Por Pedro Pujante
Doctor en literatura y karateka
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Todas las artes marciales que existen
bajo el cielo nacieron de Shaolín
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Proverbio popular chino
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A día de hoy nadie ignora que el Karate, cuya cuna está en Okinawa, también ha sido influenciado por las artes de lucha provenientes de China. Al parecer el Karate comenzó como una amalgama de las técnicas marciales nativas de las islas Ryukyu (actual Okinawa) y otras que fueron importadas desde otros lugares, en su mayoría China. Aunque no existe una extensa bibliografía, sí que hay amplio consenso al respecto.
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En este breve texto vamos a examinar la relación entre el Karate y sus orígenes chinos. No tratamos, por supuesto, de ser exhaustivos ni de componer un estudio preciso o definitivo de los orígenes chinos del Karate. Mis conocimientos de historia son bastante limitados. Pero sí que voy a tratar, movido por la curiosidad personal y el deseo de comprender yo mismo este fenómeno, de indagar en la historia del Karate. Para ello, recojo algunos testimonios y pruebas aportadas por otros autores sobre la relación del Karate con su procedencia china.
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Hermenegildo Camps en su libro Historia y filosofía del karate (Editorial Alas) recoge, de un modo escueto, diversas teorías respecto al origen chino del Karate. Una de ellas, a su vez, según indica él mismo, incluida en la famosa enciclopedia japonesa Sekai Dai Hyakkajiten, sostiene que “algún tipo de chuan-fa llegó a Okinawa, probablemente desde China, en tiempos de la dinastía Tang (618-906 d.C.)”. El maestro de Karate Kohaku Iwai en su estudio sobre El maestro Chooki Motobu y el Karate de Okinawa es bastante preciso a la hora de marcar una fecha: “la influencia china sobre el kempo se inicia en 1372”, año en el que el primer enviado de la dinastía Ming visita Okinawa. El propio Funakoshi también admitía en su legendario libro autobiográfico Karate-do, mi camino que el Karate hundía “sus raíces en China”. Aunque como sabemos, el te era un sistema de lucha para la autodefensa genuinamente okinawense, que se practicaba desde mucho antes en las islas de Ryukyu. Pero al parecer, con el transcurso de los siglos se vio influenciado por la cultura proveniente de China e incorporando técnicas de un modo totalmente ecléctico. Según explica Shoshin Nagamine en los capítulos preliminares de su libro Okinawan Karate-Do, el te floreció en el reino de Ryukyu alrededor del siglo XV bajo el mandato del rey Shohashi. Y también señala Nagamine, al igual que infinidad de fuentes, que durante ese período la isla recibía una gran influencia de China debido al intercambio comercial y cultural que ambas regiones mantenían, lo que sin duda influyó en la absorción de aspectos marciales que se incluyeron en el repertorio de lo que más adelante sería el Karate. Por otra parte, Okinawa estuvo bajo el dominio de China durante muchos años. De hecho, el Karate se llamó anteriormente tode, o sea “mano china”, hasta el año 1936, cuando adoptó el nombre de “mano vacía”, y se transformó etimológicamente, en este caso de un modo tan solo cosmético, a la mentalidad y la idiosincrasia japonesas.
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Los abuelos fundadores del Karate disfrutaron de enseñanzas de maestros chinos. Por ejemplo, Sakugawa, de quien Matsumura Sokon (quien más tarde desarrollaría la rama de Shuri-te), sería pupilo, recibió clases de Kusanku, maestro chino de chuan-fa o boxeo chino. Según explica Nagamine, en el libro arriba mencionado, Kusanku, experto en defensa personal china, difundió su estilo marcial, en especial en una exhibición que realizó en el año 1761, y de allí proviene el famoso kata que lleva su nombre. Aunque hay otras versiones del origen de este kata, todas señalan su más que probable origen chino. De hecho, no son pocos los katas de origen chino, como veremos después. Otro de los padres del Karate, el maestro Itosu, al comienzo de sus “10 Preceptos”, según recoge, entre otros, Patrick McCarthy en Legends of Fist, precisa lo siguiente: “El Karate no se desarrolló a partir del budismo ni del confucianismo. En el pasado, las escuelas Shorin-ryu y Shorei-ryu fueron traídas a Okinawa desde China”.
