Por Meritxell Interiors & Feng Shui
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LA CAMA
En nuestra casa, los verdaderos protagonistas que nos permiten realizar nuestras actividades de la vida diaria son los muebles. Sillas, mesas, camas, sofás… son objetos construidos por el hombre para cumplir usos y funciones humanas en nuestras viviendas y oficinas. Ellos nos permiten realizar labores esenciales para nuestra vida como comer, cocinar, dormir o descansar. También existe otro tipo de mobiliario que no es de primera necesidad pero si muy interesante para facilitar otras funciones… de trabajo como escritorios o elementos que almacenan libros como las bibliotecas o nuestra ropa en el caso de los armarios roperos.
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Existen muchas variedades de mobiliario, cada uno con sus propiedades y funcionalidades propias. La palabra mueble proviene del latín mobilis y su característica principal es que los podemos mover. Transportar y cambiar su ubicación es la particularidad que permite a los interioristas reformar y mejorar la decoración en casas y oficinas, conservando exactamente la misma utilidad que tienen, pero mejor ubicados dentro del espacio.
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El sentido común del Feng Shui nos da más claves que ayudan para conocer cómo decorar y colocar de la mejor manera el mobiliario de las distintas estancias y habitaciones de las viviendas u oficinas, sin perder estilo y ganando armonía y equilibrio. El Feng Shui busca siempre fomentar que el ser humano se sienta bien con su entorno espacial en el que habita.
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La cama en el dormitorio es nuestro lugar de reposo y regeneración. La energía que tiene que emanar de la estancia es mayoritariamente Yin. Utilizaremos colores melocotón, materiales naturales y objetos suaves, evitando las estridencias. El cabecero, mejor de madera o textil natural. Es imprescindible colocarlo contra una pared saneada, nunca en contacto con bajantes de agua, ascensores, humedades. Hacerlo así, nos hará sentirnos seguros y protegidos. También, si es posible, que no se ubique entre el recorrido de la puerta-ventana evitará que la corriente pase encima nuestro cuerpo. Tampoco es aconsejable poner la cama debajo de la ventana, evitaremos ruidos, luces, olores y sensación de inseguridad en el organismo. Importante es que la cama no esté en línea recta con la puerta. No deberíamos dormir debajo de vigas que apuntan nuestro cuerpo, creándole subconscientemente tensión. Los techos bajos y abuhardillados mejor evitarlos para dormir. Instalar simetría del espacio a los dos lados de la cama, que las mesitas, las lámparas y las alfombras sean iguales ofrece estabilidad. No colocar espejos frente a la cama, nuestra mente queda en alerta instintivamente porque hay movimiento y no hay relajación. Las camas arcón son poco recomendables…
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