Por EL BUDOKA 2.0
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Raramente dos maestros de artes marciales distintas entrenan y colaboran juntos en beneficio de ambas disciplinas. Guzmán Ruiz Garro, representando al Hapkido y Jair Correa de Magalhães al Brazilian Jiu Jitsu, después de que este maestro de Teresópolis (un municipio de Río de Janeiro) se afincase en Bilbao en el 2008, comenzaron una buena amistad y emprendieron una asociación que les ha hecho más fuertes y más sabios al compartir conocimientos marciales.
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Primera pregunta para Guzmán. ¿A qué se debe su cercanía con el Brazilian?
Partiendo de que el Hapkido para mí es un arte marcial integral, aunque me inicié en este arte coreano cuando ya llevaba mucho tiempo practicando otras modalidades como Taekwondo, Jiu Jitsu japonés y Judo, la razón de mi atracción por el BJJ fue la necesidad de incorporar su creatividad a mi bagaje técnico.
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Maestro Jair, ¿siempre se ha dedicado al estudio y enseñanza del Brazilian?
Desde muy joven practiqué Capoeira durante 8 años; después, Taekwondo y Karate, otras dos temporadas. En el Jiu- Jitsu brasileño, con dedicación plena, llevo 30 años. Aclaro que el Jiu-jitsu japonés y el Brazilian, aunque comparten un ancestro común, cada estilo ha evolucionado de manera única, reflejando diferencias en su filosofía, técnica y aplicación.
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Guzmán, antes ha hecho alusión a la inventiva del Brazilian, ¿le importaría definir las capacidades del arte suave brasileño y el Hapkido?
El BJJ tiene una virtualidad: se ha convertido en un arte de primera necesidad para muchos combatientes de MMA/AMM o en competiciones de grappling, demostrando la importancia de la lucha en el suelo y la enorme eficacia de su repertorio técnico.
El Hapkido es un arte marcial con unos recursos técnicos ilimitados, eficaz, directo, contundente y con una plasticidad que seduce. Las técnicas del Hapkido son fluidas, pero, a su vez, violentas y destructivas. Desarrollado para la intervención policial y militar, sus aplicaciones técnicas se modulan en el campo de actuaciones de la autoprotección civil.
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Jair, explíquenos cuáles son los orígenes del BJJ, cómo se gestó…
Muchas de las técnicas tienen su origen en el Judo japonés, especialmente en su apartado de lucha en el suelo conocido como ne waza, llevado a Brasil por los maestros Mitsuyo Maeda y Geo Omori.
Hélio Gracie fue el artista marcial brasileño creador de Gracie Jiu-jitsu, considerado uno de los fundadores del moderno Jiu-jitsu brasileño, junto con Luiz França Filho y Oswaldo Fadda.
Buscando probar la garantía de su arte, Hélio combatió entonces por todo Brasil en innumerables torneos, concursos y peleas sin reglas, logrando importantes victorias que consiguieron que su arte marcial fuera reconocido “como de elevada efectividad”.
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Maestro Guzmán, se suele afirmar que cuando se buscan recursos técnicos fuera de tu arte marcial es porque éste no se domina íntegramente. ¿Comparte esta opinión?
Si no se tiene confianza en tu connatural estilo porque se adolece de los conocimientos necesarios, es factible que haya quien revolotee de una disciplina a otra para irse construyendo un programa personal basado en un totum revolutum. Ahora bien, lo normal es que se estudien e investiguen las tácticas y estrategias de otras artes marciales para mejorar la formación propia. Sin este afán por instruirse, en el deporte de combate, no se llegaría muy lejos. Yo no concibo un arte marcial como si fuese una secta donde el líder marca el territorio de actuación.
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Maestro Jair, ¿qué apartado del adiestramiento destacaría para adquirir una buena preparación y ser eficaz en un combate de BJJ?
El rolling: una manera de entrenar más relacionada con el sparring que con la práctica de técnicas sueltas o de ejercicios como los drills.
