Por Meritxell Interiors & Feng Shui
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En Feng Shui, los pasillos representan canales por donde fluye la energía vital -el Chi– que conecta todos los espacios de la casa. Su función es muy similar a la de las venas en el cuerpo humano, por donde circula la sangre. Por eso, mantenerlos libres de obstáculos y bien diseñados es clave para garantizar un flujo energético armonioso y saludable en el hogar.
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A continuación te comparto algunos consejos prácticos para transformar tus pasillos en espacios llenos de equilibrio y vitalidad:
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1. Cuidado con los espejos al final del pasillo.
Colocar un espejo justo al final de un pasillo puede acelerar el flujo energético, generando una sensación de movimiento constante que puede traducirse en nerviosismo o fatiga. En su lugar, te recomiendo ubicar un espejo en una de las paredes laterales y, preferiblemente en posición horizontal para dar la sensación de amplitud sin alterar el equilibrio energético.
Esto también se aplica a pasillos largos y rectos que apuntan directamente hacia una puerta: la energía tiende a correr sin control, perdiéndose la armonía. En estos casos, es importante encontrar elementos que frenen o suavicen su paso.
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2. Iluminación: clave para la armonía.
La luz es un factor fundamental en Feng Shui. Evalúa cuánta luz natural recibe tu pasillo y su amplitud.
• Si es un espacio oscuro y estrecho opta por luminarias cálidas en el techo y en las paredes para crear una atmósfera acogedora.
• Si es amplio y recibe luz natural, ya cuenta con una energía más liviana y cálida.
Evita bombillas frías o demasiado intensas; en cambio, apuesta por luces suaves que promuevan la serenidad.
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3. Incorpora elementos naturales.
Si el espacio lo permite, las plantas siempre son grandes aliadas para armonizar los pasillos. Añaden frescura, vida y ayudan a ralentizar el flujo del Chi. Te recomiendo las uses en esquinas o zonas de transición para suavizar el paso de la energía.
Otra opción eficaz es colocar alfombras a lo largo del pasillo, ya que también ralentizan el flujo energético. Aunque no todo el mundo prefiere esta solución estética, puede resultar muy útil en pasillos especialmente largos o fríos.
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4. Un final con intención.
Decora el final del pasillo con un cuadro, una fotografía o una escultura que transmita un mensaje positivo. Ver una imagen que nos inspira o nos hace sentir bien cada vez que cruzamos ese espacio tiene un efecto emocional sutil pero poderoso.
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5. Colores que amplían y calman.
Los tonos claros o neutros como el blanco, el beige o los pasteles contribuyen a ampliar visualmente el pasillo y favorecen un ambiente tranquilo. Estos colores, además, permiten que otros elementos decorativos –como cuadros o iluminación- resalten sin saturar.
Con estos consejos que te he compartido de diseño, luz, color y decoración puedes convertir tus pasillos en canales de energía positiva que nutran toda tu casa…
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