazamiento, quedando siempre dispuestos para hacer un nuevo tai sabaki ante una reacción imprevista.
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