Afrontar el combate dejando trabajar al compañero y que éste, de forma reciproca, también colabore haciendo movimientos que permitan marcar finalizaciones sin detenerse; u otras opciones como renunciar a la finalización, dejando escabullirse al compañero para ver cuáles son sus salidas naturales, desarrollando nuestras contras a esos escapes…
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Guzmán, ¿favorece al Hapkido la alternativa deportiva?
Puede que lo popularice pero, en el fondo, lo debilita. Cuando se mutila tu arte marcial para convertirlo en deporte sobreviene lo previsto: se olvidan muchos de los recursos inherentes a ese arte y se restringen sus prestaciones como disciplina integral. Las escasas exhibiciones de Hapkido que se realizan organizadas por la Federación de Taekwondo no llegan a la categoría de combate deportivo, se ajustan más a una especie de coreografías hechas con mejor o peor tino.
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¿Y en el caso del Brazilian?
Jair: El BJJ vive y pervive por y para el combate, así que no se plantean esas disyuntivas de arte marcial o deporte.
El Jiu-jitsu brasileño (o BJJ) es un arte marcial, deporte de combate y sistema de defensa personal. El sistema de entrenamiento está casi enteramente ideado para la competición, pero fue en el combate con muy pocas reglas, sin límite de tiempo y peso, donde se demostró su arrolladora efectividad.
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Pregunta para los dos maestros: ¿qué les ha aportado la práctica del Brazilian o del Hapkido?
Guzmán: Mucho dinamismo en la pelea de suelo y ampliar el número de las variantes técnicas que conocía del Judo y del Jiu-Jitsu japonés.
Jair: Me han sorprendido por su eficacia las formas de pateo a la zona baja y la multiplicidad de manipulaciones articulares.
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¿Qué conceptos o técnicas son las que ve más idóneas para añadir a las técnicas habituales de su propio estilo?
Guzmán: Tanto el Hapkido como el Bazilian, desde el punto de vista marcial, tienen un bagaje muy completo y, visto desde esa perspectiva, no creo que haya que cubrir demasiadas carencias. Desde la óptica de la Defensa Personal, teniendo en cuenta el contexto en el que nos movemos, dado que golpear nos compromete mucho más a nivel jurídico, a los compañeros de Hapkido les recomendaría que se fijen en los conceptos del BBJ y que se afanen en las finalizaciones de suelo, que “rueden” (rolling), que hagan fugas de cadera, cómo levantarse rápidamente…
Jair: Para nuestras clases de Defensa Personal, añadiría las manipulaciones digitales, los puntos de presión y la forma de ejecutar las técnicas de muñeca. En lo referente a las proyecciones, me gusta que, en el Hapkido, además de desequilibrar, buscan la articulación del oponente y le obligan a colaborar por el dolor.
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Uniendo y compartiendo conocimientos, quedan cubiertas todas las distancias y situaciones, ¿no es así?
Guzmán: Siempre hay aspectos mejorables, pero yo diría que así, blindando todos los espacios de combate, indudablemente, seremos más sabios y poderosos como artistas marciales.
Jair: Al Jiu-Jitsu brasileño se le cita a menudo como un arte marcial completo, porque se centra en la lucha en el suelo y el agarre que se consideran los aspectos más importantes de la defensa personal, pero desdeñar otros aportes, en otras distancias, nos haría más vulnerables.
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Para finalizar esta grata entrevista, ¿algún consejo para los artistas marciales que quieran mejorar sus sabidurías?
Guzmán: Si algún compañero o compañera quiere desarrollar formas que neutralicen los agarres, las manipulaciones articulares, las estrangulaciones, las proyecciones, o cualquier otro recurso del que se carezca, es imprescindible aprender la esencia de éstas y contrastar posibles soluciones con los que las dominan. Lo demás, es una mala imitación y un vano intento.
Jair: Busca un instructor cualificado y de confianza, elige un arte marcial o deporte de contacto adecuado para ti, ponte unas metas y sé constante.
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Muchas gracias a los dos por su ejemplo colaborativo en beneficio de las Artes Marciales…
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