Mi Wing Chun, mi verdad

Por Nino Bernardo (entrevista)
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Al enseñar el chisau de una sola mano utilizo el principio de “Espera y llega tarde”. Creo que el objetivo de este ejercicio es programar una reacción a un estímulo, y también considero que este programa aborda a fondo aspectos de confrontación.
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Sintetizo el susto y canalizo la explosión del susto hacia la mecánica corporal designada, y animo a todos a intentarlo. Descubrí que el susto tiene mucho poder. Basta con buscar “gatos y pepinos” en YouTube, hay muchos vídeos de gatos asustados. Los animales asustados son peligrosos.
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Volviendo al ejercicio de una sola mano, las dos personas que practican trabajan como socios en el mismo proyecto. Cuando hago este ejercicio, pido a mi compañero que observe mi cuerpo mientras entrenamos. Quiero mantener mi postura lo más inmóvil posible mientras intento concentrar la explosión del susto sintético en el brazo/mano en acción. Creo que practicar de esta manera me ayudará a desarrollar la capacidad de mantener la compostura cuando me enfrento a problemas.
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Wong Shun Leung dijo: “Tus manos y pies son tuyos, pero no te obedecen”. Necesito conocerme a mí mismo, y para mí, he descubierto que la práctica de Wing Chun me ha hecho mucho bien.
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En el ejercicio de “esperar y llegar tarde”, practico la paciencia y la respuesta rápida. Si reaccionara antes del estímulo, indicaría que estoy ansioso o en pánico. Si reaccionara al mismo tiempo, sería cuestión de suerte. Al esperar hasta que haya un estímulo y luego reaccionar lo más rápido posible, podré entrenarme para enfrentar adversidades sorpresivas o emboscadas, no necesariamente un ataque físico. Este sencillo ejercicio no es simple en absoluto. Todos los ejercicios tienen sus detalles más finos y, con experiencia, la orientación adecuada o la suerte, cualquiera puede aprender.
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En el último seminario en Londres hablé sobre el manejo del ego. Expliqué a los asistentes, entre quienes se encontraban algunos de mis estudiantes de la época de The Basement, que ya no practico de la misma manera que solía hacerlo y que los veteranos todavía siguen haciendo lo que aprendieron hace unos cuarenta años.
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Hice que todos eligieran un compañero y se turnaran para hacer el ejercicio de golpear estáticamente el aire, con el fin de que todos estuvieran haciendo lo mismo. Un hombre se negó a corregir a su compañero, un senior de sesenta años capaz de derrotarlo por completo en una pelea, no en chisau, sino en una pelea real. Señalé que este ejercicio también abarca la moralidad. Alguien dijo que no corregiría a su superior por respeto. No estoy de acuerdo. Si respeta a su superior, entonces debería corregirlo y hacerlo con respeto. En este caso, el superior mostró dignidad y demostró su experiencia al comprender rápidamente el ejercicio y su disposición a aprender…


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