En las entrañas del Toyama-ryu Iaido Batto-do

Por la redacción de EL BUDOKA 2.0
Y la colaboración del Departamento de Prensa de la
Delegación Española de la Zen Nihon Toyama-ryu Iaido Renmei
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Ésta es una entrevista que, por distintas razones, se quedó en el disparadero sin llegar a ser publicada. En las artes disciplinarias, entre muchas otras cosas, las dos principales son tiempo y distancia.
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El tiempo (timming) es hacer lo que se debe de hacer, ni antes, ni después, si no cuando se debe.
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Y, por supuesto, la distancia, o Ma-ai en japonés, es el aspecto físico, es decir palpable, de la longitud de nuestra arma en cuanto al contrario y de la suya en cuanto a nosotros.
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Con la distancia temporal, quizás digo sólo quizás, se pueda analizar mejor el pasado aunque no es una garantía. No hay más ciego que el que no quiere ver o, simplemente, se tienen intereses partidistas que limitan la visión. En todo caso, lo escrito y publicado siempre es un referente para los investigadores del futuro, de ahí este artículo y mi decisión de recuperarlo actualizando esta entrevista.
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A finales del mes de agosto del año 2016, el jefe de redacción de la revista El Budoka 2.0 me mandó un e-mail con una pregunta donde transmitía su desconcierto ante una situación extraña a su modo de ver.
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Más tarde lo que comenzó como una conversación distendida en torno a una mesa y centrada en dicha pregunta, terminó por estructurarse en una serie de cuestiones que enlazaron e hilvanaron el armazón del relato de acontecimientos, vivencias y emociones transformados en aprendizaje y enseñanza de un estilo de espada japonesa que algunos creen conocer y otros dicen enseñar, aunque la realidad sea otra.
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No sé si soy o no el mejor técnico en nuestro país del estilo, pero estoy seguro de poder explicar la trayectoria del mismo ya que lo he vivido desde el inicio siendo artífice principal de todo este proceso.
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Estas líneas son un intento de retratar de forma sincera el estilo Toyama-ryu y su situación actual.
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Es probable que las mismas no dejen indiferentes a quienes puedan leerlas ya que en ella obvio lo políticamente correcto.
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También es probable que mis palabras no me granjeen algunas simpatías, y por ello existan detractores a los que no les gusten, pero en la práctica del Budo el hacer amigos es una consecuencia, no una finalidad.
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Al resto, a quienes considero amigos verdaderos, siempre me tienen pegado a su hombro cual falange hoplita.
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¿Por qué llegas a la práctica del Toyama-ryu?
Fue un regreso al origen de mis necesidades primarias por las que comencé a practicar artes marciales.
Me inicié en el Karate en el primer club de Karate que oficializó su práctica en mi ciudad, L’Hospitalet. Fue en esa edad difícil de la adolescencia, como un chico de barrio de una época muy diferente a la actual donde la delincuencia juvenil y posteriormente el azote de las drogas era el pan de cada día en los años setenta. En aquel entonces nació en mí la necesidad de un instrumento, algo que pudiera cubrir la falta de seguridad por mi juventud e inmadurez. Era simplemente una búsqueda de autoprotección. Viví algunos desagradables incidentes, tanto en mi persona como de conocidos y amigos. Ello me hizo tomar la decisión de inscribirme para aprender Karate. Deseaba no volver a sentir la impotencia, el miedo y la violencia física de aquellos que abusaban de los demás, en especial de los más débiles o de menor edad. Quería poder protegerme de aquéllos que en pandillas eran capaces de ejercer violencia.
Desde el primer día en que me anudé un cinturón blanco, decidí que no aceptaría más abusos ni hacia mí, ni hacia otras personas más débiles. Desde entonces, hasta ahora. Evidentemente, eso me hacia ver mi disciplina más como un medio, que como un fin en si mismo. Cubrir una necesidad.
No sería hasta mucho más tarde que descubrí un Camino de Vida en mi disciplina.
A los pocos meses de obtener el tan preciado Cinturón Negro Shodan en Karate, tomé la espada para practicar Iaido bajo la enseñanza de Ryo Hiruma sensei. Fue en noviembre de 1983. Sin embargo, la juventud, y mi falta de visión, me hacía ver el Iaido como “poco útil” en esa etapa.
Nunca dejé de practicar, en cada curso o entreno que podía allí estaba, pero siempre me faltaba algo. Y quien busca, al final encuentra.
El estilo Toyama-ryu puede aportar al practicante lo que otros Budo modernos no aportan. Y es esa sensación de riesgo al manejar un arma verdadera la que hace consciente al practicante del “aquí y ahora”. La necesidad de concentración extrema y el saber del poder que un sable con filo aporta a un ser humano, hacen del estilo algo real y tangible. Acercan al practicante a la esencia de las artes marciales, al sentido del guerrero en su más estricta esencia.
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¿En qué situación está el estilo Toyama-ryu en España en estos momentos?
Bueno, las cosas desde los inicios hasta ahora han ido cambiando. Con respecto a la Toyama-ryu España Kyokai, organización que dirijo y que es filial de la Zen Nihon Toyama-ryu Iaido Renmei en Japón, podríamos decir que se encuentra en una nueva muy diferente.
Como la vida misma, las organizaciones tienen altos y bajos. Pasan por circunstancias adversas y otras mejores. Sin embargo, son sus miembros y su trabajo quienes transmiten la temperatura correcta de cada momento.
El año 2016 fue un año donde se marcó el inició de una nueva etapa. Ese año acogimos durante una semana la visita de mi maestro Yoshitoki Hataya sensei con tres miembros más de ZNTIR Japón. Se realizaron entrenamientos privados, una master-class para Yudansha, un Seminario abierto en el Principado de Andorra y un Shinsa, (examen) para pase de grados Dan ZNTIR. Todo gracias a la extrema generosidad de Hataya sensei, que de forma altruista quiso venir a respaldar a nuestra organización y mi trabajo, después de previsibles, no por ello menos desagradables hechos que tuvieron lugar en los dos años anteriores y que afectaron a nuestra organización y su desarrollo en España.
Lo más importante de lo mencionado es que pese a todo, tanto mi persona, como mis colaboradores y alumnos, salimos muy beneficiados y reforzados frente a ZNTIR en Japón.
También se hizo un DVD, con los maestros invitados, que recoge todo el método tal y como se aplica en Japón. Dicho DVD de titulo Yoshitoki Hataya sensei: Toyama-ryu Iaido, apareció para su venta al público en seis idiomas (español, francés, inglés, alemán, portugués e italiano). Del mismo modo, vieron la luz sendos artículos en la revista Cinturón Negro (número de Junio 2106 Toyama-ryu Iaido; los Últimos Leales y de Julio Toyama-ryu Iaido Batto-do; Los Pretorianos) en los mismos seis idiomas, además del chino y la edición en japonés, en cuyo idioma fue publicado en febrero de 2017.
Desde 2015 se han estado publicando varios artículos concatenados en esta revista, como en los números 29 y 30 (septiembre-octubre y noviembre-diciembre 2016) con el titulo Tameshigiri: Cortar!!!, el número 31 (enero-febrero 2017) con el título Tameshigiri; el momento de la Verdad. Entrevista a Cristóbal Gea. Por último el número 33 (mayo-junio 2017) con título Una Historia de Espadas; El coleccionismo de espadas militares japonesas


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