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Gran parte de la historia antigua de las islas de Okinawa y, por consiguiente, del origen del Karate se ha trasmitido por medio de la tradición oral. Por tanto, son muchos los datos que nos faltan para perfilar las raíces del árbol genealógico de este arte marcial. En especial las referentes a sus inicios. Sin embargo sí que existe un libro de origen chino y compilado hace más de dos siglos conocido como el Bubishi, la biblia del Karate. Según el historiador y auténtica autoridad en la materia Patrick McCarthy, este libro “en el contexto del Karate” se puede considerar “fuente patriarcal del conocimiento, un venero del cual mana fuerza y sabiduría…”. La fecha y autor del Bubishi son un misterioso, pero este libro, que recoge los Gongfu de Puño de Monje y Grulla Blanca, ofrece profundas revelaciones sobre el karate y su historia. De hecho, como sabemos, son muchas las grandes figuras del Karate que han bebido de sus aguas. Por ejemplo, una parte significativa del libro Karate-do Kyohan, de Funakoshi está basada en el Bubishi. También, nos recuerda McCarthy, otros maestros como Mabuni, Higashionna y su discípulo Miyagi lo veneraban. Por cierto, Chojun Miyagi viajó más de una vez a China para aprender artes locales de Fujian y el estilo que creó, Goyu-ryu (duro-blando), toma su nombre de uno de los preceptos del Gongfu del Bubishi dedicados a la respiración: “La inspiración representa la blandura; la expiración, la dureza”. Miyagi, además, en un artículo traducido por McCarthy e incorporado en su antología Legends of fist, escribe que “es en el Kempo chino donde se encuentra la fuente de la que desciende el Karate”.
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Hasta los más fervientes defensores de la teoría de que el Karate es un arte marcial puramente japonés admiten su influencia china. No obstante, y a pesar de que su naturaleza original permanece incierta, este dato es más que evidente. Algunas teorías incluso apuntan a que llegara a Okinawa directamente de las manos de maestros chinos de Gongfu. Una de estas teorías, quizá de las más extendidas sobre los orígenes del Karate, sostiene que fue llevado a Okinawa por las Treinta y seis Familias Chinas que se asentaron el pueblo de Kume, localidad próxima a Naha, en el año 1393. Entre estas familias de comerciantes y artesanos debió de encontrarse un nutrido número de practicantes de Gongfu.
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Por último parece importante recordar que los katas, piedras angulares del Karate, también están marcados por la influencia china. Muchos katas provienen directamente de allí. Algunos fueron desarrollados por maestros okinawenses, como los Pinan (Itosu), Tensho (Miyagi) o Myojo (Mabuni), por mencionar unos pocos. Otros, posiblemente, fueron inventados en Okinawa y sufrieron cambios debido a esta influencia de la que hablamos. En cualquier caso parece ser que en la mayoría de los antiguos katas su origen está poco o nada claro, pero sí que es evidente que mantienen paralelismos y rasgos con el Kungfu. Lo que inevitablemente nos hace creer que su origen se encuentra en China, en concreto en el seno de los templos Shaolín. Por ejemplo, como explica Nathan J. Johnson en su libro Barefoot Zen varias de las formas de la Grulla Blanca están basadas en versiones de Sanchin, kata basal del estilo Goju-ryu. También es el kata Sanchin la base de la forma del Boxeo de los Cinco Ancestros. En este mismo ensayo Johnson declara que a través de una investigación exhaustiva en la Universidad de Southampton se llegó a la conclusión que el kata Naifuanchin consistía en una forma de trabajo en parejas de origen chino. Emanuel Cano, en el interesante blog Karate y algo más, señala que él mismo descubrió, a través de su propia experiencia, las similitudes entre el kata Seisan y formas chinas del Boxeo de los Cinco Ancestros. Él relata este descubrimiento de la siguiente manera: “La forma de Wuzu Quan que he identificado es efectivamente un «Seisan chino», similar al que se practica en el estilo Uechi-ryu. Las dos formas pueden tener un ancestro común, o la versión Uechi-ryu puede derivar directamente de esta forma”. A estas mismas conclusiones han llegado otros investigadores y karatekas, como Jesse Enkamp, quien es sus vídeos de YouTube dedicados a su viaje por China (Karate Nerd in China) explora diferentes escuelas de Kungfu. Enkamp descubre, entre otras cosas, semejanzas en la ejecución de formas chinas con katas de Karate, en concreto la forma Sanzhan que le enseña el maestro Zhen Qing Yong. Advierte Enkamp que es, posiblemente, la forma original de Sanchin.
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No voy a continuar poniendo más ejemplos. La lista de katas que, al parecer, tienen equivalentes en las formas chinas es bastante extensa, y no disponemos aquí de espacio ni de tiempo para abarcarlas. Pero creo que ha quedado bastante claro la ascendencia china del Karate y la influencia de sus estilos de lucha en él. En Okinawa se moldeó y se mezcló con las luchas locales y, posteriormente, cuando dio su salto a Japón adquirió la forma que conocemos hoy día. Y aunque el Karate nace en la isla Okinawa y se popularizó desde Japón, pero sus ancestros, sin duda, están en China…
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